¿Emprender solo o acompañado? | To start up alone or in company?

Saludos. Los amigos de Be Entrepreneur nos dejan una invitación para reflexionar sobre uno de los temas fundamentales del emprendimiento. Les comento…

A los diecisiete años comencé lo que pudiese ser mi primer emprendimiento, aunque creo que por aquel entonces la palabra no era utilizada, y si lo era seguro que tenía poco que ver con el significado que le damos hoy.

Pero aquella experiencia juvenil se parecía más a una travesura de unos adolescentes inquietos que a un intento de negocios. Por aquel tiempo comenzaban las primeras minitecas, muy rudimentarias por cierto. Básicamente se trataba de un cajón alto con uno o dos platos y el amplificador, todo ello manipulado por un disc-jockey. Solo eso, nada de juegos de luces sofisticadas. Los efectos de iluminación se lograban con luces de poco vatiaje y envueltas en papel celofán.

A dos amigos y a mí nos entusiasmó la idea y decimos montar la nuestra. Entre nosotros no existía una larga amistad ni mucho menos, solo nos convocaba el deseo de tener la miniteca.

Evaluamos la situación y caímos en cuenta de que cada uno tenía algo que ofrecer. Yo aporté el amplificador y las cornetas donde tocaba mi guitarra eléctrica, que aunque no eran un equipo estéreo tenían una buena potencia como para hacer retumbar las cornetas. Otro amigo puso a la orden su incipiente colección de discos de Rock y el tercero se comprometió a conseguir el cajón para poner todo aquello, ya que su padre era carpintero y podía regalarle los materiales necesarios para el rústico mueble.

Una vez tuvimos todo listo comenzamos a montar fiestas en el vecindario, éramos pioneros, así que lo poco que ofrecíamos resultaba novedoso. Hicimos las primeras fiestas donde amigos que prestaban su casa, cualquier ocasión era buena para reunirnos; a veces romper el fastidio y salir de la rutina era una razón más que suficiente para armar el bochinche. En esas reuniones conseguimos nuestros primeros clientes, padres de muchachos que querían hacerles alguna celebración, principalmente relacionadas con cumpleaños o promociones de estudio.

Entre los tres decidimos que los primeros ingresos los destinaríamos a la compra de “Long Plays”, el formato musical de la época, también conocidos como discos de acetato. Sabíamos por experiencia que en las fiestas la gente pedía los hits del momento y si no los teníamos era un punto en contra nuestra. Rápidamente tuvimos una buena colección de discos suficientes para no quedar mal en ninguna de nuestras presentaciones.

El negocio tenía buenas perspectivas, cada semana salían por lo menos dos contratos, no podíamos abarcar más puesto que solo teníamos un solo equipo. Los ingresos generados eran suficientes para adquirir discos y comprarnos ropa de moda para cada uno de nosotros. Con aquello estábamos conformes. Estuvimos casi un año y parecía que podíamos estar mucho tiempo en la actividad …

Pero los problemas comenzaron por cuestiones de mantenimiento. Los discos de acetato eran muy delicados, se rayaban fácilmente; cuando eso sucedía no se podían utilizar porque se “pegaban”. La recomendación era usarlos, limpiarlos con un paño suave y guardarlos en la funda de plástico. Pero los muchachos no hacían caso y los dejaban regados por cualquier parte, las personas les colocaban vasos encima; se los prestaban a las muchachas y los manoseaban con las manos sucias de grasa. Muchas veces los metían dentro de los cajones de transporte sin las respectivas fundas.

Como consecuencia del mal uso rápidamente tuvimos un buen volumen de discos inservibles. Aparte de eso los muchachos comenzaron a dedicar más dinero a sus gastos personales que a la reposición de los acetatos. Nos fuimos quedando sin lo principal para nuestra actividad, y el ambiente de nuestro “trabajo”, agradable al principio, se fue volviendo intolerable.

El caso es que un buen día yo decidí no seguir más con ellos. Cada uno retiró lo que había puesto y nos repartimos el montón de discos rayados.

Viendo las cosas desde la distancia me doy cuenta que aquella experiencia falló porque nos faltó a todos algo demasiado importante en cualquier negocio: saber a dónde queremos llegar, qué queremos lograr con nuestro negocio. Ninguno de los tres pensaba en esas cosas, solo nos importaba la diversión que teníamos con la miniteca, nunca pensamos que podíamos estar echando las bases de algo grande, éramos cortos de mira y desperdiciamos una buena oportunidad.

Otras personas que comenzaron como nosotros lograron avanzar en el ramo, tenían varias minitecas para poder contratar eventos simultáneos el mismo día, mejoraron sus equipos y compraron medios de transporte. En ellos sí estaba muy clara la perspectiva del emprendedor.

Decidir si emprendemos solos o acompañados depende principalmente de la naturaleza del negocio. A veces es necesario que haya más de uno porque se necesitan cubrir varias actividades y los empleados no van a sentir el mismo nivel de compromiso que los socios, Pero estar asociado también comporta una serie de riesgos, así que tocará valorar muy bien la situación. Cada actividad tiene sus peculiaridades.

Gracias por tu tiempo.

Greetings. The folks at Be Entrepreneur leave no invitation to reflect on one of the fundamental issues of entrepreneurship. Let me tell you...

When I was seventeen years old I started what could have been my first venture, although I believe that at that time the word was not used, and if it was, it certainly had little to do with the meaning we give it today.

But that youthful experience was more like the pranks of restless teenagers than a business venture. At that time the first minitecas were beginning, very rudimentary by the way. Basically it was a high box with one or two cymbals and an amplifier, all manipulated by a disc jockey. Just that, no sophisticated light effects. The lighting effects were achieved with low wattage lights wrapped in cellophane.

Two friends and I were enthusiastic about the idea and decided to set up our own. There was no long friendship between us, we were only motivated by the desire to have the miniteca.

We evaluated the situation and realized that each of us had something to offer. I contributed the amplifier and the horns where I played my electric guitar, which although they were not stereo equipment, they had enough power to make the horns rumble. Another friend offered his incipient collection of Rock records and the third one promised to get the crate to put all that, since his father was a carpenter and could give him the necessary materials for the rustic furniture.

Once we had everything ready we started to organize parties in the neighborhood, we were pioneers, so the little we offered was new. We had the first parties where friends lent us their houses, any occasion was good to get together; sometimes to break the annoyance and get out of the routine was more than enough reason to make a fuss. In those meetings we got our first clients, parents of children who wanted to make some celebration for them, mainly related to birthdays or study promotions.

Between the three of us we decided that the first income would be destined to the purchase of "Long Plays", the musical format of the time, also known as acetate records. We knew from experience that at parties people asked for the hits of the moment and if we didn't have them it was a point against us. We were quickly able to have a good collection of records so as not to look bad in any of our presentations.

The business had good prospects, at least two contracts were coming out every week, we could not cover more since we only had one team. The income generated was enough to buy records and fashionable clothes for each of us. We were happy with that. We were there for almost a year and it seemed that we could be in business for a long time...

But the problems started because of maintenance issues. The acetate discs were very delicate, they scratched easily; when that happened they could not be used because they "stuck". The recommendation was to use them, clean them with a soft cloth and keep them in the plastic sleeve. But the boys did not pay attention and left them scattered everywhere, people put glasses on them; they lent them to the girls and handled them with their greasy hands. Many times they would put them inside the transport crates without the respective covers.

As a consequence of the misuse we quickly had a good volume of unusable discs. Besides that, the guys started to spend more money on clothes than on replacing the acetates. We were running out of the main thing for our activity, and the atmosphere of our "work", pleasant at the beginning, became intolerable.

One day I decided to stop working with them. Each one of us took back what we had put and we divided the pile of scratched discs.

Looking at things from a distance I realize that that experience failed because we all lacked something too important in any business: to know where we want to go, what we want to achieve with our business. None of the three of us thought about those things, we only cared about the fun we had with the miniteca, we never thought we could be laying the foundations of something big, we were short-sighted and we wasted a good opportunity.

Other people who started like us managed to advance in the business, they had several minitecas to be able to hire simultaneous events on the same day, they improved their equipment and bought means of transportation. They were very clear about the entrepreneur's perspective.

Deciding whether to go it alone or with others depends mainly on the nature of the business. There are times when it is necessary to have more than one partner because several activities need to be covered and the employees will not feel the same level of commitment as the partners, but being associated also entails a series of risks, so it will be necessary to evaluate the situation very well. Each activity has its own peculiarities.

Thank you for your time.

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.

Hasta una próxima entrega. Gracias.

Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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