Volver a empezar [ESP/ENG]
Virginia subió a la terraza con mucha ira y amargura. Quería irse de vacaciones, experimentar el verdadero descanso. Era diciembre y las fachadas de las casas que colindaban con su casa lucían grandes ornamentos, pero ella, sin embargo, no podía sentir aquel espíritu de la navidad del que todos hablaban. Diciembre era una época preciosa, pero su relación laboral estaba plagada de altibajos.
Aún podía verse a sí misma entrando a aquella empresa, llena de sueños, pero ahora todo parecía ser gris. Así como el comienzo de una relación amorosa, romanticismo, planes a futuro y deseo de crecimiento. Pero la gente viene y va mientras que la monotonía se queda. Esa filosofía estoica que siempre le había acompañado, ahora le resultaba distante en el tiempo, como si una nube de esmog de repente nublara su vista y no la dejara vislumbrar su futuro.
Esa nube de esmog, ahora cubría su vida desde todos los puntos de vista. Frustrada se echa a llorar mientras se deja seducir por una copa de vino y uno que otro pensamiento furtivo. De repente, Paco, ese chico que por 8 meses le ha hecho la vida menos dura de lo que parece ser, llega para aliviar sus pensamientos. Él se queda parado en el portal, como si tratara de dilucidar aquello que la atormenta.
Paco se queda allí, sin decir ni una sola palabra. Él sabe que existen cosas que no puede resolver, pero se posa detrás de ella tratando de tranquilizar sus demonios. Virginia se deja llevar por su novio y de pronto los problemas que antes le parecían tan importantes, ahora carecían de sentido. Le mira a sus ojos y busca de sus besos.
— ¿Te imaginas ser libre de las ataduras de mi jefe? —farfulló Virginia— Estoy cansada de ese ambiente tóxico.
— Claro que me lo imagino amor. Pero, ¿no crees que ya es hora de emprender en algún proyecto personal? —dijo Paco, esperanzado.
— ¿Todavía sigues con la idea de vivir en el faro?, no lo sé. Te confieso que me hace dudar la idea de encerrarme en una isla. La vida en la ciudad es una vorágine adictiva. Y lo sé, sé que esto podría sonar contradictorio, pero se siente bien trabajar en lo que te apasiona y en la isla no es que haya muchas oportunidades para una publicista…
— Ahora mismo no, pero bien sabes que este sueño que tengo de abrir un restaurante en la isla, nos brindaría mucha más tranquilidad que tu trabajo actual—profirió Paco con su extrema tranquilidad—Además, sabes muy bien que yo buscaría la manera de que nuestras pasiones y sueños convivan y se desarrollen.
— Ese ha sido el secreto para enamorarme. Esa capacidad que tienes de mirar mucho más allá de lo aparente. Tal vez tengas razón, diciembre es buen momento para mirar a tu pasado, pero sin perder de vista al futuro.
— También lo es para cerrar ciclos. Como empleados también llega un punto en el cual ya no podemos crecer más dentro de una empresa. Y ese es el momento justo en el cual debes irte, ¿a qué le temes?, sabes muy bien que nos tenemos el uno al otro. Si tenemos que comenzar de nuevo lo hacemos cuantas veces sean necesarias, además no solo tenemos la isla como opción…
— Tienes razón. Debo tomar el timón y redireccionar mi vida, la isla de repente ya no me parece tan mala opción. Podemos intentarlo, después de todo, como tu bien dices, nos tenemos al uno al otro —Virginia se levanta y abraza fuerte a Paco.
Mientras tanto, abajo, unos niños cantaban felices, unos villancicos y la amargura que antes inundaba el corazón de Virginia, se había esfumado. Paco y ella bajaron de aquella terraza, inundados de ternura, la vida siempre es buena, mientras tengamos la oportunidad divina de volver a empezar.
FIN
Virginia went up to the terrace with a lot of anger and bitterness. She wanted to go on vacation, to experience true rest. It was December and the facades of the houses that adjoined her house were decorated with great ornaments, but she, however, could not feel that Christmas spirit that everyone was talking about. December was a beautiful time, but her working relationship was plagued with ups and downs.
She could still see herself walking into that company, full of dreams, but now everything seemed to be gray. As well as the beginning of a romantic relationship, romance, future plans and desire for growth. But people come and go while monotony stays. That stoic philosophy that had always accompanied her, now seemed distant in time, as if a cloud of smog suddenly clouded her vision and did not let her glimpse her future.
That cloud of smog now covered her life from every point of view. Frustrated, she burst into tears as she let herself be seduced by a glass of wine and the occasional furtive thought. Suddenly, Paco, that guy who for 8 months has made her life less hard than it seems to be, arrives to ease her thoughts. He stands in the doorway, as if trying to elucidate what torments her.
Paco stands there, without saying a word. He knows there are things he can't solve, but he stands behind her trying to calm her demons. Virginia lets herself be carried away by her boyfriend and suddenly the problems that seemed so important to her before are now meaningless. She looks into his eyes and seeks his kisses.
— Can you imagine being free of my boss's ties? —I'm tired of that toxic environment.
— Of course I can imagine it, love. But, don't you think it's time to start a personal project? —said Paco, hopeful.
— Are you still thinking about living in the lighthouse, I don't know. I confess that the idea of shutting myself up on an island makes me hesitate. City life is an addictive maelstrom. And I know, I know this might sound contradictory, but it feels good to work in what you are passionate about and on the island there are not many opportunities for a publicist?
— Not right now, but you know very well that this dream I have of opening a restaurant on the island, would give us much more peace of mind than your current job— said Paco with his extreme tranquility— Besides, you know very well that I would look for a way for our passions and dreams to coexist and develop.
— That has been the secret to my falling in love. That ability you have to look far beyond the apparent. Maybe you are right, December is a good time to look at your past, but without losing sight of the future.
— It is also to close cycles. As employees, there also comes a point at which we can no longer grow within a company. And that is the right time to leave, what are you afraid of, you know very well that we have each other. If we have to start over we do it as many times as necessary, besides we don't only have the island as an option....
— You are right. I must take the helm and redirect my life, the island suddenly doesn't seem like such a bad option anymore. We can try, after all, as you say, we have each other —Virginia stands up and hugs Paco tightly.
Meanwhile, downstairs, some children were happily singing Christmas carols and the bitterness that used to flood Virginia's heart had vanished. She and Paco came down from that terrace, flooded with tenderness, life is always good, as long as we have the divine opportunity to begin again.
THE END
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