Para la noche de navidad mi madre preparaba la cena con hallacas, pan de jamón y la ensalada de gallina, esta sigue siendo mi comida favorita para celebrar ese día tan especial. También había torta, gelatina y refrescos, salimos después de cenar para visitar a nuestros familiares. Recuerdo que en cada casa a donde íbamos, el niño Jesús nos había dejado regalos por portarnos bien todo el año. Pero una noche, cuando alguien quiso hacernos creer que el niño Jesús no era quien dejaba los obsequios, salimos, cuando regresamos a la casa después de la media noche, encontramos un montón de regalos bajo el arbolito. Nuestros padres lograron mantener la ilusión un tiempo más y eso nunca lo olvidaré. Después de tan gratos recuerdos, si me preguntan con quién quiero pasar la navidad, la respuesta es sencilla, con mis padres. No obstante, hace 9 años que mi madre dejó este mudo terrenal y mi padre se fue hace 10 meses.

Aunque mis queridos padres ya no están, la tradición se mantiene, por mi trabajo casi no he tenido tiempo, sin embargo, ya puse el arbolito (algo tarde) y algunos adornos. En navidad la paso con una amiga de la infancia y su familia, ese día cenamos hallacas, pan de jamón, pasticho y tarta de limón, este año fue de parchita. La cena es a las 12 de la noche, muy diferente cuando la pasaba con mis padres, que cenábamos a las 8 de la noche. El año pasado después de la cena, nos divertimos con un intercambio de regalos improvisado y después nos pusimos a cantar todos en kareoke.