Saludos. Me gusta observar las diferentes iniciativas de los emprendedores en mi entorno. No deja de sorprenderme como la gente es capaz de ver tantas oportunidades en las cosas cotidianas.

En estos días mientras compraba el agua para beber, en una zona de la ciudad donde la extraen de un pozo profundo, donde supuestamente es de mayor calidad puesto que el pozo está a una gran profundidad, libre de los contaminantes de las aguas más superficiales, llegó un muchacho en una moto triciclo con una adaptación bastante ingeniosa.

Toda la parte trasera de ese triciclo estaba compuesta por pequeños compartimientos donde fácilmente podía ubicar quince botellones de agua.

Como suele ocurrirme en esos casos no pude resistirme y le busqué conversación al joven para ver si me explicaba cuál era su actividad.

El muchacho resultó ser muy amable y más conversador de lo que yo esperaba. Lo primero que me dijo es que la distribución de los compartimientos la había diseñado él mismo.

Compró el triciclo solamente con la pequeña cabina para el conductor. Luego con un herrero conocido le hizo todo el trabajo posterior para ubicar los botellones.

Por un momento me pasó por la mente preguntarle si consideraba suficientemente seguro su diseño, pero decidí mejor no meterme en esas profundidades puesto que mi interés era otro, indagar sobre sus condiciones como emprendedor.

Me comentó que la idea de distribuir los botellones le había surgido mientras veía el entrenamiento de su hijo en una pequeña escuela de beisbol menor cercana a su residencia. Allí los entrenadores siempre necesitaban botellones de agua para ellos y los menores. En tardes calurosas el consumo de agua se multiplicaba y muchas veces tenían que solicitar el favor de alguien que fuese a traer unos cuantos botellones suplementarios.

Aquel joven se dio a la tarea de inventariar todas las escuelas de beisbol menor de la ciudad. Había algunas, las más grandes, donde todo estaba muy organizado, incluso, contaban con transporte propio para gestionar el suministro de los botellones de agua potable. Pero en las más pequeñas resolver el suministro de agua podía complicarse. Y allí fue donde él vio la oportunidad de desarrollar su negocio.

Aquella necesidad coincidió con una feroz competencia de las agencias de motocicletas en la ciudad. Cada concesionario retaba al resto con ofertas que parecían insuperables.

Una de las marcas comenzó una promoción para los triciclos, los compradores no tendrían que dar ninguna inicial, se incluían en una lista y comenzaban una cotización semanal. Cada semana se hacía un sorteo y se otorgaban dos triciclos a los que estaban en la lista, luego continuaban pagando las cuotas semanales hasta cancelar el monto de la deuda.

El joven del que les hablo pensó que aquello le había caído como anillo al dedo. Inmediatamente vio allí la posibilidad de comenzar su negocio. Se inscribió en el programa promocionado por la agencia y en la sexta semana salió sorteado y recibió el triciclo. Luego entre conocidos pidió pequeños prestamos para mandar a hacer la adaptación para cargar los botellones.

Desde ese momento han pasado algunos meses. En la actualidad tiene una cartera de clientes que le garantizan unos ingresos permanentes, suficientes para el mantenimiento de su familia, para cancelar las cuotas del triciclo y para apartar algunos ahorros que le permitan más adelante tener un vehículo de mayor tamaño donde pueda aumentar su oferta de repartir botellones en las diferentes escuelas de beisbol menor, un mercado cautivo para ese tipo de negocios.

Como ven las oportunidades pueden estar en cualquier parte, unos las saben detectar más rápidamente y otros no. Y esa es precisamente una de las cualidades más importantes de cualquier emprendedor, poder ver a tiempo donde se está generando una oportunidad de negocios.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I [II] (https://pixabay.com/es/photos/panam%C3%A1-vendedora-helado-triciclo-1148321/) III.

Greetings. I like to observe the different initiatives of entrepreneurs in my environment. It never ceases to amaze me how people are able to see so many opportunities in everyday things.

These days while I was buying water to drink, in an area of the city where it is extracted from a deep well, where it is supposedly of higher quality since the well is at a great depth, free from the contaminants of the surface water, a boy arrived on a tricycle motorcycle with a rather ingenious adaptation.

The entire back of the tricycle was made up of small compartments where he could easily fit fifteen bottles of water.

As usually happens to me in such cases I could not resist and I sought conversation with the young man to see if he would explain to me what his activity was.

The boy turned out to be very friendly and more talkative than I expected. The first thing he told me was that he had designed the layout of the compartments himself.

He bought the tricycle only with the small cab for the driver. Then, with a blacksmith he knew, he did all the work afterwards to place the bottles.

For a moment it crossed my mind to ask him if he considered his design safe enough, but I decided better not to get into those depths, since my interest was different, to inquire about his conditions as an entrepreneur.

He told me that the idea of distributing the bottles had come to him while watching his son's training at a small minor baseball school near his residence. There the coaches always needed bottles of water for themselves and the kids. On hot afternoons the water consumption multiplied and many times they had to ask the favor of someone to go and bring a few extra bottles.

That young man set himself the task of taking an inventory of all the minor baseball schools in the city. There were some, the larger ones, where everything was very organized, and they even had their own transportation to manage the supply of drinking water bottles. But in the smaller ones, resolving the water supply could get complicated. And that is where he saw the opportunity to develop his business.

That need coincided with fierce competition from motorcycle dealerships in the city. Each dealership challenged the others with offers that seemed unbeatable.

One of the brands started a promotion for tricycles, buyers would not have to give any down payment, they were included in a list and started a weekly quotation. Each week a drawing was held and two tricycles were awarded to those on the list, then they would continue to pay the weekly installments until they paid off the amount of the debt.

The young man I am talking about thought that this was a perfect fit for him. He immediately saw the possibility of starting his business. He enrolled in the program promoted by the agency and in the sixth week he was drawn and received the tricycle. Then, among acquaintances, he asked for small loans to have the tricycle adapted to load the bottles.

A few months have passed since then. At present he has a portfolio of clients that guarantee him a permanent income, enough for the maintenance of his family, to pay the fees of the tricycle and to set aside some savings that will allow him later to have a larger vehicle where he can increase his offer of distributing bottles in the different baseball schools, a captive market for this type of business.

As you can see, opportunities can be anywhere, some know how to detect them more quickly and others do not. And that is precisely one of the most important qualities of any entrepreneur, to be able to see in time where a business opportunity is being generated.

Thank you for your time.

Image source. I II III.

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.
Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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