La grácil belleza del haiku en Kobayashi Issa

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Uno de los más famosos poetas del haiku es el japonés Kobayashi Issa, quien naciera el 15 de junio de 1763. Perteneciente a una familia pobre de trabajadores del campo, Issa mantuvo también una vida humilde, golpeada varias veces por el sufrimiento, como la muerte de su primera esposa y de sus cuatro hijos. Pudo publicar un libro de poemas: Tabishui. Viajó por varias ciudades japonesas, se dedicó un tiempo al budismo y terminó muriendo en la pobreza.


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Kobayashi Issa - Fuente | Source


Reproduciré unos poemas de Issa, pero antes digamos algo acerca del haiku. Se sabe que es una “composición poética de origen japonés que consta de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente”, como la define el Diccionario de la Lengua Española de la RAE. Una amplia y sencilla información sobre el haikú pueden leerla aquí.

En el haiku se manifiesta ese carácter esencial y puro del lenguaje en su condición más sensible y espiritual. En él se hace presente una visión intuitiva de la realidad. Como señala el especialista Francisco Villalba,

Lo más importante en el haiku no es lo que dice sino lo que no dice (…) despierta en nosotros una conciencia trans-simbólica, imposible de definir.
(…)
La perfección de un haiku radica entonces en su habilidad para comunicarnos lo incomunicable (…)


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Veamos algunos haikus de Issa:

Florido ciruelo
el ruiseñor canta:
estoy solo.

Cuando muera
ven a guardar mi tumba
grillo.

Miro en tus ojos,
caballito del diablo,
montes lejanos.

Maravilloso:
ver entre las rendijas
la Vía Láctea.

Las flores han caído:
ahora nuestras mentes
están tranquilas.

Silencio:
una hoja se hunde
en el agua clara.


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¡Flores de cerezo en la noche!
Cómo ángeles
Descendiendo del cielo.

Simplemente confía:
¿No revolotean así
También los pétalos?

No tengo nada, -
¡Más que esta tranquilidad!
¡Este frescor!

De las blancas gotas de rocío,
Aprende el camino
Hacia la Tierra Pura.

La luna creciente
Está torcida y encorvada
Penetrante es el frío.

Música sagrada en la noche;
Hasta las hogueras
Caen revoloteando las hojas teñidas.


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Hechos de las más sencillas imágenes de la naturaleza estacional (primavera, verano, otoño e invierno) o de los seres que la pueblan, los haikus de Kobayashi Issa se nutren de su grácil sensibilidad y devoción sentimental, atendiendo a “una esencia cósmica de las cosas”, como apunta el estudioso R. H. Blyth.

En la conciencia serena de su soledad, advierte el misterio de lo que ocurre con la vegetación (las flores, las hojas), con los animales (el ruiseñor, el grillo, el caballito del diablo), el entorno físico y cósmico (el agua, la noche, los astros). Sabe de la fugacidad y el paso de la vida hacia la muerte, pero asienta, con una calma, quizás cercana al satori, la celebración de su existencia en el mundo.


Referencias:

Basho, Matsuo (1986). Haiku de las cuatro estaciones. España: Miraguano Ediciones.
Paz, Octavio (1978). Versiones y diversiones (2ª ed.). México: Ediciones Joaquín Mortiz.
Poesía japonesa (1988). Revista Poesía, 71/72. Venezuela: Universidad de Carabobo.

Puede leer más haikus de Isa en este enlace: http://amediavoz.com/issa.htm


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Gracias por su lectura.


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