¡Saludos amantes del arte corporal! Hoy me gustaría participar en la iniciativa Iniciative: My body limit for Tattoos para comentarles cuáles son mis límites para tatuar mi cuerpo, me gustaría invitar a participar a @yelimarin y a @ismaelgranados.

Si se preguntan cuántos tatuajes tengo? La respuesta es ninguno. En mi adolescencia admiraba los increíbles diseños de los tatuajes que veía en revistas, en los vídeos musicales y recuerdos que tenía un compañero de clase en séptimo grado que se tatuó un escorpión en su pierna y me encantaba.

De admirarlos a llegar a tatuarme había un abismo enorme. El primer factor eran mis padres, me tocó un par de esos que son chapados a la antigua. El dicho en mi casa era: el cuerpo es una obra de Dios y debemos respetarlo.

Nunca entendí como un tatuaje irrespetaría ese dicho, pero bueno, cosas de padres. Crecí con ese sentimiento de prohibición y con muchas ganas de tatuarme una libélula en la muñeca y teñir mi cabello de rojo, que por cierto era otra prohibición.

Cuando tuve la mayoría de edad cumplí mi sueño de tener el cabello rojo, luego lo ricé con una permanente y me concentré en el cuidado de mi cabello y olvidé los tatuajes. Mis hermanas, que son menores que yo, se tatuaron el antebrazo y vi todo el procesos desde mi posición de espectadora.

Un día tuve la idea de hacerme en el antebrazo un atrapasueños, lo quería en tonos violeta y rosa. Pero el arte corporal es costoso y nunca me dediqué realmente a reunir el dinero para tatuarme.

Mis hermanas, mi mamá y yo quisimos hacernos un faro, que representaba a mi mamá que era nuestra guía. Sería algo que nos uniría a las 4. Pero no sé por qué no se concretó esa idea.

Sé que las personas que se tatúan una vez dicen que les gustaría un segundo tatuaje y otro y parece que se convierte en una adicción. Es lo que me pasaría si llegara a tatuar mi cuerpo un día.

Si haciendo este tatuaje para las fotografías de mi publicación terminé llenando mi brazo con un colibrí, representaría a mi hija que va en otra revolución acelerada. La reina del ajedrez que siempre está protegiendo a su rey y es una pieza importante del flanco de su color en el tablero, representaría la relación que tengo con mi esposo, ya que me dice esta frase siempre.

La D de Diana que es mi nombre y las letras MT que son las iniciales del nombre de mi hija y un arcoiris.

Como me conozco muy bien y sé que los límite no existen para mí, ahora tendría muchos tatuajes, uno que represente cada momento de mi vida. Parecería un periódico impreso.

Lamentablemente para mí, después que me enfermé y por la cantidad de tratamientos que debo tomar siempre, ya no es una opción para mí hacerme un tatuaje. Lo que me queda es hacer maquillaje artístico con pintura a base de agua no tóxica.

Límites?

Creo que los límites serían donde no me lastime la aguja. No me gustaría tatuarme la planta de los pies ni las palmas de las manos, es posible que sea muy doloroso. Tampoco el rostro, eso se lo dejo al maquillaje que se pueda retirar y volver a pintar, para poder cambiar de color y diseño cuando quiera, pero ahora he visto cejas y delineados tatuados que ahorrarían tiempo al momento del maquillaje. Los lugares que por ningún motivo me tatuaría sería la parte blanca del ojo, la lengua o mis entrañas 🤭.

Esta ha sido mi participación, espero les guste y les dejo este diseño que hice en mi antebrazo con lapiceros de colores y acuarelas. Nos vemos en una próxima oportunidad. Chao!