Planificando una sorpresa//Planning a surprise
No sé cuándo fue la primera vez que me gustó planificar sorpresas, paradójicamente, a mí no me atraen mucho; me cuesta la incertidumbre, el esperar algo que posiblemente no sea, el hacerme historias que no ocurrirán, prefiero los pies sobre la tierra, bien firmes, porque si no, es muy posible que me vaya viajando detrás del pensamiento.
Cuando he dado la bienvenida a un nuevo integrante de la familia, he planificado y participado de ese agasajo de bienvenida, ingeniándome con adornos y pudiéramos decir, «cursilerías», para lo cual me acompaña mi hija mayor, que nació también con ese don de hacer felices a los demás.
Aquí con cuatro de mis nietos.
Y si el que llegará es un bebé, entonces por lo menos cinco meses se van en preparativos, no hacemos la fiesta del bebé, pero en nosotros, si hay un regocijo perenne, que se manifiesta en nuestras jornadas de charlas, acompañándonos a coser, tejer, bordar y por supuesto, comer.
Desde hace casi cuatro años, vivo a seis horas de mi grupo familiar de hijos y nietos, pero los visito varias veces al año. Mi nieta mayor me preguntó la última vez que estuve allá, específicamente en el mes de junio, que por qué nunca estaba en su cumpleaños. Yo le di unas cuantas explicaciones que sé que no la convencieron. Mi próximo viaje lo tenía planificado para octubre y luego diciembre obligatorio. Pero pensé recientemente, ¿y si cambio los planes?
Mi nieta Eileen quien cumplirá once años.
Entonces estoy planificando ir para su cumpleaños a finales de agosto. Ya algunos tíos cómplices están al tanto, porque moverme requiere un tipo de logística; me encantaría llegar y tocar el timbre: ¡Sorpresa! Pero siempre cargo algunas maletas que para mí representan peso.
Una vez que sé que voy, mi corazón se emociona y el pensamiento gira en torno a qué llevarles, son siete nietos que saben que si la abuela llega les llevará chucherías. Pero lo que ellos no saben es que mi retribución es el inmenso amor con el que me reciben; me siento consentida en cada casa que visito.
Mi nieto Daniel tocando bandola llanera.
Cada uno de los nietos tiene una gracia, una habilidad, un don, y cada uno quiere mostrarme sus talentos. Yo procuro verlos en sus actividades y me llena mucho escucharles cantando, ejecutando un instrumento, pintando, haciendo actos de magia, o disfrutar de su compañía cuando salgo a caminar y me llevo uno o dos de ellos cada vez, son momentos de compartir alegría que me llenan mucho.
Así que mi sorpresa es que iré a finales de este mes. Compartiré con mis hijos y nietos y abrazaré y besaré a mi nieta mayor en su cumpleaños número once. Con la anuencia de Dios.
Mi nieto menor luego de una actividad musical en una plaza de la ciudad.
Luego, algo nuevo se me ocurrirá que signifique una sorpresa para alguien y en medio de esos preparativos tendré un entretenimiento particular que me hará sentir igual de eufórica como lo estoy hoy.
Gracias por tu amable lectura
Mi contenido es original
Las imágenes me pertenecen
He utilizado el traductor DeepL
I don't know when was the first time I liked to plan surprises, paradoxically, I am not very attracted to them; I find it hard to be uncertain, to expect something that may not be, to make myself stories that will not happen, I prefer my feet on the ground, very firm, because if not, it is very possible that I will travel behind the thought.
When I have welcomed a new member of the family, I have planned and participated in this welcoming celebration, making up with decorations and we could say, "cheesiness", for which I am accompanied by my eldest daughter, who was also born with the gift of making others happy.
Here with four of my grandchildren.
And if the one who will arrive is a baby, then at least five months go in preparations, we do not make the baby shower, but in us, if there is a perennial rejoicing, which manifests itself in our days of chats, accompanying us to sew, knit, embroider and of course, eat.
For almost four years now, I have been living six hours away from my family of children and grandchildren, but I visit them several times a year. My oldest granddaughter asked me the last time I was there, specifically in June, why I was never there on her birthday. I gave her a few explanations that I know didn't convince her. My next trip was planned for October and then mandatory December. But I thought recently, what if I change the plans?
My granddaughter Eileen who will be eleven.
So I am planning to go for her birthday at the end of August. Already some accomplice uncles are aware, because moving requires some kind of logistics; I'd love to arrive and ring the doorbell: surprise! But I always carry a few suitcases that represent weight for me.
Once I know I'm going, my heart gets excited and thoughts turn to what to bring them, they are seven grandchildren who know that if grandma arrives she will bring them knick-knacks. But what they don't know is that my retribution is the immense love with which they receive me; I feel pampered in every house I visit.
Each of the grandchildren has a grace, a skill, a gift, and each one wants to show me his talents. I try to see them in their activities and it fills me a lot to hear them singing, playing an instrument, painting, doing magic acts, or enjoying their company when I go for a walk and I take one or two of them with me each time, they are moments of sharing joy that fill me a lot. So my surprise is that I will be going later this month. I will share with my children and grandchildren and hug and kiss my oldest granddaughter on her eleventh birthday. God willing. Later, something new will occur to me that will mean a surprise for someone and in the midst of those preparations I will have a particular entertainment that will make me feel just as elated as I am today. Thank you for your kind reading My content is original
My grandson Daniel playing bandola llanera.
My youngest grandson after a musical activity in a city square.
The images belong to me
I used the translator DeepL
Excelenteeee 🤗🤗
Ajaaa, me descubriste. Je,je
¡Shhhiii que es secreto! Yo feliz, muy feliz, ya falta poco, espero que Eileen no nos descubra antes, porque es muy perspicaz.
Menos mal que no lee mis posts todavía.