Espero estén todos muy bien por aquí, hoy les vengo a contar algo, como una verdadera mamá orgullosa, el pasado martes fue el primer concierto de mi pequeño terremotin, y sí, llore como una tonta, creo que todas las madres (o al menos quiero creer eso) somos así, la emoción nos gana con cada pequeño logro de nuestros hijos. Como les comentaba hace un tiempo, a principios de este año, mi Mathias dio inicio a sus clases de cuatro y de flauta dulce, siento en esta última un poco inconsistente en su asistencia, por salud, ya que las gripes y resfriados han sido una constante en la vida de Mathias en estos últimos meses, probablemente para final de año escolar, tendré la oportunidad de verlo en uno de estos conciertos. Continuando, el martes fue un completo caos en casa, nos habíamos quedado sin gasolina, mi hermano no estaba en casa, por lo que no contábamos con su carro, y ya me estaba empezando a preocupar; sin embargo, a último minuto apareció mi hermano como un gran héroe, y logramos asistir al concierto.



El concierto lo anunciaron como un concierto por el día de las madres, siendo que el mismo funge como la evaluación trimestral de los alumnos de la escuela de música, y la verdad que es una de las mejores maneras para incentivar a estos niños y adolescentes que en su mayoría son excepcionales. Mathias no se veía para nada nervioso, la verdad es que, aunque no es muy diestro en el instrumento, ya que apenas ha visto clases unos tres meses, ha demostrado que le gusta lo que hace y se ha comprometido con esta nueva responsabilidad. Para ir a verlo me llevé a mis padres, mi hermano y una tía, y de ser posible me fuera llevado a toda la familia jajaja, la verdad es que todos estábamos muy emocionados por ir a ver lo que mi gordito había estado ensayando tantos días.





La cátedra de cuatro, era la última en presentarse, por lo que primero nos tocó deleitarnos con un ensamble de flautas dulces, otro de guitarra, y la evaluación de arpa, antes de poder ver a mi pequeño haciendo lo que le gusta. Antes de continuar debo decir que, esperaba poder ver a mi pequeño o al menos verlo un poco más, estaba sentado en la parte de atrás, imagino que por ser de los más nuevos, apenas si lograba ver su cabecita, pero igual me emocione hasta las lágrimas, la verdad es que el solo hecho de saber que él estaba allí, era más que suficiente para mí.





No puedo dejar de decir que quede más que asombrada con la sincronización perfecta que los otros niños de la cátedra lograron tener luego de tantos ensayos y de meses de clases continuas, la verdad me encanto verlos a todos en acción, sin dudarlo mucho, felicite al maestro por lograr tal ejecución, y por aguantarse y orientar a mi Mathias, porque sé que el carácter de mi terremoto no es nada fácil, y lograr lo que el logro, es toda una proeza.



Otra de las cosas por las que agradecí este día, fue el hecho de poder contar con la presencia de mi mamá en dicho concierto, esto para ella es algo que sé, aprecia con todo su ser, y más aún luego de todo por lo que ha pasado, así que para ella, fue el regalo más que perfecto, ella vive peleando con Mathias 24/7, pero sé que daría la vida por mi pequeño, así como yo la daría por ella, y es que solo aprendemos a valorar todo lo que nuestra madre y padre ha hecho por nosotros, cuando nos toca desempeñar ese rol.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas con la cámara de mi Xiaomi Redmi Note 9S, editadas con, Photoroom y Canva}

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