Buenos días a todos mis queridos amantes del tejido, costura, bordados y el mundo de las agujas en su diversa modalidad.

Luego de una semana cargada de emociones a consecuencia de nuestro concurso de Barbie me gustaría nuevamente extender mis felicitaciones no solo a las ganadoras sino también a cada una de las chicas que participaron, en verdad me divertí leyéndolas y sentí satisfacción al ver que no hemos perdido el ánimo para seguir jugando con muñecas. Con el corazón en la mano le digo a la comunidad “GRACIAS” por abrir este espacio cada año donde la imaginación echa a volar.

Mientras esperaba los resultados del concurso solo me quedaba ocupar la mente en el maravilloso mundo de las agujas y para eso me propuse en terminar la ropa de un bebé que pronto llegará a este mundo para brindar alegría a unos padre ya vuelos que desde el primer día en que se enteraron que venía en camino solo han soñado con tenerlo en sus brazos.

Mientras tejía y tejía, puntos y más puntos, me puse a pensar en cada una de las personas que han intervenido en mi vida desde que era muy pequeña, ya que fue gracias a cada uno de ellos que aprendí a tomarle amor a las manualidades.

¿Acaso ustedes recuerdan quien fue esa primera persona?, ¿que fue la primera prenda que tejieron?, ¿cuál fue su primera manualidad con la aguja?

Pues yo esta semana mientras tejía este suéter me acordé de mi infancia y de cada una de aquellas mañanas en que nos juntábamos las mujeres en el patio y comenzábamos a tejer. Yo estaba aún pequeña, tendría unos 11 años cuando tomé las primeras agujas de mi vida. Eran agujas hechas con ganchos de ropa, muy rusticas, es verdad, pero eran mías y las amé desde el primer momento que las tuve en mis manos.

Recuerdo que hubo un tiempo que en casa mi prima Marlene tomó el habito de tejer, ella era muy organizada, así que siempre hacia todos sus oficios bien temprano y enseguida tomaba la cesta de hilos y seguía tejiendo; ella sabía muchas cosas de manualidades, con ella aprendí lo que era la técnica del macramé, aprendí lo básico de manejar una máquina de coser y muchas cosas más.

Desde niña era una chica muy curiosa, me gustaba ver que hacían y adsorbía todo aquello como una esponja, por suerte vivía con 6 primas y una tía que hacían muchas cosas buenas. Pues bien, cuando yo veía a mi prima tejiendo me sentaba junto a ella a ver, creo que ella vio mi interés en aprender y fue cuando me pregunto si quería tejer un suéter para mí, por supuesto de inmediato dije que ¡sí!

Como Gladys y yo siempre estábamos juntas nos hicieron las agujas a ambas y nos compraron el hilo, de inmediato comenzamos la aventura de nuestras vidas y entre Gladys y yo la competencia de ver quien lo terminaba primero, ¿pero adivinen quien gano? ¡Gladys! Ella hizo primero su blusa tejida en punto básico de dos agujas sin aumentos ni disminuciones, con una media de nuestro Contorno de Pecho o Tórax.

Cuando ambos cuadrados estuvieron listos mi prima los tomo y nos enseñó como debíamos unirlos en los hombros y en los costados. Así fue como de inmediato estrenamos blusa nueva hecha con nuestras propias manos.
Qué bonito es recordar aquellos tiempos, donde todo era más sencillo.

Y ustedes, ¿desde cuando no recuerdan esa experiencia de vida? Háganlo, las invito a repasar ese capítulo y de seguro se van a reír un rato.

Ahora me gustaría contarles un poco de este conjunto tejido en crochet, con hilos colombianos, aguja 2,5 mm, para un bebe de 0 a 3 meses.