Ocaso de la verdad | The decline of truth
Fueron los antiguos griegos quienes se hicieron la pregunta por la verdad. En su inquietud había una razón ontológica, les causaba curiosidad conocer los límites de nuestro entendimiento, les movía la inquietud de poder establecer qué cosas podíamos saber y cuáles no, y les resultaba todo un reto poder saber si algo era verdadero.
Aristóteles fue uno de los primeros en tratar de dar respuesta al problema, su planteamiento sobre el tema es bastante amplio. Sin embargo, podríamos resumir que para él la verdad se trataba de un asunto de correspondencia, de sintonía entre variables distintas, por ejemplo entre el intelecto y la realidad. Esa búsqueda de correspondencia marcó el camino de las primeras interpretaciones sobre el tema de la verdad.
Pero más allá de las consideraciones de tipo metafísicas la pregunta por la verdad encerraba un problema práctico relacionado con la vida social. La única forma de vivir civilizadamente es mediante la creación de un pacto de convivencia, lo que más adelante en la teoría política se llamó “el pacto social”. Y para la continuidad de cualquier pacto social es indispensable que haya una idea compartida y acordada de la verdad. Sin ello el pacto pierde sentido y en la práctica deja de funcionar.
Los antiguos romanos intuyeron la importancia de establecer la verdad como garantía de convivencia. Y se ocuparon de generar un cuerpo de leyes que regularan las actividades humanas, muchas de aquellas leyes todavía están en la base de nuestras legislaciones. Su propuesta buscaba poner orden, limitar los abusos y establecer responsabilidades. Condiciones indispensables para el desarrollo de la vida social.
El tema de la verdad siempre ha sido un problema que ha estimulado la reflexión humana. Pensadores de todas las épocas han dedicado su tiempo y sus esfuerzos a tratar de esclarecerla y precisarla. No ha sido fácil ponerse de acuerdo en un tema tan complicado como este.
Llegados a nuestros días podemos afirmar que la verdad ha perdido casi todo su sentido, sobre todo en el terreno de la vida social, donde es tan necesaria para la convivencia. Es gigantesco el cerco que se le ha tendido a este tema tan vital.
Por un lado tenemos la expansión de un pensamiento relativista que ha calado profundamente en la mentalidad de la gente.
Ya forma parte del sentido común la idea de que “cada cabeza es un mundo”, lo que en parte es realmente cierto porque cada uno de nosotros forma su idea del mundo a partir de la información procesada en los sentidos, y estos funcionan distinto para cada quien.
Sin embargo, lo que en realidad subyace en el fondo de esa sentencia es el cuestionamiento a la posibilidad de establecer verdades de aceptación general.
Si cada quien tiene su propia interpretación y si cada quien tiene el derecho de vivir desde su propia verdad, se pierde la posibilidad de establecer cuestiones normativas.
Por ejemplo, alguien pudiera cuestionar un delito como la pederastia, y sostener en su defensa que los niños tienen racionalidad y que son libres de expresar su consentimiento para establecer relaciones sexuales con adultos.
Algo que pudiera tener sentido pero solo como una media verdad, porque gracias al conocimiento que tenemos hoy día todos sabemos que los niños son profundamente vulnerables y manipulables, y que es precisamente por esa vulnerabilidad por lo que hay que protegerlos del posible abuso de los adultos.
El otro gran enemigo de la verdad se ha venido desarrollando con la ampliación de las redes sociales y los medios de comunicación. En las redes sociales se ha ido imponiendo un pensamiento fundamentado en lo emocional y que prescinde totalmente de la racionalidad.
Personajes muy influyentes no tienen el menor problema para difundir cualquier opinión, sin que esté fundamentada en hecho alguno, sin que haya nada de verdad en ella. Se valen del poder que tienen para llegar a millones de personas y de ese modo manipular el pensamiento de los demás. Lo triste de todo esto es que la gran mayoría no se detiene a contrastar el contenido de esas opiniones, simplemente las validan, las repiten y contribuyen a expandirlas sin remordimiento alguno.
En tal contexto se ha vuelto muy común que figuras públicas mientan de forma descarada. Saben que es muy alta la probabilidad de que se salgan con la suya.
En mi país recientemente hasta se ha llegado al extremo de desconocer unos resultados electorales. El perdedor, el Estado, se ha declarado ganador sin presentar ninguna prueba que demuestre lo que dice. La única base de su argumento es el poder. Lo impresionante es que una parte de la comunidad internacional le da credibilidad a esa mentira, no le interesa para nada saber qué ocurrió en realidad.
El siglo XXI se ha ido perfilando como un tiempo de pérdida de la sociedad democrática, se constata en muchos sitios el aumento de gobiernos tiránicos y autoritarios.
El poder del autoritarismo se nutre de la debilidad de la verdad. Quizá sea importante reflexionar en eso. Quizá debamos hacer algo por mantener en alto la necesidad de la verdad… Quizá todavía estemos a tiempo de no naufragar como civilización…
Gracias por tu tiempo.
It was the ancient Greeks who asked themselves the question of truth. In their concern there was an ontological reason, they were curious to know the limits of our understanding, they were moved by the concern of being able to establish which things we could know and which we could not, and it was a challenge for them to know if something was true.
Aristotle was one of the first to try to answer the problem, his approach to the subject is quite broad. However, we could summarize that for him truth was a matter of correspondence, of harmony between different variables, for example between the intellect and reality. This search for correspondence marked the path of the first interpretations on the subject of truth.
But beyond metaphysical considerations, the question of truth enclosed a practical problem related to social life. The only way to live in a civilized way is through the creation of a pact of coexistence, which later in political theory was called "the social pact". And for the continuity of any social pact it is indispensable that there be a shared and agreed idea of truth. Without this, the pact loses meaning and in practice ceases to function.
The ancient Romans sensed the importance of establishing truth as a guarantee of coexistence. And they took care to generate a body of laws to regulate human activities, many of those laws are still at the base of our legislations. Their proposal sought to establish order, limit abuses and establish responsibilities. Indispensable conditions for the development of social life.
The subject of truth has always been a problem that has stimulated human reflection. Thinkers of all times have dedicated their time and efforts to try to clarify and specify it. It has not been easy to agree on a subject as complicated as this.
Nowadays we can affirm that truth has lost almost all its meaning, especially in the field of social life, where it is so necessary for coexistence. The encirclement of this vital subject is gigantic.
On the one hand, we have the expansion of a relativistic thinking that has deeply permeated people's mentality.
It is now common sense that "each head is a world of its own", which is partly true because each of us forms our own idea of the world from the information processed in the senses, and these work differently for each person.
However, what really lies at the bottom of this sentence is the questioning of the possibility of establishing generally accepted truths.
If everyone has his own interpretation and if everyone has the right to live from his own truth, the possibility of establishing normative questions is lost.
For example, someone could question a crime such as pederasty, and argue in its defense that children have rationality and that they are free to express their consent to establish sexual relations with adults.
Something that could make sense but only as a half-truth, because thanks to the knowledge we have today we all know that children are deeply vulnerable and manipulable, and that it is precisely because of this vulnerability that they must be protected from possible abuse by adults.
The other great enemy of truth has been developing with the expansion of social networks and the media. Social networks have been imposing a thinking based on the emotional and totally disregarding rationality.
Highly influential personalities have no problem in spreading any opinion, without any basis in fact, without any truth in it. They use the power they have to reach millions of people and thus manipulate the thinking of others. The sad part of all this is that the vast majority do not stop to contrast the content of these opinions, they simply validate them, repeat them and contribute to spread them without any remorse.
In such a context it has become very common for public figures to lie blatantly. They know that the probability of getting away with it is very high.
In my country they have even gone to the extreme of disregarding election results. The loser, the State, has declared itself the winner without presenting any evidence to support what it says. The impressive thing is that part of the international community gives credibility to this lie, it is not at all interested in knowing what really happened.
The 21st century has been shaping up as a time of loss of democratic society, and in many places we see the rise of tyrannical and authoritarian governments.
The power of authoritarianism is nourished by the weakness of truth. Perhaps it is important to reflect on this. Maybe we should do something to keep the need for truth high... Maybe we are still in time not to be shipwrecked as a civilization...
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
Comunidad Be Entrepreneur
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La afirmación de que la verdad ha perdido su sentido en la vida social es controversial, porque no toma en cuenta la relatividad cultural. Lo que una cultura considera verdadero puede ser visto como falso por otra. El concepto del bien y el mal también varía entre sociedades. La verdad no es un absoluto universal; está moldeada por valores, creencias e historias propias de cada comunidad. Negar esto es ignorar la diversidad humana y las múltiples facetas de la experiencia social. En convivencia, reconocer y respetar estas diferencias es fundamental, aunque a veces desafíe la visión homogénea de la verdad.
El autoritarismo se alimenta de más que solo la relativa debilidad de la verdad. Su sustento proviene de un entorno donde los ciudadanos, inmersos en una esclavitud pasiva, pierden interés en cuestionar y buscar la verdad. Cuando el miedo a repercusiones —ya sea por la propia vida o la de seres queridos— impone silencios y desdén, se crea un terreno fértil para que el autoritarismo florezca. Sin la voluntad colectiva para desafiar y resistir, la verdad se convierte en una víctima secundaria ante la apática aceptación de la opresión. La fuerza del autoritarismo, por ende, reside tanto en la manipulación de la verdad como en el temor y la indiferencia que paralizan a la sociedad.
Es un tema donde caben muchas interpretaciones. Gracias por pasar y comentar estimado @amigoponc. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Querida @irvinc este es un tema bien polémico, me gustó mucho como expones y fundamentado tus criterios, estoy muy de acuerdo en que el poder atenta contra la verdad y la manipula. Muchos somos victimas de eso y también como dice @amigoponc el temor hace lo suyo porque los que tiene el poder tienen muy bien diseñada la represión.Salud amiga
Dear @irvinc this is a very controversial topic, I really liked how you expose and substantiated your criteria, I agree that power attempts against the truth and manipulates it. Many of us are victims of that and also as @amigoponc says, fear does its thing because those who have the power have very well designed repression.
Es impresionante la forma en que el miedo paraliza a la gente, eso lo estamos viviendo en mi país, se ha desatado una ola represiva que no respeta nada. Gracias por pasar y comentar estimada. Un fuerte abrazo desde Maracay.
100 % de acuerdo, 😭😭😭
Desde la filosofía se habla de "la muerte de la metafísica", y todo lo que ella pregona, como la verdad, que si bien está sujeta a interpretaciones humanas, tiene una fuerza objetiva en la realidad que nos envuelve y que nos antecede. Gracias por tu valioso aporte.
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@jesusalejos(7/10) tipped @irvinc