La generosidad es un acto espontáneo; sin embargo, hay emociones que nos alejan de él, formando una barrera y llevándonos hacia el egoísmo. Compartir con otros detalles, valorar a otras personas es un paso importante que enriquece la vida, un acto noble y necesario que nos deja beneficios que trazan decisiones importantes en nuestra vida.
Uno de los beneficios que encontré al practicar la generosidad:

🌷Es encontrar un propósito en mi vida y la terapia a heridas de mi pasado.

Cuando enfocas tu vida a ayudar a otras personas, dedicando tiempo y proyectos personales para brindar tu ayuda, no solo la satisfacción personal es parte del proceso, te guías hacia una paz que te lleva a sentirte feliz y útil.
Ser generoso se convierte en una terapia para sanar heridas del pasado, así que no solo se trata de ayudar a otros, es encontrar una forma de aliviar las cargas, superar y agregar metas. La generosidad, cuando es sincera, te ayuda a mostrar tu agradecimiento, no solo se trata de dinero y bienes materiales. Muchas veces te sientes identificado con la situación de la otra persona, sabes lo que significa estar en sus zapatos, te reflejas en él aunque no digas una sola palabra, por eso la generosidad es parte de una terapia del alma.

🌷Es llenar el vacío del corazón, sentirte útil.

En mi infancia tuve a mi lado a una abuelita muy generosa, con un desapego a lo material. Su ejemplo fue de gran motivación para mí, a veces no entendía por qué era tan generosa porque regalaba cosas que ella misma necesitaba. Un día comprendí a mi abuela, ya que ella se sintió útil al ayudar a otras personas y llenar ese vacío que ella tenía en su corazón, ese vacío marcado al ser una niña huérfana. Años más tarde yo también quise tomar ese camino de ayudar a otros, dar sin esperar nada a cambio, buscando llenar y sanar mi corazón.
Actualmente, trabajo con niños de escasos recursos. He dedicado cinco años de mi vida a trabajar con ellos, a ayudarlos con lo que puedo. No me quejo de ello, amo ayudar a otros, no me importa regalar mis cosas, he aprendido a valorar y a agradecer.