Hispaliterario 10- El Darién [Esp/Eng]
—¡No me dejes aquí Ismael, no me dejes morir por favor! —
Vi el terror infundado en los ojos de mi compañero de travesía. Como podía, se hacía de mis brazos con tanta fuerza que ambos corríamos el riesgo de hundirnos juntos con las otras personas que estaban a nuestro alrededor, y que también gritaban por ayuda, mientras que otros, solo iban perdiendo la esperanza a medida que el lodo y el agua iba hundiéndolos dentro de agua
Nuestras esperanzas en una vida mejor, solo se basaba en las historias de otros aventureros jóvenes como nosotros, que anhelaban cruzar aquel inmenso pantano, que les daría paso al lugar de sus sueños.
Aun así, las historias sobre personas que lo hubiesen logrado eran escasas, por lo que el nerviosismo de intentarlo era la chispa que dos chicos como nosotros necesitábamos para intentarlo, creíamos que no había nada que pudiera interponerse entre ese sueño y nosotros.
Nuestras madres tomaban nuestras manos con todo el temor del mundo. Debimos darnos cuenta de que desde ya debíamos suspender aquella idea absurda, de que todo sería tan fácil como cualesquiera otras cosas que antes hubiésemos hecho.
—Mamá, usted tranquila, que todo va a estar muy bien. Cuando cruce ese dicho Darién y pase a los Estados Unidos, le voy a mandar para comprar las cosas que necesite la casa, y cuidaré de usted como Dios manda —
Los ojos de mi madre ante aquella idea se llenaban de pesadas gotas convertidas en temor, al pensar que cruzar aquella jungla, supondría también el que quedara atrapada en ella, como muchos otros ya lo habían hecho.
—Ya es hora Arthur. Vamos, que esa jungla jamás se ha enfrentado a gente como nosotros, será cuestión de horas lo que estemos allí, y cuestión de instantes el que estemos en Texas —
La madre de Arthur le entregó una pequeña cadena con un grabado, Dios siempre estará contigo. Le pidió con tantas ganas que se lo colgara en su cuello, quería asegurarse de él siempre estuviera cuidado por el creador en el que ella tanto creía.
Dentro de la jungla…
Arthur, que era más joven que yo, comenzaba a cansarse por lo largo del camino, sus pies estaban ensangrentados debido al largo camino por el que transitábamos, mientras que su camisa, al igual que la mía, estaban rotas debido a las ramas de los árboles que estaba a nuestro alrededor.
—¿Cuánto tiempo falta para llegar? Estoy muy cansado amigo — Preguntó.
Yo apenas podía mantener el aire, pues las subidas de aquellas montañas no era nada parecido con lo que había escuchado que era. Aun así, solo intentaba tomar la mano de Arthur para asegurarle que todo estaría muy bien, mientras que él tomaba la cadena que su madre le había regalado, mientras alzaba los ojos al cielo en busca de una salida.
—¡Todos abajo! — Escuchamos que alguien gritó con desespero, luego de eso, se oyó el sonido de balas que comenzaron a pasar por encima de nuestras cabezas, sin saber de dónde rayos provenían.
Tomé la mano de Arthur aún más fuerte de lo que él lo había hecho conmigo en aquel momento. Veía como algunos de los que comenzaron la travesía junto a nosotros, solo estaban tendidos con sus mochilas al lado, mientras que poco a poco iban perdiendo la respiración.
Apenas mantener la cordura. Mi respiración era más agitada de lo normal, y mis piernas apenas funcionaban para poder seguir dando un paso más, mientras que intentaba recuperar el tiempo perdido y tratar de salir de aquel siniestro lugar del que nadie había dicho la verdad.
Tras un breve momento, el silencio se apoderó del lugar. Solo se podía escuchar el suspiro cargado de miedo de cada de uno de nosotros, y apenas el bullicio de algunos intentando reanimar a algunos que estaban a su lado, pero que desgraciadamente las balas habían alcanzado.
—¡Vamos a regresarnos, Ismael, vamos a regresarnos! Tengo mucho miedo, por favor, volvamos a casa — Gimiendo en su espíritu, Arthur comprendió que aquella idea tan alocada, solo nos había llevado a buscar nuestro propio final.
—Tenemos que salir de aquí Arthur, tenemos que cruzar al otro lado para poder cumplir nuestra meta. ¡Vamos amigo, nosotros podemos con esto y mucho más! —
Mis palabras de ánimo, solo eran gestos de confusión y terror que estaban alojados hasta en mis últimos huesos, intentaba que aquel compañero, que seguía intentando luchar con su vida, no decayera al ver que yo también estaba a punto de rendirme, pues mis fuerzas eran escasas, así como esperanza de salir de aquel lugar.
El silencio, en aquel instante, comenzó a desaparecer a medida que escuchamos como los árboles iban cayendo de manera estrepitosa, sin aparente causa, haciendo que nuevamente nuestros corazones latieran cada vez más rápido al no saber en qué acabaría aquel momento.
Las aguas de un lago comenzaron a abrazar la jungla donde estábamos. La lluvia hizo presencia en el momento, haciendo que la tierra donde estábamos, se hiciera tan resbaloso que nadie podía mantenerse de pie por un segundo, haciendo que todos vieran como el agua y el lodo iban tragándose, todo lo iba a su paso, incluso a nosotros.
Los gritos de auxilio comenzaron a escucharse, seguido de un silencio imponente, y al mirar de donde había provenido, tan solo había agua y lodo alrededor. Arthur seguía llorando con las pocas fuerzas que le quedaban, sus brazos apenas podían moverse y tomar algo para sujetarse, y sus piernas, por la pérdida de sangre, ya no le funcionaban.
El agua seguía acercándose a cada uno de nosotros de manera alarmante.
Levanté mis ojos a duras penas, de una manera u otra, una de mis piernas se había roto, y mi brazo ya no podía siquiera levantarlo con fuerza. Como pude, solo cerré mis ojos y tomé una liana que podía ser nuestra salvación.
—¡Sujétame Arthur, no me sueltes amigo! ¡Ya vamos a salir de esto! — Grité con mis últimos suspiros.
Vi el terror infundado en los ojos de él. Como podía, se hacía de mis brazos con tanta fuerza que ambos corríamos el riesgo de hundirnos junto con las otras personas que estaban a nuestro alrededor, y que también gritaban por ayuda, mientras que otros, solo iban perdiendo la esperanza a medida que el lodo y el agua iba hundiéndolos dentro de agua.
—¡Ya no puedo más Ismael, ya no puedo más amigo! — Dijo.
—¡Maldición Arthur, claro que puedes! — Seguía intentando gritar para animarlo.
El fuerte torrencial hacía difícil que pudiera mantener la liana entre mis manos, y el fango, que iba acompañado de palos y troncos, golpeaban nuestros cuerpos, haciendo imposible seguir luchando contra la corriente.
—Debes seguir tú solo amigo. Debes luchar por ambos. Espero que puedas seguir adelante, estoy seguro de que lo lograrás, y cuando estés al otro lado, dile a mamá que la amé hasta el último suspiro de mi vida! —
—¡NOOOO! —
Arthur había dejado de sostener mi mano, hundiéndose dentro de las aguas y el lodo, haciendo imposible que pudiera ayudarlo.
Mis manos apenas podían seguir luchando. Ya mi corazón latía despacio y tranquilo, mientras que yo sollozaba con pena y amargura, pues había sido yo quién animara a Arthur a acompañarme en aquella travesía, y en una en la que ya no podía acompañarme.
Luego de las horas, de 200 que habíamos iniciado el trayecto, solo quedamos 20, mientras que los otros que quedaron atrás, también quedaron atrapados junto a sus hermanos, hermanas, y esposas e hijos. Todos comenzamos a llorar al recordarlos.
Busqué mi bolsillo para ver si había quedado algo de mis pertenencias, y al tocarlo, solo saque una pequeña cadena con una pequeña inscripción: Dios siempre estará contigo*
-Don't leave me here Ismael, please don't let me die! -
I saw the unfounded terror in the eyes of my fellow passenger. As he could, he held on to my arms so tightly that we both ran the risk of sinking together with the other people around us, who were also screaming for help, while others were only losing hope as the mud and water was sinking them into the water.
Our hopes for a better life were only based on the stories of other young adventurers like us, who longed to cross that immense swamp that would lead them to the place of their dreams.
Even so, the stories about people who had made it were scarce, so the nervousness of trying was the spark that two kids like us needed to try, we believed that there was nothing that could come between us and that dream.
Our mothers were holding our hands with all the fear in the world. We should have realized that we should have given up that absurd idea, that everything would be as easy as any other thing we had done before.
-Mom, don't worry, everything will be fine. When you cross that Darien and go to the United States, I will send you to buy the things that the house needs, and I will take care of you as God commands".
My mother's eyes were filled with heavy drops of fear at the thought that crossing that jungle would also mean that she would be trapped in it, as many others had already done.
-It's time Arthur. Come on, that jungle has never faced people like us, it will be a matter of hours before we'll be there, and a matter of moments before we'll be in Texas".
Arthur's mother handed him a small chain with an engraving, God will always be with you. She asked him so eagerly to hang it around his neck, she wanted to make sure he was always cared for by the creator she believed in so much.
Into the jungle...
Arthur, who was younger than me, was starting to get tired from the long walk, his feet were bloody from the long path we were walking on, while his shirt, as well as mine, were torn from the branches of the trees around us.
-How long until we get there? I'm very tired, my friend," he asked.
I could barely hold my breath, as the climbs of those mountains were nothing like what I had heard it was. Still, I just tried to hold Arthur's hand to assure him that everything would be all right, while he grabbed the chain his mother had given him, as he raised his eyes to the sky in search of a way out.
-Everyone down! - We heard someone shouting in desperation, after that, there was the sound of bullets that began to pass over our heads, not knowing where the hell they were coming from.
I held Arthur's hand even tighter than he had held mine at that moment. I could see how some of those who had started the crossing with us were just lying with their backpacks beside them, while they were slowly losing their breath.
I could barely keep my sanity. My breathing was more agitated than usual, and my legs were barely functioning to be able to keep taking one more step, while I tried to make up for lost time and try to get out of that sinister place that no one had told the truth about.
After a brief moment, silence took over the place. We could only hear the fear-laden sigh of each one of us, and just the noise of some of us trying to revive some of those who were next to us, but unfortunately the bullets had hit them.
-Let's go back, Ismael, let's go back! I'm so scared, please, let's go back home - Moaning in his spirit, Arthur understood that such a crazy idea had only led us to seek our own end.
-We have to get out of here Arthur, we have to cross to the other side in order to accomplish our goal. Come on my friend, we can do this and much more! -
My words of encouragement were only gestures of confusion and terror that were lodged even in my last bones, I was trying to make my companion, who was still trying to fight with his life, not to give up when he saw that I was also about to give up, because my strength was scarce, as well as my hope of getting out of that place.
The silence, at that moment, began to disappear as we listened to how the trees were falling in a resounding way, without apparent cause, making our hearts beat faster and faster again, not knowing what would be the end of that moment.
The waters of a lake began to embrace the jungle where we were. The rain was present at the moment, making the ground where we were, so slippery that no one could stand up for a second, making everyone see how the water and mud were swallowing everything in its path, including us.
The cries for help began to be heard, followed by an imposing silence, and when we looked where it had come from, there was only water and mud all around. Arthur was still crying with what little strength he had left, his arms could barely move and grab something to hold on to, and his legs, due to the loss of blood, no longer worked.
The water continued to approach each of us at an alarming rate.
I barely raised my eyes, one way or another, one of my legs had broken, and my arm could no longer even lift it with strength. As best I could, I just closed my eyes and grabbed a vine that could be our salvation.
-Hold me Arthur, don't let go my friend, we're going to get out of this! - I shouted with my last sighs.
I saw the unfounded terror in his eyes. As he could, he was holding on to my arms so tightly that we were both in danger of sinking along with the other people around us, who were also screaming for help, while others were just losing hope as the mud and water was sinking them into the water.
-I can't take it anymore Ismael, I can't take it anymore my friend! - he said.
-Damn it Arthur, of course you can! - I kept trying to shout to cheer him up.
The strong torrential rain made it difficult to hold the vine in my hands, and the mud, which was accompanied by sticks and logs, hit our bodies, making it impossible to continue fighting against the current.
-You must go on alone, my friend. You must fight for both of us. I hope you can go on, I'm sure you'll make it, and when you're on the other side, tell mom that I loved her until the last breath of my life! -
-NOOOO! -
Arthur had stopped holding my hand, sinking into the water and mud, making it impossible for me to help him.
My hands could barely continue to struggle. Already my heart was beating slowly and quietly, while I sobbed with grief and bitterness, for it had been I who had encouraged Arthur to accompany me on that journey, and on one in which he could no longer accompany me.
After a few hours, of the 200 of us who had started the journey, only 20 remained, while the others who were left behind were also trapped with their brothers, sisters, wives and children. We all began to cry as we remembered them.
I reached into my pocket to see if there was anything left of my belongings, and when I touched it, I only took out a small chain with a small inscription: God will always be with you
Ismael D. Rodríguez
Discord ismaelrd04#9345
Una historia estremecedora, de un triste destino que han experimentado muchos, algunos, como Arthur, ni para contarlo. Tu relato mantiene la tensión y logra el efecto de hacer vivir el dolor y la angustia, con un buen manejo de la tensión. Saludos, @ismaelrd04.
Gracias por la lectura mi estimado, muy apreciado.
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Solo te puedo decir que mi corazón se arrugó al leerte, cada emoción la viví como si fuera mía. Dios proteja a todos los que deciden ir a buscar mejores oportunidades de vida. Fue un placer coincidir con tu post. Éxitos en el concurso.
Asi es, muchas personas están viendo esa travesía como el medio para salir de las dificultades, pero esa oportunidad no les garantiza que pasen con vida.
Gracias por la lectura estimada, gracias por leer.
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Devastador el cuento... Mas que todo por que para algunos podria ser una realidad bastante ruda que estan viviendo ahora mismo o que estan pronto por suceder... Saludos y un abrazo, sin dudas me hiciste pensar dos veces sobre el peso de la selva...
Uy si! Sigo viendo noticias de que personas están desaparecidas, y que incluso niños han perdido la vida por adentrarse, realmente una lastima.
Gracias por leer Jesús, un abrazo
Qué tristeza tan profunda por el destino de Arthur.
Dios proteja y esté siempre con todos los que se están aventurando a atravesar esa selva desconocida, a sabiendas de tantos testimonios horrorosos que hay de la travesía.
Maravilloso relato amigo, me mantuvo siempre en suspenso imaginando el destino de todas esas personas. ¡¡Felicidades!!
Gracias por venir y comentar Ana, pues es una realidad muy triste y tan real, pero una por la que mucho optan, aún cuando su vida está totalmente en juego.
Agradezco tu lindo comentario
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Esperanza y fantasía, una mezcla peligrosa en dos jóvenes que se convierte en dolor y muerte, un relato donde la tensión nos va llevando hasta el final.
Gracias por la apreciación queridos amigos, les agradezco que creen estos concursos donde la creatividad se pone aprueba.
@tipu curate
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Gracias por la ayuda amigo.
¡Felicitaciones!
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El equipo de curación del PROYECTO ENTROPÍA
Siento tristeza al leer estas palabras sobre algo que muchos han vivido en una u otra forma. Aprecio el tono moderado del relato, sin estridencias y lo agradezco.