Una Cita Conmigo Misma / an appointment with myself (Esp/Eng)

Hola, comunidad. Espero que estén muy bien. Hoy quiero compartir una reflexión sobre algo que me pasó esta semana y que me ayudó a desconectarme del ruido externo para reconectar conmigo misma. A veces, en la vorágine de actividades y responsabilidades, especialmente ahora que se acerca el final del año, parece que no hay un segundo para detenerse. Y en ese apuro, olvidamos algo fundamental: pasar tiempo con nosotras mismas, escucharnos, agradecer lo que hemos logrado y prepararnos para lo que viene.

Les cuento un poco de mi contexto. Una de las actividades que realizó en mi consultora es trabajar como facilitadora y capacitadora y estas últimas semanas han sido un torbellino de cierres de talleres, entrega de certificados, charlas, preventas y planificación para el próximo año. Cada actividad requiere energía, concentración y, sobre todo, estar presente. Todo esto es maravilloso, porque amo lo que hago, pero soy humana y también me agoto de dar.

Esta semana, después de días particularmente demandantes, decidí hacer algo para mí: me tomé una cita conmigo misma. Fui a un café cercano y simplemente me permití observar. Observé cómo las personas disfrutaban de su café, cómo compartían en pareja o en grupo, cómo los que estaban solos se sumergían en sus celulares o en sus propios pensamientos. Yo, por el contrario, elegí desconectarme y sumergirme en los sonidos del ambiente. Escuché el ruido de la máquina de café, especialmente ese momento en que la leche y el café se mezclan para hacer espuma; fue algo tan simple, pero tan reconfortante para mí.

Mientras estaba ahí, aproveché para agradecer: agradecer por lo que logré este año, por los desafíos que superé y por la persona en la que me estoy convirtiendo. Y aunque no escribí en ese momento, hice mentalmente un ejercicio de escritura terapéutica que hoy quiero compartir con ustedes. Si tienen un momento para dedicarse a sí mismas, las invito a probarlo.

Ejercicio de Escritura Terapéutica: Reconectar y Agradecer

1.Elige un lugar tranquilo. Puede ser tu habitación, un parque o incluso una cafetería. Lleva papel y bolígrafo.
2.Piensa en el último acontecimiento importante en tu vida. Escríbelo como si estuvieras narrando una historia, con detalles de cómo te sentiste antes, durante y después de ese momento.
3.Retrocede tres meses desde ese acontecimiento. Anota todo lo que hiciste, los obstáculos que enfrentaste y cómo los superaste. Reflexiona sobre qué te enseñaron esas experiencias.
4.Avanza desde ese momento hasta el presente. Escribe los logros que alcanzaste y cómo te agradeciste a ti misma por ellos. También anota si celebraste esos logros y cómo lo hiciste.
5.Piensa en el próximo gran acontecimiento en tu vida. Escribe cómo te gustaría sentirte en ese momento, qué pasos vas a dar para que esa experiencia sea como la imaginas y qué acciones concretas puedes tomar desde ahora para prepararte.
6.Lee lo que escribiste. Guarda tus palabras y vuelve a ellas siempre que necesites motivarte, recordarte de lo que eres capaz o simplemente reconectar contigo misma.

Estoy convencida que tomarse un tiempo para nosotras no solo es un acto de amor propio, sino una manera de recordarnos con el papel protagónico de nuestra vida, cada una de nosotras somos las protagonistas de nuestra vida, tú eres la protagonista de tu vida. ¿Cómo estas ejerciendo ese rol?

Hacer una pausa y reflexionar sobre tu camino te permite seguir adelante con más claridad y fuerza.

Hoy te invito a que tengas esa cita contigo misma cada vez que puedas. Que te des el espacio para agradecer lo que eres, lo que has logrado y lo que estás construyendo. Porque si tú no estás bien, no podrás brillar para iluminar tus proyectos y tus sueños.

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Hello, community. I hope you are doing great. Today I want to share a reflection on something that happened to me this week that helped me disconnect from the external noise to reconnect with myself. Sometimes, in the maelstrom of activities and responsibilities, especially now that the end of the year is approaching, it seems that there is not a second to stop. And in that rush, we forget something fundamental: to spend time with ourselves, to listen to ourselves, to be grateful for what we have achieved and to prepare ourselves for what is to come.

Let me tell you a little bit about my context. One of the activities I do at my consulting firm is to work as a facilitator and trainer and these last few weeks have been a whirlwind of workshop closings, certificate presentations, talks, pre-sales and planning for next year. Each activity requires energy, focus and, above all, being present. All of this is wonderful, because I love what I do, but I am human and I am also exhausted from giving.

This week, after particularly demanding days, I decided to do something for myself: I took a date with myself. I went to a nearby café and simply allowed myself to observe. I watched how people enjoyed their coffee, how they shared as a couple or in a group, how those who were alone were immersed in their cell phones or in their own thoughts. I, on the other hand, chose to disconnect and immerse myself in the sounds of the environment. I listened to the noise of the coffee machine, especially that moment when the milk and coffee mix to make foam; it was something so simple, but so comforting for me.

While I was there, I took a moment to express gratitude: gratitude for what I accomplished this year, for the challenges I overcame, and for the person I am becoming. Although I didn’t write anything down at that moment, I did a therapeutic writing exercise in my mind that I’d like to share with you today. If you have a moment to dedicate to yourself, I invite you to try it.

Therapeutic Writing Exercise: Reconnect and Give Thanks

1.Choose a quiet place. It could be your room, a park, or even a café. Bring paper and a pen.
2.Think about the last significant event in your life. Write about it as if you were telling a story, including details about how you felt before, during, and after that moment.
3.Go back three months from that event. Write down everything you did, the obstacles you faced, and how you overcame them. Reflect on the lessons those experiences taught you.
4.Fast forward to the present. Write about the accomplishments you’ve achieved since that event and how you’ve expressed gratitude to yourself for them. Also, note if you celebrated those achievements and how.
5.Look ahead to the next big event in your life. Write about how you’d like to feel when that moment comes, what steps you’ll take to make the experience as you imagine it, and what concrete actions you can start taking now to prepare for it.
6.Read what you wrote. Keep your words somewhere safe and return to them whenever you need motivation, a reminder of what you’re capable of, or simply a moment to reconnect with yourself.

I am convinced that taking time for ourselves is not only an act of self-love but also a way to remind ourselves of the leading role we play in our lives. Each of us is the protagonist of our own story—you are the protagonist of your life. How are you embracing that role?

Pausing and reflecting on your journey allows you to move forward with greater clarity and strength.

Today, I invite you to make time for a date with yourself whenever you can. Give yourself the space to appreciate who you are, what you’ve accomplished, and what you are building. Because if you’re not well, you won’t be able to shine and light up your projects and dreams.

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Foto/Photo by: @esperanzalandia

Edición/Edited by @esperanzalandia

Diseño de portada / Cover Design by Canva

Traducido con/ Translated with: Deepl

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