Tuve una muy mala noche, dormí con los dientes apretados y me desperté con un fuerte dolor de cabeza, todo me incomodaba, no quería escuchar ni el más mínimo sonido. Tenía resaca de vida, porque sí, a veces la vida apesta, sobre todo cuando no se puede hacer nada inmediato por cambiar la realidad.

El día de ayer y la noche anterior tuvimos castigo eléctrico. Toda la noche sin energía eléctrica hasta ayer al medio día, que llegó por tres horas, volvió a llegar como a las cinco y anoche, parecía que un niño jugaba con el interruptor. Apagamos y desenchufamos todo. Solo quedó el bombillo del cuarto con el interruptor pasado para saber cuándo se normalizaría.

Cuando llegó, abrí los ojos y ví un ratón-ardilla-escarabajo, que se escondía en los pliegues de la cortina. Me quedé mirando atenta para no perderlo de vista, hasta que al tomar conciencia de la realidad, me di cuenta de que un animal así no existe, y que la cortina está tan estirada que no tiene pliegues.

Traté de dormir de nuevo y tuve un parto de cuatro niños, como de seis meses cada uno, bien vestidos, que caían al suelo, a ambos lados de la cama. Se me produjo de nuevo la ansiedad, necesitaba que me ayudaran con ellos y gritaba. Esta vez no me desperté sino al llegar la mañana, no sé cuánto tiempo pasé pendiente de esos niños, quizá fue muy poco y mi cerebro magníficó todo.

Revisando acerca de qué escribir me encontré con la propuesta de @luzcarllet18, Las Nubes Grises También Forman Parte del Paisaje.

Por supuesto que no todos los días son color de rosas y andar domando nuestras emociones es parte del trabajo diario, para al final de la jornada, decir que todo está bien.

Mi comportamiento de este día, donde el paisaje amaneció gris, es primero que todo, darme cuenta de que soy yo la responsable de mi desorden emocional. Que lo que haga yo con lo que me está sucediendo es lo que me va a enderezar o torcer más el día.

Soy yo, todo me incomoda, la música, que siempre es mi aliada, me agobia; quiero silencio, pero no puedo imponerlo, porque la otra persona está feliz tarareando y ocupándose en oficios y eso que pasó también una mala noche. Entonces está claro: es lo que yo haga, este es mi reto, saber de qué manera afronto esto.

¿Mal de muchos consuelo de tontos?
No debería ser pero lo que estoy contando no es mi realidad solamente, el problema radica en qué está haciendo cada uno para que las nubes grises no le afeen el paisaje. ¿cómo respondemos ante estos mo mentos desagradables?, es una de las preguntas que nos hace @luzcarllet18.

Lo primero es darnos cuenta de cómo nos agredimos, cómo se afecta nuestro carácter, cuando pasamos por un mal momento, y tratar de solucionar para no afectar a los otros.
Somos dueños de nuestras emociones, analizar cómo estas pueden dominarnos y sacar nuestro peor rostro es nuestro trabajo. Quizá podemos aprender a pintar nubes. Tenemos tarea.

Gracias por tu amable lectura.

Gifs de Peakd.
Mi contenido es original.
He utilizado el traductor de Google.