Borges y el libro

Jorge Luis Borges es, sin duda, uno de los escritores de habla hispana y universal en los que el libro está más presente, impregnando su obra como tema, reflexión y metáfora, atravesándola tanto en su poesía como en su narrativa y ensayos.

Es un asunto que he tratado otras veces aquí. Como profesor universitario hace varios años dicté un seminario sobre esa fascinante temática. Y siempre vuelvo a ella, pues es algo que me atrae poderosamente como lector y escritor. Más en este día, dedicado internacionalmente al Libro. En este post trataré de hacer una sucinta presentación de tal asunto tan complejo en Borges.

Comencemos por un poema de Borges de su libro La rosa profunda (1975):

Mis libros

Mis libros (que no saben que yo existo)
son tan parte de mí como este rostro
de sienes grises y de grises ojos
que vanamente busco en los cristales
y que recorro con la mano cóncava.
No sin alguna lógica amargura
pienso que las palabras esenciales
que me expresan están en esas hojas
que no saben quién soy, no en las que he escrito.
Mejor así. Las voces de los muertos
me dirán para siempre.

En él se contienen gran parte de las claves de nuestro autor acerca del libro, desde una visión muy personal y trascendente: el carácter vivencial, casi orgánico, que pueden tener los libros, aunque seamos ignorados por ellos; la esencialidad que viniendo de ellos nos conforma...

La literatura de Borges está muy influida por sus lecturas filosóficas y religiosas, y aunque su propósito no fuera hacer filosofía, sino escribir literatura, como él mismo dijo, sus lecturas son "secretos motivos de inspiración intelectual".

La concepción y la imagen del libro en Borges se nutren de esos pensamientos, autores, tradiciones culturales: la Biblia, el Corán, la cábala, etc., que constituyen los más altos modelos del libro, pero en eso no podemos detenernos ahora.

Son varias las ideas que animan y conforman la compleja concepción del libro de y en Borges. Algunos estudiosos como Lisa Block de Behar, que he seguido, proponen varios enunciados que podrían resumirlas, y que personalmente he revisado y adecuado. De esos enunciados sólo pondré tres aquí.

El universo como un libro

Existe la premisa de que Dios creó dos libros: las Sagradas Escrituras (Biblia) y el libro de los seres, que es el universo; este contiene a aquel; en él está inscrito el texto universal.

Alimentada por la afirmación del poeta Mallarmé: "El mundo existe para llegar a un libro", se concibe la escritura como regida por un orden, que serían unas formas esenciales (¿platonismo?). El poema Mateo, XXV, 30, de su libro El otro, el mismo (1964) podría servir para acercarnos a esa complejidad.

El libro infinito y circular

Todos los libros son un vasto Libro, un solo libro infinito. Para Borges la literatura es un único e incesante texto que cada autor en su tiempo retoma. El libro es escrito por las sucesivas generaciones de los hombres. Así puede interpretarse en relatos como "Las ruinas circulares".

El libro laberíntico

En esta concepción no solo el universo es un laberinto, sino que este es su centro. El libro vendría a ser la imagen por excelencia de ese centro, una especie de doble mágico en el que la totalidad y la simultaneidad, los contarios se anulan y se complementan. Así puede percibirse, por ejemplo, en "El Aleph".

Referencias:
Borges, J. L. (1981). Obra poética 1923-1977 Argentina / España: Edit. Alianza.
Borges, J. L. (1974). Obra completa Argentina: Edit. Emece.
Block de Behar, Lisa (1987). Al margen de Borges. Argentina. Siglo XXI editores.
https://www.poeticous.com/borges/mis-libros-1?locale=es
https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/ruinas.pdf
https://www.ucm.es/data/cont/docs/119-2014-02-11-Borges.El%20Aleph76.pdf

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