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The heat is from the elements of summer. One can't help but think about the sun, the beach, the clear sky. However, for tropical countries like Cuba it means something that, due to climate change, is becoming more and more unbearable: the heat.

That's why, on my last vacation, I took a day to go out for ice cream with a friend. So we could catch up and cool off from the harassing weather.

Our destination was the ice cream shop "Las Mimikis", one of the "most affordable" enterprises within all the inflation that the country is going through. There we choose our ice cream combinations and accompany it with a piece of sweet. We spent a long time laughing while the music they played in the establishment (Chayanne songs) transported us back to our childhood.

On the way out we stayed chatting in a nearby park, thankful that at least it was windy there. We talked about our last months without seeing each other, about jobs, projects and short and long term relationships. This type of talks are always help to stay on track and look at our goals closely. It was definitely a morning that I really enjoyed and that I hope to repeat again.

I hope this post has been to your liking. Until next time!

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¡Para vencer el calor!🌞

Versión en Español

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El calor es de los elementos propios del verano. Uno no puede evitar pensar en el sol, la playa, el cielo despejado. Sin embargo, para los países tropicales como Cuba significa algo que, debido al cambio climático, se vuelve cada vez más insoportable: el calor.

Por eso, en mis ya pasadas vacaciones, me tomé un día para salir a tomar helado junto a una amiga. Así podíamos ponernos al día y refrescar del hostigante clima.

Nuestro destino fue la heladería "Las Mimikis", uno de los emprendimientos «más asequibles» dentro de toda la inflación que está atravesando el país. Allí elegimos nuestras combinaciones de helado y lo acompañamos con un pedazo de dulce. Estuvimos largo tiempo riéndonos mientras la música que reproducían en el establecimiento (canciones de Chayanne) nos transportaban a nuestra infancia.

A la salida nos quedamos conversando en un parque cercano, agradeciendo que al menos allí hacía algo de viento. Conversamos sobre nuestros últimos meses sin vernos, sobre trabajos, proyectos y asipraciones a corto y largo plazo. Este tipo de pláticas son ayudan siempre a mantener el rumbo y a mirar nuestros objetivos de cerca. Definitivamente fue una mañana que disfruté mucho y que espero se vuelva a repetir.

Espero que este post haya sido de su agrado. ¡Hasta la próxima!

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