Mi tiempo, mi línea, mi vida: un camino. ESP-ENG
Somos diferentes, tenemos los mismos derechos, pero no somos iguales y qué bueno que sea así.
Asumir esto trae consigo el concepto de respeto al aceptar la realidad nuestra y la de cada quien, sin tratar de encajarla en un patrón definitivo.
Sin saber de caminos ni de tiempos.
Decía mi mamá, cuando yo justificaba mis necesidades ante sus negativas, y expresaba, por ejemplo : «... ¿pero cómo fulanita sí?...» y ella respondía, de una vez, «¿Si fulanita se tira por un puente, usted lo va a hacer también? Estaba muy clara ella, en que cada uno tenía que tener su propia iniciativa, su propia vida, sus propias decisiones.
Mi padre también hacía lo propio, cuando me pedía leer algo, y que diera mi opinión o interpretación de lo que allí estaba planteado: «Eso dice el libro, pero ¿usted qué dice?» Allí me quedaba sin palabras, pero luego la vida se encargó de llenarme dé ellas y nunca más dejé de dar mi opinión.
Darnos cuenta de que somos únicos y tenemos nuestras propias determinaciones y maneras de hacer las cosas es un proceso complicado, ante una sociedad que se empeña en unificarnos con sus reglas.
Por crianza fui un raro espécimen, distinto a la masa, las prohibiciones de mi papá formaron en mí una adolescente distinta, obligada a no seguir modas, ni compartir con amigos, entre muchas otras cosas, que prefiero no recordar. En el momento lo consideré un problema, ahora que lo analizo bien, tampoco puedo aceptarlo, porque pasé mucho trabajo en esa discriminación odiosa, que suele hacerse cuando uno rompe los paradigmas.
Mi línea de tiempo se adaptó a las normas establecidas, en lo concerniente a la preparación escolar. Me gradué de bachiller a los diecisiete años y desde esa vez comencé a trabajar, primero en academias comerciales, dado mi perfíl de bachiller mercantil, y luego en liceos y universidades como profesora. Hice dos posgrados y cumplí con lo establecido en ese tipo de carrera.
Conformé una familia, tuve a mi primera hija a los 24 años y el menor a los 37, combiné mi desempeño como madre con el ejercicio de la docencia sin que ninguna afectara a la otra. Y seguí, porque me propuse no parar, no conformarme, si algo no estaba bien se reemplazaría hasta quitar las goteras.
Me jubilé a los cincuenta años e inicio, en ese entonces, lo que hoy constituye mi principal afición, la pintura. A partir de ese entonces comienza mi verdadera búsqueda y elección de caminos en este sentido.
Nunca me ha importado la opinión de los demás, a menos que yo la pida. Vivo sin prohibiciones, ejerciendo mi poder de decisión sin trabas mentales, si quiero salir salgo y si me quiero pasar el día viendo películas lo hago.
En el camino, conociendo el primer nieto.
Vivo mi día con todos los sentidos puestos en ella, como si tuviera muchas antenas, estoy atenta de mis hijos, de mi pareja y de mí, en la misma proporción. Me encanta la idea de seguir construyendo mi línea de vida con el aprendizaje en primer lugar. Dispuesta por si surge algo que me encante para estar allí.
Escribo este post motivada por la extraordinaria publicación de @rosahidalgo.
Mi contenido es original.
He utilizado el traductor de Google.
Imágenes propias.
English Version
My time, my line, my life: a path
We are different, we have the same rights, but we are not equal and it is good that it is that way.
Assuming this brings with it the concept of respect by accepting our reality and that of each person, without trying to fit it into a definitive pattern.
Without knowing about roads or times.
My mother said, when I justified my needs in the face of her refusals, and expressed, for example: "... but how could so-and-so be?..." and she responded, at once, "If so-and-so jumps off a bridge?" Are you going to do it too? She was very clear that everyone had to have their own initiative, their own life, their own decisions.
My father also did the same, when he asked me to read something, and to give my opinion or interpretation of what was stated there: "That's what the book says, but what do you say?" There I was left speechless, but then life took care of filling me with them and I never stopped giving my opinion again.
Realizing that we are unique and have our own determinations and ways of doing things is a complicated process, in the face of a society that insists on unifying us with its rules.
By upbringing I was a rare specimen, different from the masses, my father's prohibitions formed a different teenager in me, forced not to follow trends, nor share with friends, among many other things, which I prefer not to remember. At the time I considered it a problem, now that I analyze it well, I cannot accept it either, because I spent a lot of work on that hateful discrimination, which is usually done when one breaks paradigms.
My timeline was adapted to the established norms, regarding school readiness. I graduated from high school at the age of seventeen and from that time I began to work, first in commercial academies, given my profile as a commercial high school graduate, and then in high schools and universities as a teacher. I did two postgraduate degrees and fulfilled the requirements of that type of career.
I started a family, I had my first daughter at 24 and my youngest at 37, I combined my role as a mother with teaching without either affecting the other. And I continued, because I decided not to stop, not to settle, if something was not right I would replace it until the leaks were eliminated.
I retired at the age of fifty and began, at that time, what today constitutes my main hobby, painting. From then on my true search and choice of paths in this sense began.
I have never cared about other people's opinions, unless I ask for it. I live without prohibitions, exercising my power of decision without mental obstacles, if I want to go out I go out and if I want to spend the day watching movies I do it.
On the road, meeting the first grandchild.
I live my day with all my senses focused on it, as if I had many antennas, I am attentive to my children, my partner and myself, in the same proportion. I love the idea of continuing to build my life line with learning first. Ready in case something comes up that I would love to be there.
I write this post motivated by the extraordinary [publication](https://peakd.com/hive-131951/@rosahidalgo/tu-linea-de-tiempo-no-es-la-misma-que-la-de-los- demas-your-timeline-is-not-the-same-as-everyone-elses) by @rosahidalgo.
My content is original.
I have used Google translator.
Own images.
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Así es, es importante hacer lo que deseamos hacer sin pensar en que dirán los demás. Al fin y al cabo, es nuestra vida.
De acuerdo es nuestra y una sola que nos toca vivir a nosotras mismas. Además los demás siempre van a hablar. Saludos cordiales.
@tipu curate 8
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Hermoso relato con sus matices de la vida misma y de la vida propia. REcorrido maravilloso del vivir en que has estado. Gusto en leerte siempre, querida @charjaim
Gracias a ti, buena propuesta.
Saludos bella!! Parece que cuando somos jóvenes empredemos una carrera contra el tiempo por lograr los objetivos como si el mundo fuera acabarse; somos impacientes y nos obligamos a subir el nivel en la carrera de la vida. Cuando avanzamos en la edad, nos sobra el tiempo y las responsbilidades bajan en cantidad, vemos muchas cosas claramente y nos permitimos romper patrones y seguir los propios.
Somos diferentes pero hay ciertos aspectos en los que podemos coincidir o ser iguales o parecidos. Por ejemplo, comparando con tu transitar; yo tuve a mi primer hijo a los 25 años y diez años después al otro hijo. En cuanto a la vida laboral comencé a los 20 años y me jubilé a los 45 años.
Ah me olvidaba! mi mamá también decía lo mismo y yo decía igual a mis hijos ja,ja,ja.
Un abrazo.