La Navidad y mi yo creativo
La navidad está ligada a la infancia, la mía, la de mis hijos ya grandes y ahora la de los nietos. Cuando pienso en ella, desfilan los principales recuerdos de todo lo que ocurría en esa fechas, uno de los elementos a tomar en cuenta era la creatividad que se desarrollaba, ya que nunca teníamos el suficiente dinero para gastar en adornos, por ello, me ingeniaba para crearlos y al final las luces, que sí compraba, terminaban de crear la magia.
Debo darle el crédito a una tía que ya no está con nosotros, que siempre tuvo en estas fechas el ingenio para alegrar la casa. En una oportunidad forró con una pasta jabonosa un tronco de árbol que tenía una forma peculiar, lo acostó en una esquina de la sala, luego con las luces y algunas cajas de regalo completó el efecto que quería, en los demás dejó curiosidad y hasta algo de burla pero su inusual creación no me dejó sin reacción. Me gusta la navidad por la facilidad con la que podemos lograr un efecto alegre, si nos proponemos a que sean días festivos y nunca tristes.
Cuando me tocó crear la Navidad para mi hija mayor, vivía en casa de la suegra, se me ocurrió hacer un arbolito, había escuchado hablar de su procedimiento y que quedaba muy lindo. Era un cono elaborado con una malla de un alambre de orificios más pequeños que el pollero, (no recuerdo su nombre ahora), esta parte me la ayudó a hacer el cuñado, él tenía una base de un ventilador ya en desuso, que resultó muy útil para la idea.
Una vez lista la estructura venía el segundo paso donde sí participaba yo activamente, era la elaboración del follaje, que consistía en introducir en cada hueco un trozo de papel verde, utilizado para forrar los cuadernos. Hacía un círculo de papel que luego doblaba en varias partes y le llenaba de pega la punta para que se fijara en el orificio, luego se abría el círculo con cuidado. Esto iba quedando muy bien, mi hija se puso a ayudarme, luego su abuela, después su tío y su papá y aún así no terminamos sino dos días después. Llegó el momento de colocar las luces pensé que ponerlas de adentro iba a dar unos efectos especiales pero no fue así porque quedaba totalmente dibujado el esqueleto del alambre por lo que entonces lo colocamos desde afuera y realmente quedó muy bonito, original, creativo y llamó la atención. Entre todos logramos el objetivo, celebrar una navidad para mi hija mayor. Recuerdo ese proceso como algo muy agradable la expectativa por lo que yo estaba haciendo, mi seguridad de que iba a quedar bien y el anhelo de tener un arbolito, mi primer arbolito de Navidad.
Cuando tuvimos casa propia compré uno y lo adorné con cucuruchos hechos con papel de regalo dorado y otros en forma de caramelo, con la ayuda también de mi hija mayor ya que el hermano estaba muy pequeño. Y así cada navidad elaborábamos los adornos.
Luego sentí que faltaba algo e incorporamos el pesebre. Cada año se sumaban nuevas piezas a las sobrevivientes del año anterior, era agradable también el proceso, de entre mis hijos y yo, hacer: las casas, puentes, ríos y montañas. Con cartón, cajas, papel de los bultos de azúcar que conseguía en bodegas, que luego pintaba de verde. Un año lo hicimos con papel celofán encima de un mueble del comedor.y quedó también muy hermoso.
Lo bonito de todo esto es que todos nos motivamos a hacer, y en ese proceso hay risas y conversaciones amenas, los hijos van creciendo y van asumiendo un quehacer, uno es el encargado de desenredar y reparar las luces del año anterior, otro hace el carato, bebida de maíz tradicional en el llano.
Y como suele ocurrir luego de las festividades hay que recoger y guardar todo y esa es la tarea que nadie quiere asumir, y un día cualquiera del año te das cuenta de que el árbol de mango todavía tiene «nieve» de la navidad pasada. Un año cuando desmontábamos el nacimiento, salieron de debajo de las montañas, dos morrocoyas que teníamos días sin ver.
El recuerdo inolvidable fue cuando un 26 de diciembre, mi hijo menor, que tendría unos ocho años, se acerca a pedirme chucherías, le contesto que ya está bueno de comer dulces, y agrego: «además la navidad se acabó, ahora llega es el año nuevo». Mi respuesta fue tan tajante que él se retiró. Al rato viene mi hija mayor muy molesta, y me dice que me asome al porche: cuando llegué me dio un ataque de risas, en el suelo estaban por un lado los periódicos y cartones, por el otro las piezas de cerámica, luego las luces: mi hijo asumió que se había terminado todo y desarmó el pesebre. Ahora que es un adulto, se empeña en que no falte y colabora y compra luces y animales para que mi hija y mis nietos lo hagan.
En conclusión, la navidad en mí, es eso, vivencias, recordar lo bueno, seguir creando y fortaleciendo los lazos familiares a través de la creatividad y mantenimiento de todo lo que nos conforma como familia. Tengo tantas anécdotas que tendría que escribir un libro. Gracias @damarysvibra, por esta oportunidad para seguir conociéndonos.
Gracias por tu amable lectura.
Mi contenido es original.
Imágenes propias, fotografías de un mantel navideño de hule.
He utilizado el traductor de Google.
Christmas is linked to childhood, mine, that of my grown children and now that of my grandchildren. When I think about it, the main memories of everything that happened on those dates come to mind. One of the elements to take into account was the creativity that was developed, since we never had enough money to spend on decorations, so I was inventive in creating them and in the end the lights, which I did buy, finished creating the magic.
I must give credit to an aunt who is no longer with us, who always had the ingenuity to brighten up the house at this time of year. On one occasion she covered a tree trunk with a peculiar shape with soapy paste, laid it down in a corner of the living room, then with lights and some gift boxes she completed the effect she wanted, in others she left curiosity and even some mockery but her unusual creation did not leave me without a reaction. I like Christmas because of the ease with which we can achieve a cheerful effect, if we propose to make them festive days and never sad.
When I had to create Christmas for my eldest daughter, who lived at my mother-in-law's house, I thought of making a little tree. I had heard about the process and that it looked very nice. It was a cone made from a wire mesh with holes smaller than the chicken coop (I don't remember his name now). My brother-in-law helped me make this part. He had a base from a fan that was no longer in use, which was very useful for the idea.
Once the structure was ready, the second step came, where I did participate actively. It was making the foliage, which consisted of inserting a piece of green paper, used to cover notebooks, into each hole. I made a circle of paper that I then folded in several parts and filled the tip with glue so that it would stick to the hole. Then the circle was carefully opened. This was going very well. My daughter started to help me, then her grandmother, then her uncle and her father, and we still didn't finish until two days later. The time came to put up the lights. I thought that putting them on the inside would give a special effect, but it didn't because the wire skeleton was completely drawn, so we put it on from the outside and it really looked very pretty, original, creative and it caught everyone's attention. Together we achieved the goal, to celebrate Christmas for my oldest daughter. I remember that process as something very pleasant, the expectation for what I was doing, my certainty that it would turn out well and the desire to have a little tree, my first little Christmas tree.
When we had our own house I bought one and decorated it with cones made of gold wrapping paper and others in the shape of candy, with the help of my oldest daughter as her brother was very small. And so every Christmas we made the decorations.
Then I felt that something was missing and we added the Nativity scene. Every year new pieces were added to the survivors from the previous year, it was also nice to have the process, between my children and I, to make the houses, bridges, rivers and mountains. With cardboard, boxes, paper from sugar bags that I got in grocery stores, which I later painted green. One year we did it with cellophane paper on top of a piece of furniture in the dining room, and it also turned out very beautiful.
The nice thing about all this is that we all get motivated to do it, and in that process there are laughs and pleasant conversations, the children grow up and take on a task, one is in charge of untangling and repairing the lights from the previous year, another makes the carato, a traditional corn drink in the plains.
And as it usually happens after the festivities, everything has to be picked up and put away, and that is the task that no one wants to take on, and one day of the year you realize that the mango tree still has “snow” on it from last Christmas. One year when we were taking down the nativity scene, two morrocoyas that we hadn’t seen for days came out from under the mountains.
The unforgettable memory was when on December 26th, my youngest son, who was about eight years old, came to me to ask for candy. I told him that he had had enough of eating candy, and I added: “Besides, Christmas is over, now it’s New Year’s Eve.” My answer was so blunt that he left. After a while, my oldest daughter came very upset and told me to go out onto the porch. When I arrived, I had a fit of laughter. On one side were the newspapers and cardboard, on the other the ceramic pieces, then the lights. My son assumed that everything was over and took apart the Nativity scene. Now that he is an adult, he insists that it is not missing and collaborates and buys lights and animals for my daughter and grandchildren to do.
In conclusion, Christmas for me is that, experiences, remembering the good, continuing to create and strengthen family ties through creativity and maintaining everything that makes us a family. I have so many anecdotes that I would have to write a book. Thank you @damarysvibra, for this opportunity to continue getting to know each other.
Thank you for your kind reading.
My content is original.
My own images, photographs of a Christmas oilcloth tablecloth.
I have used Google translator.
Hola @charjaim, cuántas vivencias y creatividad se despliega en navidad. Tus experiencias me recordaron tanto a las mías donde nos inventábamos cada año una posibilidad distinta para adornar la casa.
Saludos que tengan una hermosa navidad ☺️🎄
@damarysvibra Hola, disfruté bastante tu publicación. Soy nuevo en el grupo y me gustaría saber cómo puedo informarme sobre los desafíos y juegos que hay en la comunidad.
Bienvenido. En la comunidad tenemos varios moderadores que promueven iniciativas, a veces también lo hace algún usuario. Puedes participar entrando a la página link, allí van apareciendo tanto las iniciativas como las publicaciones de quienes participan. Escoge la que te llame la atención siguiendo las reglas: texto original, sin uso de IA; más de quinientas palabras, imágenes propias o de las gratuitas y las que se sugieran en la invitación.
A medida que partícipes y leas las demás participaciones te vas familiarizando. Te va a gustar. Hay muy buenas propuestas.
Saludos cordiales.
Sí, en muchas casas era así, crear e incorporar cada año algo nuevo, luego quedan los recuerdos y el deseo de mejorar lo hecho el año anterior. Le vamos poniendo más retazos a la cobija para arroparnos más.
Un abrazo fuerte.
Sí, en muchas casas era así, crear e incorporar cada año algo nuevo, luego quedan los recuerdos y el deseo de mejorar lo hecho el año anterior. Le vamos poniendo más retazos a la cobija para arroparnos más.
Un abrazo fuerte.
Saludos @charjaim mucho talento y curiosidad, realmente eres tal cual dice el título de tu post "La Navidad y mi yo creativo" me encantó leerte
Gracias, amiga, eso me contenta. Son muchas las anécdotas que quedan de estos días. Saludos y abrazos.
Qué cómico, como aquel evento creo en mi hermano, ese afán por mantener intacta la tradición de poner el pesebre cada año, ja, ja, ja. Él tenía de 4 a 5 años, porque Pancho no existía en aquel entonces.
Gracias mami, por regalarme navidades tan felices y bonitas.
Ah, estaba más pequeño aún, tengo tantas historias con las navidades. Lo del caramelo fue una locura.
Gracias a ti porque tienes manos maravillosas y mantienes la tradición.
Qué lindo lo que ha escrito. He tenido que sonreír con lo que hizo su hijo, me llevó a recordar cuando mi hija menor estaba chiquita, que cuando mi esposa abría el refrigerador para descongelarlo, ella iba y lo cerraba. Bendiciones y feliz navidad.
Feliz Navidad, sí, los niños tienen cada salida, ahora es él quien se mueve para que haya un buen pesebre. Saludos cordiales.