Lectura Comprensiva: "Ana y la Semilla de la Paciencia"

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Un día, la maestra de Ana llevó a clase unas pequeñas semillas para hacer una actividad especial. Explicó que plantarían las semillas en una maceta y que, con tiempo y cuidado, cada una de ellas crecería en una hermosa planta. Ana estaba emocionada por la idea y no podía esperar a ver su planta crecer.

Cada niño recibió una semilla, que colocaron en una maceta y llevaron a su casa. Ana con mucho cuidado, colocó la suya en la tierra, la cubrió con tierra y luego le echó un poco de agua, tal como la maestra había enseñado. "¡Ahora solo falta esperar!", dijo la maestra con una sonrisa.

Al día siguiente, Ana corrió hacia su maceta esperando ver una planta grande y verde, pero lo único que encontró fue la misma tierra que había cubierto su semilla. Un poco desanimada, Ana se preguntaba por qué no crecía nada. Pasaron algunos días, y aunque Ana regaba su maceta todos los días, aún no veía ningún cambio.

Su mamá notó que Ana estaba preocupada y le explicó: "Ana, las plantas, igual que muchas cosas en la vida, necesitan tiempo para crecer. La paciencia es importante, si sigues cuidando bien de tu semilla, pronto verás los resultados."

Con esas palabras en mente, Ana decidió ser más paciente. Continuó regando su planta cada día, observando la tierra con ilusión. Unas semanas después, vio una pequeña hojita verde en su maceta. ¡Su planta estaba creciendo!

Ana con esta lección aprendió que algunas cosas valiosas toman tiempo y que la paciencia y el esfuerzo siempre traen recompensas.