Rituales para el bienestar | Rituals for wellness
Saludos. La amiga @charjaim en su columna “Esa vida nuestra”, nos deja la invitación a compartir aquellos rituales que hacemos para lograr sentirnos en paz y poder de ese modo minimizar las adversidades que la vida nos pueda dejar. Les comento…
La vida se mueve en una interminable sucesión de momentos buenos, regulares y no tan buenos, y a veces hasta la tragedia puede tocar nuestra puerta.
Con los momentos buenos no hay problemas, se presentan para alegrarnos la vida, para darnos motivos de celebración, para querer compartir con los demás y con nosotros mismos.
El problema es con los otros, con los no tan buenos, y que muchas veces y aún a nuestro pesar aparecen con más frecuencia de la que se desea. De pronto nos surgen dolencias inesperadas, o nos damos cuenta que los recursos no nos alcanzan para cubrir los gastos de alimentos o medicinas, o una mañana gris nuestros hijos nos participan que se van a tierra extraña a buscar un futuro mejor…
Todas esas situaciones inesperadas y desagradables son capaces de trastocar nuestro ánimo, de sumirnos en estados de sufrimiento. Después de todo somos simplemente humanos, y nos afectan todas aquellas cosas que pueden poner en vilo nuestra seguridad material y afectiva.
Pero por muy difíciles que sean las situaciones que se nos presenten la realidad es que la vida sigue, y entonces lo más sabio es tratar de encontrar el modo de continuar viviéndola de la mejor forma posible, lo conveniente es salir del atasco para visualizar nuevos horizontes. Y todos, sin excepción, tenemos a nuestro alcance las herramientas para superar los momentos difíciles, es cuestión de aprender a identificarlas.
En mi caso una de las cosas que me ha funcionado es reconocer una especie de estado de “alerta temprana”. Creo que todos nos vamos poniendo mal poco a poco, a menos que se trate de un evento completamente inesperado como pudiera ser un accidente de cualquier tipo.
Mi malestar comienza con un ligero nerviosismo, empiezo a tener dificultades para la concentración y mi espacio mental es ocupado por pensamientos obsesivos en los que la tragedia se presenta como inevitable. En esos momentos he aprendido a tomar conciencia de que debo hacer algo, antes de que la situación se desborde y entre en un estado de tristeza creciente, que puede llegar a ser completamente paralizante…
Así que a las primeras señales me pongo en marcha, y esto es literal. Luego de mucho tiempo he descubierto que cualquier alteración de mi ánimo mejora con algunas horas de caminata. Y tener eso en cuenta es realmente una bendición, porque esté donde esté siempre tengo la oportunidad de irme a caminar para que mi mente pueda encontrar de nuevo el camino del sosiego.
También tengo otros rituales que contribuyen a elevar la concentración y a mantenerme relajado. Algo tan sencillo como ponerme a ver las matas y las sombras que producen las hojas con la luz vespertina me crea mucha tranquilidad. Puedo pasar largo tiempo contemplando sin más. Claro, tengo la ventaja de que mi casa está rodeada de árboles y pequeños arbustos, por lo que me es muy fácil quedarme extasiado contemplando los leves movimientos de las hojas.
Y sé que tener a la mano ese contacto con la naturaleza es un privilegio, pero si alguno de ustedes vive en un ambiente distinto donde no tenga esta facilidad pudiera probar, por ejemplo, observando los movimientos y las formas de las nubes, o encender una vela y concentrarse en el ligero vaivén de la llama. Son actividades sencillas que tienen un gran efecto tranquilizador.
Como señalé más arriba creo que todos podemos encontrar la forma de superar las bajas en nuestros estados de ánimo, todos podemos encontrar la forma de sentirnos más tranquilos y alegres. Es cuestión de explorar diferentes alternativas hasta dar con aquella que va mejor con nuestro temperamento.
Y aquí debemos estar conscientes de que no hay recetas únicas, quizá lo que funciona para mí no le vaya bien a otro. Pero en nuestro tiempo tenemos la posibilidad de encontrar muchas informaciones y de conocer la forma en que los otros han resuelto sus problemas.
Esta misma iniciativa donde opinamos del tema, seguramente que servirá para encontrar muchas ideas de lo que debe hacerse para sentirse mejor.
Como siempre he disfrutado escribiendo la publicación, este tipo de iniciativas me resultan muy estimulantes. Gracias a @charjaim por invitarnos a reflexionar sobre un tema tan necesario. Para darle continuidad a la iniciativa invito a mis amigas @mafalda2018 y @lisbethseijas
Gracias por tu tiempo.
Greetings. The friend @charjaim in her column "That life of ours", leaves us the invitation to share those rituals that we do to feel at peace and thus minimize the adversities that life can leave us. Let me tell you...
Life moves in an endless succession of good, regular and not so good moments, and sometimes even tragedy can knock on our door.
With the good moments there are no problems, they present themselves to brighten our lives, to give us reasons to celebrate, to want to share with others and with ourselves.
The problem is with the others, with the not so good ones, and that many times, even to our regret, they appear more frequently than we would like. Suddenly unexpected ailments arise, or we realize that our resources are not enough to cover the cost of food or medicine, or one gray morning our children tell us that they are going to a strange land to look for a better future.
All these unexpected and unpleasant situations are capable of upsetting our mood, of plunging us into states of suffering. After all, we are simply human, and we are affected by all those things that can jeopardize our material and emotional security.
But no matter how difficult the situations may be, the reality is that life goes on, and so the wisest thing to do is to try to find a way to continue living it in the best possible way, it is convenient to get out of the jam to visualize new horizons. And we all, without exception, have within our reach the tools to overcome difficult moments, it is a matter of learning to identify them.
In my case, one of the things that has worked for me is to recognize a kind of "early warning" state. I think we all get sick little by little, unless it is a completely unexpected event such as an accident of any kind.
My discomfort starts with a slight nervousness, I begin to have difficulty concentrating and my mental space is occupied by obsessive thoughts in which tragedy presents itself as inevitable. In those moments I have learned to become aware that I must do something, before the situation overflows and I enter into a state of growing sadness, which can become completely paralyzing...
So at the first signs I get going, and this is literal. After a long time I have discovered that any alteration in my mood improves with a few hours of walking. And having that in mind is really a blessing, because wherever I am I always have the opportunity to go for a walk so that my mind can find the path of calmness again.
I also have other rituals that help to elevate my concentration and keep me relaxed. Something as simple as looking at the bushes and the shadows produced by the leaves in the evening light creates a lot of tranquility for me. I can spend a long time just contemplating. Of course, I have the advantage that my house is surrounded by trees and small bushes, so it's very easy for me to be enraptured by the slight movements of the leaves.
And I know that having this contact with nature at hand is a privilege, but if any of you live in a different environment where you do not have this facility you could try, for example, observing the movements and shapes of the clouds, or light a candle and concentrate on the slight swaying of the flame. These are simple activities that have a great calming effect.
As I pointed out above, I believe that we can all find ways to overcome the lows in our moods, we can all find ways to feel calmer and more joyful. It is a matter of exploring different alternatives until we find the one that best suits our temperament.
And here we must be aware that there are no unique recipes, maybe what works for me does not work for someone else. But in our time we have the possibility to find a lot of information and to know how others have solved their problems.
This same initiative where we give our opinion on the subject, will surely serve to find many ideas of what to do to feel better.
As I have always enjoyed writing the publication, I find this type of initiative very stimulating. Thanks to @charjaim for inviting us to reflect on such a necessary topic.
Thank you for your time.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
Comunidad Be Entrepreneur
Hola amigo @irvinc al igual que tu disfruto de la naturaleza y tambien me pibgo a hacer flores de tela y edto me telaja.
A mi me conienza una sebsacion de auslamiento y snsiedad en lo que llsmamos la boca del estomago los orientales en Venezuela. Es ina sendacion que luego se extiende pir todo el cuerpo.
Un abrazo @irvinc
Jejejejeje, me agrada tu sentimiento, bella, @mafalda2018
Saludos, estimado, @irvinc, los rituales, le dicen manías, Prefiero, llamarlos buenos hábitos de vida.
The apparatus of happiness as we know it today is actually quite new. For millennia, generations, and generations naturally assumed that this life, understood as full happiness, is a utopia and, even more countercultural (or so it sounds today), that did not take away from its beauty or make it unworthy of being lived.
As an example, we have fragments of the huehuetlatolli, the ancient word of the Mexica, where in some letters of a father addressed to his daughter, it is shown how in the world-view of that culture this was a world of obstacles and also of suffering; and not for that reason a place exempt from happiness, that is to say, that facing periods or moments of sadness, frustration, fear, etc., is simply part of life.
Today, however, with the machinery that irremediably forces us to be happy all the time (and also to demonstrate it obsessively on social networks) it seems that “negative” feelings become even more frustrating, as we have denied them the right to normality -for the first time in history-, by the way. This creates societies obsessed with feeling good all the time, as if this were synonymous with happiness.
Accepting pain provides us with psychological tools to cope with existence. On the other hand, obsessing over the idea that we are weird for not feeling happy all the time is causing us severe psychological damage.
In this sense, living fully the happy moments of our miserable lives will give us the strength to face the misfortunes that will inevitably come our way in the course of time.
El contacto con naturaleza es una de las formas para liberar todas esas tensiones o preocupaciones que tenemos en nuestra mente, por eso es que me gusta caminar en la.montaña para disfrutar de la naturaleza, saludos amigo.