Beginning and end of a promising career to take on a family challenge

In that great journey called life, our choices and decisions often lie in the family, that indestructible pillar that supports us in the darkest moments and illuminates us in the most significant joys.

Therefore, today, I wish to accompany you in this contest of empowered women from Ladies of Hive Community Contest #175, remembering an important moment in my life, which comes to my present with this question:

• A woman is always expected to make sacrifices for her family. Have you ever sacrificed something important for your loved ones and never talked about it? Do you want to share your story with us?

I believe that sacrificing, giving up something of oneself for the sake of family well-being, is an act of sublime love that transcends the material and stands as the cornerstone of true happiness.

It is difficult for me to remember in just moments how much I had to fight to achieve my first university degree. It was all meticulous and arduous preparation. I worked part shifts in various jobs alongside my studies to support them, hoping that it was a promising career.

The path of sacrifice is not always easy nor is it free of challenges and renunciations. However, every gesture of dedication, every decision we make silently in favor of our family; It is like a sowing with seeds of love and strength that bloom in a garden of complicity and indissoluble union.

So, I made my decision, after graduating, practicing, continuing to prepare and do more training within companies, being seen as an excellent worker by bosses and a prospect for better positions; my second baby came. It's been 15 years now.

13 years ago this beautiful memory, where one decision would change everything

It is at that moment, I looked for answers within me. It was a moment of conscious renunciation, where I discovered the true meaning of the word sacrifice: not as a loss, but as a gain. I decided to put aside everything I had achieved with so much effort to stay at home taking care of my two children. It was even a decision made as a couple. Which did not have great value in the end to sustain the family union.

At that time there were only two children and the business field in which I was working was quite demanding of presence and action. With trips, training and specializations paid for by the company.

I had to make a brave decision, and although I later returned to university studies in another field, I had to do it in a career that would allow me to spend more time with my children, I had to leave all that environment and achievements that I achieved at the beginning to take care of my children. children. At that moment it was necessary to sacrifice a promising career in pursuit of closeness and time shared with my children.

Although the financial remuneration of my first career was 4 times greater than the second, and today my children do not clearly remember the time shared; I can tell you with certainty that they are good children, with values, intelligent, responsible, respectful and very independent.

At the end of the day, it is these small instant samples of love and complicity that fill our hearts and give us unmatched emotional richness.

This was my sacrifice of love, I know that all the affection, the hot food on time, the mother's love when I got home from school, the nights with company, and every moment I was with them; He gave them the security and firmness that today allows them to make decisions to be happy men.

Thank you for joining me in this memory.

Versión en Español

Hoy han pasado ya 15 años desde aquella decisión. Ahora sólo somos mis 4 hijos y Yo. Esperando que la vida nos sonría de nuevo.

En esa gran travesía llamada vida, a menudo nuestras elecciones y decisiones yace en la familia, ese pilar indestructible que nos sostiene en los momentos más oscuros y nos ilumina en las alegrías más significativas.

Por ello hoy, deseo acompañarlas en este concurso de mujeres empoderadas de Ladies of Hive Community Contest #175 haciendo memoria a un momento importante de mi vida, que viene a mi presente con esta pregunta:

• Siempre se espera que una mujer haga sacrificios por su familia. ¿Alguna vez has sacrificado algo importante por tus seres queridos y nunca has hablado de ello? ¿Quieres compartir tu historia con nosotros?

Considero que sacrificar, ceder algo de uno mismo en aras del bienestar familiar, es un acto de amor sublime que trasciende lo material y se erige como la piedra angular de la felicidad verdadera.

Es difícil para mi recordar en sólo instantes, cuánto tuve que luchar para alcanzar mi primer titulo universitario. Fue toda una preparación meticulosa y ardua. Trabajé por medios turnos en varios oficios a la par de mis estudios para poder costearlos, con la esperanza de que era una carrera prometedora.

El sendero de los sacrificios no siempre es fácil ni está exento de desafíos y renuncias. Sin embargo, cada gesto de entrega, cada decisión que tomamos en silencio en favor de nuestra familia; es como una siembra con semillas de amor y fortaleza que florecen en un jardín de complicidad y unión indisoluble.

Entonces, tome mi decisión, después de graduarme, ejercer, seguirme preparando y hacer más formación dentro de las empresas, ser vista como una excelente trabajadora por los jefes y prospecto para cargos mejores; vino mi segundo bebe. Hace 15 años ya.

• El proceso de amamantar a cada uno de mis hijos me ha llevado un tiempo considerable en cada proceso.

Es en ese momento, busque respuestas dentro de mi. Fue un instante de renuncia consciente, donde descubrí el verdadero significado de la palabra sacrificio: no como una pérdida, sino como una ganancia. Decidí dejar de un lado todo lo que con tanto esfuerzo había logrado para quedarme en casa cuidando de mis dos hijos. Inclusive fue una decisión asumida en pareja. Lo cuál no tuvo gran valor al final para sostener la unión familiar.

En ese instante tan sólo eran dos hijos y el ámbito empresarial en el que me estaba desenvolviendo era bastante demandante de presencia y acción. Con viajes, formaciones y especializaciones costeadas por la empresa.

Tenía que tomar una decisión valiente, y aunque luego retome estudios universitarios en otro ámbito, lo tuve que hacer en una carrera que me permitiera estar más tiempo con mis hijos, tuve que dejar todo ese entorno y logros que alcance al inicio por cuidar de mis hijos. En ese instante fue necesario sacrificar una carrera prometedora en pos de la cercanía y el tiempo compartido con mis hijos.

Aunque la remuneración económica de mi primera carrera era 4 veces mayor que la segunda, y hoy mis hijos no recuerdan con claridad el tiempo compartido; puedo decirles con certeza, que son niños de bien, con valores, inteligentes, responsables, respetuosos y muy independientes.

Al final del día, son estas pequeñas muestras instantáneas de amor y complicidad las que llenan nuestro corazón y nos brindan una riqueza emocional inigualable.

Este fue mi sacrificio de amor, sé que todo el afecto, la comida caliente a la hora, el amor de madre al llegar del colegio, las noches de compañía, y cada instante que estuve con ellos; les dio la seguridad y firmeza que hoy les permite tomar decisiones para ser hombres felices.

Gracias por acompañarme en este recuerdo.