"Los sentimientos jamás envejecen"// "Feelings never grow old." [Esp-Eng]

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La etapa de la vejez es quizás una de las que muchos podemos hablar y pocos desean estar, ya sea por los achaques que esta conlleva, o por lo difícil de llegar de la mejor manera a esta página de nuestras vidas que marca la cima de una larga trayectoria llena de experiencias y mucho aprendizaje. Desde que llegamos a comprender el sentido de nuestra existencia, nuestra virtud innata nos impele a evolucionar y crecer como individuos, llegamos a alcanzar un grado de madurez y un crecimiento mental y físico, cada uno desde su propia identidad.

El ciclo de la vida llega a ser como esa cima en la que invertimos tiempo y esfuerzo a fin de llegar hasta allí, y cuando arribamos a ese punto álgido sumamos conocimiento, vivencias y habilidades que nos permiten desempeñarnos en nuestra máxima expresión. Y así sin previo aviso, empezamos a descender de aquella cima que durante mucho tiempo llegó a ser nuestro hogar, y nos encaminamos a una etapa dorada como lo es la vejez.

Recientemente le comentaba a mi amiga @enclassecu su publicación sobre este tema, y en ese instante llegó a mí una idea bastante peculiar y en la cual jamás había pensado. “Los sentimientos jamás envejecen”. Eso fue lo que pensé al leer su excelente contenido, y desde entonces me quedé reflexionando en esa expresión. Y es que pensando más y más en esto, y tomando en cuenta que las emociones son parte de nosotros y determinan muchas cosas de nuestra vida, ¿Pueden ellas también envejecer?

Lo más interesante de estos temas es que más allá de lo que podamos extraer de esta información, ya la pregunta por sí misma nos invita a meditar y aplicarla en nosotros mismos. Ciertamente todos contamos con ese “paquete emocional” personalizado, pero cada uno de nosotros llegamos a sentirlas y expresarlas de forma única y especial. Como siempre lo destaco, hablaré solo desde mi punto de vista, y de cómo he podido percibir mis emociones con respecto a dicha pregunta.

The stage of old age is perhaps one that many of us can talk about and few wish to be, either because of the ailments that it entails, or because it is difficult to reach in the best way this page of our lives that marks the peak of a long trajectory full of experiences and much learning. Since we come to understand the meaning of our existence, our innate virtue impels us to evolve and grow as individuals, we reach a degree of maturity and mental and physical growth, each from their own identity.

The cycle of life becomes like that peak in which we invest time and effort in order to get there, and when we reach that peak we add knowledge, experiences and skills that allow us to perform at our best. And so, without warning, we begin to descend from that peak that for a long time became our home, and we are on our way to the golden age of old age.

Recently I was telling my friend @enclassecu about your publication on this subject, and at that moment a very peculiar idea came to me, one that I had never thought of before. "Feelings never get old".> That's what I thought when I read your excellent content, and since then I kept reflecting on that expression. And thinking more and more about this, and taking into account that emotions are part of us and determine many things in our lives, can they also get old?

The most interesting thing about these issues is that beyond what we can extract from this information, the question itself invites us to meditate and apply it to ourselves. Certainly we all have that personalized "emotional package", but each of us gets to feel and express them in a unique and special way. As I always emphasize, I will speak only from my point of view, and how I have been able to perceive my emotions regarding this question.

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Pixabay by kareni

Al nacer, empezamos a explorar y conocer lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Nos damos cuenta de que necesitamos crecer y aprender ciertos criterios y principios para ser mejores individuos con el paso de los años. De la misma forma, empezamos a experimentar nuestros primeros sentimientos, llegamos a estar felices, tristes o sorprendidos, sin saber siquiera como explicarlo con nuestras propias palabras. De esta forma, e incluso hasta de manera inconsciente vamos alcanzando un equilibrio entre lo físico y lo emocional.

Luego, vienen los años en los que la madurez está más cerca de nosotros, llegando a ser adultos más comprensivos en cuanto a lo que somos y lo que existe a nuestro alrededor. Desarrollamos actitudes y habilidades que nos permiten destacar en alguna ocupación o tarea, y nos sentimos a pleno cuando logramos algo por lo que hemos trabajado mucho. Igualmente nos pasa desde el plano sentimental, pues estamos más cerca de saber identificar nuestras emociones, manejarlas y percibir la de otras personas.

Pero entonces llega ese período de nuestras vidas en las que, física y mentalmente empezamos a descender, sintiendo el embate inevitable del tiempo que comienza a pasar factura a nuestro cuerpo. Algunos empiezan a vivirlo un poco antes que otros, y otros lo llegan a sentir a mayor grado debido a las enfermedades o dolencias con las que podamos llegar. ¿Ocurre lo mismo con nuestros sentimientos? Es aquí donde encaja perfectamente la pregunta que fundamenta el tema de esta publicación.

La etapa de la vejez condiciona nuestro bienestar físico, pero no el emocional. ¡Vaya cuanto podemos extraer de aquí! Nuestros sentimientos llegan con total entereza como la que podríamos manifestar siendo tan solo unos niños, parecen llegar con tanta fuerza que en ocasiones nos es difícil de sostener y aquel equilibrio físico/emocional que en algún momento pudimos disfrutar, ahora inclina la balanza un poco más en favor de nuestros sentimientos.

At birth, we begin to explore and get to know who we are and what we can become. We realize that we need to grow and learn certain criteria and principles to become better individuals as the years go by. In the same way, we begin to experience our first feelings, we become happy, sad or surprised, without even knowing how to explain it in our own words. In this way, and even unconsciously, we reach a balance between the physical and the emotional.

Then come the years in which maturity is closer to us, becoming more understanding adults in terms of what we are and what exists around us. We develop attitudes and skills that allow us to excel in some occupation or task, and we feel fulfilled when we achieve something we have worked hard for. The same happens to us from a sentimental point of view, because we are closer to knowing how to identify our emotions, manage them and perceive other people's emotions.

But then comes that period of our lives in which, physically and mentally, we begin to descend, feeling the inevitable onslaught of time that begins to take its toll on our body. Some begin to experience it a little earlier than others, and others come to feel it to a greater degree due to the illnesses or ailments we may come down with. Does the same thing happen with our feelings? This is where the question that underlies the theme of this publication fits perfectly.

The stage of old age conditions our physical wellbeing, but not our emotional wellbeing. What a lot we can extract from this! Our feelings come with as much strength as we could show when we were just children, they seem to come with such force that sometimes it is difficult for us to sustain and that physical/emotional balance that at some point we could enjoy, now tips the balance a little more in favor of our feelings.

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Pixabay by silviarita

En este aspecto, admito que no cuento con la edad y la experiencia para entender perfectamente esto, pero hay algo que me permite expresar dicha idea. Algo peculiar en mi vida es mi circulo de amigos. ¿Por qué? Porque muchos de ellos son veinte, treinta y hasta cuarenta años mayores que yo, y gracias a ellos he podido aprender mucho en base a sus experiencias en la vida.

Por ejemplo, en una ocasión estaba hablando con una amiga sobre un tema cotidiano como lo es la economía, pero en cierto punto de la conversación ella empezó a llorar. La razón fue que entre tantas cosas que dijo, recordó a su hijo quien había fallecido en un accidente de tránsito. Su dolor fue tan evidente que pensé que eso había ocurrido recientemente, hasta que ella misma me confirmó que tal tragedia había pasado unos 40 años atrás. Su tristeza estaba intacta, el sentimiento por su hijo estaba seguía tan presente como si se tratara de ayer.

También tengo un amigo de más de noventa años con quien suelo conversar mucho y de manera muy consecuente. Una de las cosas que me sorprende es escucharlo hablar de sus padres, manifestando que él actualmente teniendo noventa y dos años, experimenta la misma emoción que de niño sentía cuando su madre le hablaba sobre la vida en la ciudad. Y si sumamos una experiencia más, podría ser la de una amiga de noventa y cuatro años que falleció hace poco tiempo. Ella en cada conversación recordaba con nostalgia los paseos que compartía con su padre cuando solo era una niña de apenas seis años.

Son muchas las experiencias que podríamos agregar a estas, para resaltar una fundamental idea: llegamos a envejecer, pero nuestros sentimientos siguen con un vigor y una virtud intacta. Físicamente nos debilitamos, pero nuestros sentimientos siguen enteros y muy fuertes. Esto llega a ser tan cierto como evidente, pues si alguien en una edad avanzada no es capaz de controlar la ira, el asombro, la tristeza o el orgullo, esto podría generarle una complicación en cuanto a su salud, y en casos extremos, poner en riesgo su vida. Es como si al llegar a la etapa de la vejez, necesitamos avisarle a nuestros sentimientos y nuestras emociones que ya no somos tan fuertes como para soportarlos en su máxima expresión.

La vejez llega a ser ese cúmulo de experiencias que afloran muchos sentimientos a través de los recuerdos. Es impresionante como muchos se emocionan al recordar el día de su boda, la relación entre los padres y los hijos o lo que vivieron y compartieron con amigos y familiares, además de las impresiones de algunos lugares que dan vida a experiencias únicas e inolvidables. Pensar y meditar en todo esto, me afirma en la cita de que “los sentimientos jamás envejecen”.

“Porque los sentimientos son esa tinta con la que escribimos parajes y momentos incomparables sobre la página de nuestra vida, la cual incluso al ser rasgada por el desgaste del tiempo, deja una huella imborrable que es tan grande como especial”.

In this regard, I admit that I do not have the age and experience to understand this perfectly, but there is something that allows me to express this idea. Something peculiar in my life is my circle of friends. Why? Because many of them are twenty, thirty and even forty years older than me, and thanks to them I have been able to learn a lot based on their experiences in life.

For example, on one occasion I was talking with a friend about an everyday topic such as the economy, but at a certain point in the conversation she began to cry. The reason was that among so many things she said, she remembered her son who had died in a traffic accident. Her grief was so evident that I thought it had happened recently, until she herself confirmed that such a tragedy had happened some 40 years ago. Her sadness was intact, the feeling for her son was still as present as if it were yesterday.

I also have a friend in his nineties with whom I talk a lot and very consistently. One of the things that surprises me is to hear him talk about his parents, saying that he is now ninety-two years old and experiences the same emotion he felt as a child when his mother talked to him about life in the city. And if we add one more experience, it could be that of a ninety-four year old friend who passed away a short time ago. She would recall with nostalgia in every conversation the walks she shared with her father when she was just a little girl of six years old.

There are many experiences we could add to these, to highlight a fundamental idea: we grow old, but our feelings remain with vigor and virtue intact. Physically we weaken, but our feelings remain whole and very strong. This becomes as true as it is evident, because if someone at an advanced age is not able to control anger, astonishment, sadness or pride, this could generate a complication in terms of health, and in extreme cases, put his life at risk. It is as if when we reach the stage of old age, we need to warn our feelings and emotions that we are no longer strong enough to support them at their maximum expression.

Old age becomes that accumulation of experiences that brings out many feelings through memories. It is impressive how many get emotional when remembering their wedding day, the relationship between parents and children or what they lived and shared with friends and family, in addition to the impressions of some places that give life to unique and unforgettable experiences. Thinking and meditating on all this, affirms me in the quote that "feelings never get old".

"Because feelings are that ink with which we write incomparable places and moments on the page of our life, which even when torn by the wear and tear of time, leaves an indelible mark that is as great as it is special."

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Pixabay by sciencefreak


Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.


Thank you for giving value to this publication with your time and attention.

See you soon.



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24 comments
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¡Que bonito hablas de tus amiguis de la madurez! Y confieso que jamás lo había visto de esta forma "los sentimentos no envejecen" pasamos tiempo viendo las arrugas, la flacidez, los cambios de cabello pero no lo de adentro y como nos afecta. Maravillosa reflexión porque eso es lo que verdaderamente importa 🤗.

Siempre tan acertado amigo en las emociones.

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“Los sentimientos jamás envejecen”, tienes razón con esta afirmación, los años pueden pasar, pero los sentimientos siguen intactos en el corazón. De niños teníamos claro que queríamos ser de adultos, tristemente que con el tiempo lo olvidamos y esto hace que sea más difícil ir hacia delante. Cuando hablo con mi mamá he notado lo que nos comentas, recuerdos de su niñez con mis abuelitos, le hace muy feliz recordar cuando era una niña y cuando fue una profesional, ahora siente un poco de tristeza por no haber continuado con sus propósitos. Todo es un proceso individual, empezar a sentir y recordar lo que somos, quizás ayude.

Muy acertado este artículo, muchas gracias por compartirlo 🤗👋💕.

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Saludos amiga @enclassecu ☺️

Excelente que hayas agregado la experiencia de tu madre a este tema 👏👏👏

Realmente este es un tema que, al igual que nuestros sentimientos, tiene mucha tela que cortar y muchas anécdotas que contar 😎

Muchas gracias por aportar tus valiosas palabras 🤗

Éxito y bendiciones para ti 🙂👋👋👋

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Saludos amigo @cajiro

Oye ¡que buena percepción de las emociones! Es increíble como esa amiga suya aún llora la muerte de su hijo.

Creo que no había pensado en ello. No envejecen pero si maduran, se transforman, se simplifican o se intensifican.

Muy buena publicación 😊

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Hola amiga @purpleglitter 🙂

La ventaja de tener amigos con tanta edad, es que son "unas enciclopedias" de vida, llenos experiencias y vivencias como las que mencioné en esta publicación 🙂

Gracias por aportar tu valioso comentario ☺️☺️ Saludos 👋👋👋👋

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¡Felicidades! Esta publicación obtuvo upvote y fue compartido por @la-colmena, un proyecto de Curación Manual para la comunidad hispana de Hive que cuenta con el respaldo de @curie.

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Extraordinario post @cajiro, cuando se conversa con el idioma espíritu, entiendo conscientemente, ese "vigor y esa virtud intacta" prevalece y fortalece la edad "dorada", es preminente tu valoración. Es más, la luz que me aporta tu contenido me orientan a desaprender los malos hábitos y la ausencia de la ausencia de extraordinarias amistades que vivifican y cristalizan el brillo del espíritu.
Congratulaciones por tu "Los sentimientos jamás envejecen". El espíritu aumenta su infinito brillo universal.

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Amigo @hiramdo 🙂 un placer poder saber de ti 👋👋

Me alegra que hayas disfrutado de este tema que nos brinda mucha reflexión, y que nos extiende una invitación a profundizar por esos campos dorados en los que nuestros sentimientos siguen siendo protagonistas 🙂

Muchas gracias por aportar tu valioso comentario, con ese peso literario que siempre te caracteriza 👏👏👏

Saludos y éxitos para ti, amigo @hiramdo 👋👋👋

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Creo que depende de cómo seas criado. Personalmente, he sido alguien muy empático pero en cuando al amor de pareja, no muy romántico. No lo atribuyo totalmente al modo en que me criaron pero sí que creo que encontrar en los demás emociones espejo, puede dar cierto sesgo a lo que no tiene una definición. Vivimos, sentimos, expresamos. Ojalá lo entendiéramos así, y no nos obsesionáramos con definir, y por tanto, adoctrinar en ese sentido. Muy buen post, amigo, @cajiro

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Sabias palabras, amigo @freakshow90 👍

Como bien lo destacas, a veces nos esmeramos más por definir que entender todo lo que comprenden nuestros sentimientos, y sin querer nos perdemos de la verdadera esencia de estos en nuestra vida 🙂

Muchas gracias amigo @freakshow90 por aportar tu valioso razonamiento a este tema 👏👏👏

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Gracias a ti, más bien, por escribir con criterio sobre intangibilidad pura.

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Hola!! Qué bonita publicación!! La verdad es que viví los sentimientos de la vejez por mi abuela y comparto con vos: “jamás envejecen”. En la medida en que responden al alma, que carece de edad, lo que de ella proviene tampoco se ve afectado para El Paso del tiempo que afecta al cuerpo físico.

Me gustó mucho cómo comentas tu punto de vista y tu referencia a la niñez, esto de que una persona mayor aún puede sentir como un niño. Eso me pareció muy tierno!!

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Saludos amiga @belug ☺️

Me alegra que hayas disfrutado de este tema y te haya llevado a reflexionar de la manera como lo has compartido a través de tu comentario 🙂

Son muchas las cosas que podemos aprender de nuestros sentimientos en cuanto a cómo se mantienen y hasta vigorizan con el pasar de los años.

Gracias por aportar aún más valor a este tema con tus valiosas palabras 👏👏👏 Saludos 👋👋👋

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Dear @cajiro,
Your support for the current HiveBuzz proposal (#199) is much appreciated but the proposal will expire soon!
May we ask you to review and support the new proposal so our team can continue its work?
You can support the new proposal (#248) on Peakd, Ecency, Hive.blog or using HiveSigner.

Thank you!

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Hola, este blog tuyo me pego. De hecho, estoy de acuerdo en que a medida que envejecemos nos volvemos más maduros. Otro factor para ello son nuestras experiencias. Es uno de los factores que contribuyen a tener tales sentimientos. Es bueno también sembrar buenas obras para que coseches bien cuando llegue el tiempo. Está muy bien dicho. Gracias por compartir este... Mantente a salvo y que Dios te bendiga.

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Hola amiga @amoreyl

Gracias por tan bonito comentario 😊

Excelente que hayas disfrutado de este tema, aportando también tu valiosa opinión. Ciertamente las experiencias y las buenas obras nos ayudan a percibir mejor los sentimientos que durante toda nuestra vida enmarcan momentos especiales 🙂

Mucho éxito para ti 👋👋👋 Saludos

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No lo menciones amigo, es un placer. Dios los bendiga.

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