Y como no estar feliz si hay tantos motivos para estarlo. Desde ¡Cómo no estar feliz! ¡Si hay tantos motivos para estarlo! Desde que nos levantamos cada día, estar vivos, tener salud, ver a nuestros hijos, es ya motivo suficiente para ser muy feliz en esta vida.

¡Y como no estar feliz! si hoy regreso a mi comunidad maravillosa después de un breve receso; pido disculpas por mi ausencia a cada uno de ustedes que me siguen y siempre esperan lo mejor de mí.

Me ha dejado muy contenta ver sus participaciones en el WIP, de vez en cuando he pasado y he visto cuantas cosas teníamos por allí guardadas sin terminar; aquí es donde yo insisto en que esta es la mejor comunidad en Hive, porque nos invita a realizar cosas que teníamos en stand by, en el cajón de los recuerdos, en un “ya va eterno”. Las felicito a todas por haber puesto sus ganas en cada proyecto y demostrar que si se puede sacar tiempo para finalizar lo que en un momento iniciamos con tanto anhelo.

Detrás de cada manualidad siempre hay algo especial, un sentimiento, un recuerdo, las ganas de aprender, un algo que nos empuja hacerlo. Mientras escribo estas líneas me doy cuenta que les vengo a presentar un WIP proyecto que no es mío es el WIP de mi tía Georgina.

Ella no está en Hive, ni sabe nada de internet, pero si le das una aguja, tela e hilos puede crear cosas maravillosas como estos bordados que hoy les muestro.

Hace un par de meses me fui unos días a visitar a Georgina, quien junto a mi tío están de reposo por problemas de salud. Hablando de una cosa y otra llegamos al tema que más me gusta “las manualidades” de inmediato no paramos de hablar de los bordados y el tejido y ella como toda manualistas que se respeta comenzó a sacar tejidos y bordados de todos los tamaños y colores. Nunca pensé que Georgina a los 75 años de edad aun continuara elaborando piezas artesanales no solo para la casa sino también para la venta.

No solo me sorprende por la edad sino que ella desde hace tiempo quedo ciega de un ojo, además sufre de artritis entre otras cosas. Ella me comentaba lo mucho que le gusta sentirse útil, entretenerse con los bordados y crear cosas bonitas que luego lamentablemente van a un cajón porque ella no sabe coser.

Cuando vi todo lo que ella hace sentí gran emoción, aquellos bordados tenían vida, a través de sus colores transmitían alegría. No eran para nada perfectos ante los ojos de los demás, pero para ella y para mi eran el arte más hermoso que he visto en toda mi vida, digno de admirar, valorar y respetar.

Georgina me entregó aquellos trabajos para que hiciera con ellos lo que yo quisiera y de inmediato pensé en cojines para decorar cualquier espacio de la sala o de la habitación. Yo los tomé como un tesoro muy preciado y me los llevé a casa con la promesa de que se los devolvería muy pronto transformados en algo útil.

Lo primero que hice fue un pendón con el bordado más grande que tenía muchos animalitos. Ella me había pedido que le escribiera algo y entre más veía la imagen de los animales solo pensaba en “la familia”. Georgina y yo provenimos del mismo campo en las montañas andinas del Táchira y allá todo el mundo tiene un apodo del reino animal. :-DDD

Así que decidí colocarle esa palabra y además bordé unas pequeñas abejas, flores del campo y el nombre de la autora al pie del pendón. Luego de esto simplemente planché, bastee la tela a la guata con puntadas largas para que no se moviera al momento de pasar la costura recta por todo el contorno de las figuras más grandes. También coloqué unas tiras en la parte superior para pasar el tubo y pasé costura, por ultimo corte un rectángulo de tela de forro verde, la fije con alfileres frente con frente y pase costura por todo el contorno y dejando una abertura para voltear.

Ah pero aquí no quedaba todo, también le realicé unos cojines los cuales les coloqué un volante arruchado por todo el contorno hecho con tela para combinar o encaje. Por suerte tenía bastante relleno en casa así que no se me hizo difícil terminarlos para írselos a llevar.

Casi un mes pasó desde que tomé la responsabilidad de hacer este proyecto. Solo les puedo decir que mi Tía Georgina estaba feliz, no podía creer que sus bordados por fin habían tomado forma y ahora les podía dar uso, ya sea para su uso personal o regalárselo a sus hijos o nietos.

Georgina es la persona más humilde y sencilla que yo conozco después de mi madre, en ella no cabe la maldad, siempre me trato con mucho cariño, siempre nos recibía en su casa con una sonrisa, con un abrazo. Por eso y más Georgina se merece todo lo que uno le pueda dar. ¡Ahí! Pero ahí no quedó todo, yo le lleve eso y ella me tenía un lindo bolso negro con amarillo tejido en crochet, que por supuesto ahora estoy usando cada vez que puedo.

Recientemente en mi país celebramos el día del abuelo, una fecha que se disfruta en muy pocos países del mundo, pero que nosotros en Venezuela y sobre todo en la religión católica celebramos ya que es el día de Santa Ana y san Joaquín quienes fueran los abuelos del “El niño Jesús”. Los abuelos merecen cariño, respeto, pero sobre todo mucha atención. Ojala todos tengamos la fortuna de llegar a esa edad y tener muchos nietos que nos den un abrazo o un beso de vez en cuando o que simplemente se sienten hacernos un rato de compañía.

Al raíz de todo esta experiencia en el que me la pase muy bien, despertó en mi la curiosidad sobre este tipo de bordado, me hizo recordar el bordado mexicano, lleno de color que siempre vemos en la televisión, sobre todo en la ropa, la lencería del comedor o de cama. Estoy ansiosa por aprender esta técnica y compartirla con todos ustedes.

Antes de despedirme me gustaría dedicar unas líneas a nuestra amiga @Kattycrochet quien gracias a Dios ya se encuentra en Venezuela, junto a toda su familia, esto definitivamente es un motivo más para estar felices y celebrar junto a ella quien soñó y trabajo mucho por ver llegar este día.

Bienvenida a Venezuela Katty, te queremos mucho y espero que vengan cosas maravillosas para ti, muchos proyectos y muchas alegrías. Pero sobre todo te deseo mucha salud para que siegas siempre ayudando a todo aquel que te busca. Gracias por todo y que Dios te bendiga.

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𝕋𝕠𝕕𝕠 𝕧𝕒𝕝𝕖 𝕝𝕒 𝕡𝕖𝕟𝕒 𝕤𝕚 𝕝𝕝𝕖𝕧𝕒, 𝕙𝕚𝕝𝕠𝕤, 𝕥𝕖𝕝𝕒𝕤 𝕪 𝕞𝕦𝕔𝕙𝕒𝕤 𝕡𝕦𝕟𝕥𝕒𝕕𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕄𝕆ℝ.

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