¡Hola, amantes de los buenos recuerdos! Hace ya largo rato que no me daba un paseo para compartir un recuerdo por aquí, la verdad es que mi vida en estas últimas semanas no me ha dado la oportunidad de sentarme a recordar mucho que digamos, hay temporadas en las que la vida nos permite tan solo vivir en el presente y probablemente maquinar o pensar algunas cosas de nuestro futuro, y en este momento, estoy en esa temporada, hoy mientras me tomaba un café con mi hermano en la mañana y conversábamos, le comentaba que mi vida ha cambiado tanto, que ahora estaba un jueves por la mañana organizando el trabajo para el fin de semana, mientras que hace unos 9 - 10 años, estaba organizando a qué fiesta iría, ya que los jueves normalmente comenzaban las fiestas en mi vida jajaja, ¡Cuanto he crecido!



Pues sí, durante una buena cantidad de años era una fiel amante de los jueves de Ladys Night, y para completar, termine siendo novia de un Dj, por lo que, durante 4 años mis fines de semana iban de una fiesta a otra, probablemente por eso, ahora me da tanta pereza asistir a fiestas, incluso ya la música a muy alto volumen me genera dolores de cabeza, y es que, desde que tuve a Mathias en mi vida, me acostumbre a tener hasta el celular en silencio, por aquello de no interrumpir el sueño del pequeño terremoto, que les cuento, lo acostumbre a dormir con música suave, y ahora se puede estar cayendo el mundo y él duerme como un angelito. Recuerdo una fiesta de disfraces de una amiga en Guatire, que al final termino siendo novia del donante, eso es material para otro post jajaja, lo cierto es que, ella me llamó para que asistiera a su cumpleaños, y por aquellos años, 2013, para ser exactos, amaba tomar un bus e ir a cualquier parte donde pudiera pasarlo bien, así que, no dude en decirle que sí, solo que no tenía disfraz, para lo que ella me fue guiando con lo que podía armar uno, y así termine siendo la vaquera de la fiesta



Eileen, mi amiga se ha caracterizado siempre por tener una imaginación genial, y para planificar una fiesta siempre ha sido un rayo, pues además de organizarlas muy rápido, con pocas cosas hace maravillas, la verdad, es que, extraño un poco esa época en ocasiones, pero tampoco voy a decir que muero por volver a vivirla, fueron épocas espectaculares, pero no cambiaría por nada lo que he logrado vivir como madre, probablemente una escapadita de vez en cuando no me caería mal, pero tampoco es algo que me quite el sueño.



Tomar un bus por 5 horas o más, para ir a una fiesta, hace unos 10 años, representaba una gran aventura que no dudaba en tomar, pero ahora debo decir que la pereza me gana, sin embargo, esta fiesta en particular la recuerdo con mucha alegría, pues pasamos una velada genial, bailamos toda la noche, y luego poder ver el amanecer al lado de la persona que en ese entonces, pensaba, sería mi compañero de vida, era algo que realmente me llenaba de entusiasmo, ese día particularmente fui una vaquera de último minuto que dedico su noche a disfrutar al máximo, hoy les comparto apenas una parte de lo que pude capturar esa noche, el resto de las fotografías fueron eliminadas jajaja.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas de mis álbumes personales}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, la agradecería que la pusiera en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina ya dondequiera que vayas!

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