"La meta de un gorrión" (Relato) [Es-En]

Saludos para todos los que forman parte de esta comunidad de Writing club. En esta oportunidad comparto con ustedes un relato que espero puedan disfrutarlo.

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Dentro de un pequeño capullo cubierto con un suave plumaje una nueva vida se abre paso, y con la primicia de sus latidos también fecunda el deseo de alguien que desde el primer respiro sabe que ha nacido para volar y no para caminar. Es un alma con hilos de soñador que trae dibujado en su corazón el mapa que lo llevará hasta ese mágico destino al que todos desean llegar.

El tiempo se ha encargado de vestirlo con un traje algo colorido y peculiar, colocándole una corona gris que revela su procedencia real, su nuca color canela atina el canto de las praderas mientras sus mejillas blancas como la nieve hacen sonrojar al mismísimo viento. Es un pequeño residente con aires de trovador, es un pequeño gorrión que anda en busca del tesoro que hace brillar el interior de su ser.

Las flores han corrido la voz, y todo el valle se ha enterado de lo que aquel gorrión aventurero ha puesto en su alma desde que se enteró que era un ave, su meta de llegar al lugar más hermoso que pueda existir y allí mismo anidar su vida y también sus sueños. Y así este osado viajero ha emprendido esa anhelada búsqueda que en sus pensamientos ha marcado como la inspiración y las ganas que impulsan sus alas.

Y el cielo mismo ahora abre sus brazos para recibir a este gorrión que ya no es solo un visitante, sino que se ha convertido en un valiente y temerario invitado que está dispuesto a hacer hasta lo imposible por llegar a ese lugar que se ha vuelto su dulce y tierna obsesión. No hay razón ni motivo para mirar atrás ni mucho menos hacia abajo cuando se está seguro de lo que quieres y a dónde quieres llegar.

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Han sido muchos los paisajes los que se han rendido ante el encanto de este gorrión que aún no consigue su lugar, y en cada agite de sus alas emana la miel de un cariño que se vuelve más y más dulce mientras piensa en su destino. Las montañas se han adornado con diamantes y perlas a ver si llaman su atención, y los árboles más frondosos han echado sus raíces entre las nubes para estar más cerca de su vuelo, pero los ojos y el deseo de este iluso volador jamás se apartará de aquel lugar que cada día percibe en sus más profundos sueños.

Y aquel gorrión se columpia en la luz del sol para llegar más rápido, mientras la luna le presta la habitación de su menguante para que en las noches descanse. En una ocasión, aquel gorrión pensó que ya volaba por encima del mismo cielo, y al mirar con detenimiento se percató que aquello era el inmenso mar que como espejo quería imitar todo lo que esta ave hacía durante sus maniobras de vuelo.

No hubo tormenta ni ventarrones que lo amilanaran, no existía trueno o relámpago que le causara temor, y con la lluvia hizo un pacto sellado sobre estrellas, para que en vez de bañarlo le llenara su saco de agua y de semillas que pudieran alimentarlo. Siempre volaba de la mano con el verano y la primavera, jugando al escondido con el invierno para que este no le mojara, y haciendo un ramo de flores con el aroma del otoño para llegar con un hermoso presente a su futuro hogar.

En una ocasión el cielo de los cielos le extendió una larga alfombra de seda para que por allí subiera y le echará un vistazo a esa gama de luces que eternamente brillan y no paran de bailar. Pero este valiente gorrión sabía que lo que su corazón le pedía era algo más grande y más sublime que aquella fabulosa oferta, así que para no ser tan descortés le regaló una rosa de cristal que era capaz de apagar cualquier voz con el encanto de su belleza.

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Eran años, meses y días los que transcurrían para un ave que no parecía desesperarse, y mientras más pasaba el tiempo, más alegre se ponía este gorrión que con las hojas muertas del calendario hacía remiendos secos que poco a poco iban tomando la forma de un nido. El desierto mismo que desde abajo lo miraba quiso parar un reloj de arena que lo apuntaba, pero para aquel que vuela y no camina el tiempo es solo un personaje relativo que se hace cómplice de todo lo que deseas alcanzar.

¡Al fin el momento más esperado ha llegado! ¡Al fin se ha hecho realidad! Pues más allá de las fronteras del alba, dos lumbreras parecen titilar ante el vuelo de este gorrión, quien al mirarlas inmediatamente supo que era su anhelado destino ya que así lo declaró su corazón. Dos diademas del color que adornaba su nuca fueron su luz y bienvenida a lo que por tanto tiempo buscó y al fin encontró.

Porque fue en la mirada de una hermosa princesa donde esta ave aventurera descubrió su paraíso, y entre versos y suspiros por fin este enamorado gorrión logró aterrizar. Y fue así como la suavidad de unas tiernas manos se extendían para recibir a este príncipe de los cielos que desde siempre supo a donde debía volar, porque siempre sus sueños volaron más que con sus alas, con sus deseos de hacerlos realidad y alcanzar una meta a la que jamás dudó que podía llegar.

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Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.

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ENGLISH VERSION

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Greetings to all of you who are part of this Writing Club community. In this opportunity I share with you a story that I hope you can enjoy.

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Inside a small cocoon covered with a soft plumage a new life opens its way, and with the scoop of its beats it also fertilizes the desire of someone who from the first breath knows that he was born to fly and not to walk. He is a soul with dreamer's threads that brings drawn in his heart the map that will take him to that magical destination that everyone wants to reach.

Time has been in charge of dressing him in a somewhat colorful and peculiar costume, placing a gray crown that reveals his royal origin, his cinnamon-colored neck matches the song of the prairies while his snow-white cheeks make the very wind blush. He is a little resident with the airs of a troubadour, he is a little sparrow in search of the treasure that makes your inner self shine.

The flowers have spread the word, and the whole valley has learned what that adventurous sparrow has put in his soul since he learned he was a bird, his goal to reach the most beautiful place that can exist and there nest his life and also his dreams. And so this daring traveler has undertaken that longed-for quest which in his thoughts he has marked as the inspiration and the desire that drives his wings.

And the sky itself now opens its arms to receive this sparrow who is no longer just a visitor, but has become a brave and reckless guest who is willing to do the impossible to reach that place that has become his sweet and tender obsession. There is no reason or reason to look back, let alone down, when you are sure of what you want and where you want to go.

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There have been many landscapes that have surrendered to the charm of this sparrow that still does not get its place, and in every flap of its wings emanates the honey of an affection that becomes sweeter and sweeter as it thinks of its destiny. The mountains have been adorned with diamonds and pearls to see if they attract his attention, and the lushest trees have taken root among the clouds to be closer to his flight, but the eyes and the desire of this illusive flyer will never stray from that place that every day he perceives in his deepest dreams.

And that sparrow swings in the sunlight to get there faster, while the moon lends him the room of its waning to rest at night. On one occasion, that sparrow thought it was already flying above the sky itself, and when it looked closely, it realized that it was the immense sea that, like a mirror, wanted to imitate everything that this bird did during its flight maneuvers.

There was no storm or gale that could frighten him, there was no thunder or lightning that could cause him fear, and with the rain he made a pact sealed on stars, so that instead of bathing him, it would fill his sack with water and seeds that could feed him. He always flew hand in hand with summer and spring, playing hide-and-seek with winter so that it would not get him wet, and making a bouquet of flowers with the scent of autumn to arrive with a beautiful present to his future home.

On one occasion the heaven of heavens spread a long silk carpet for him to climb up there and take a look at that range of lights that eternally shine and never stop dancing. But this brave sparrow knew that what his heart was asking for was something greater and more sublime than that fabulous offer, so in order not to be so rude he gave her a crystal rose that was able to extinguish any voice with the charm of its beauty.

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Years, months and days went by for a bird that did not seem to despair, and the more time went by, the happier this sparrow became, making dry patches with the dead leaves of the calendar that little by little took the shape of a nest. The desert itself that looked down on him wanted to stop an hourglass that pointed at him, but for him who flies and does not walk, time is only a relative character that becomes an accomplice of everything you want to achieve.

At last the most awaited moment has arrived! At last it has come true! For beyond the borders of dawn, two luminaries seem to twinkle before the flight of this sparrow, who upon looking at them immediately knew that it was his longed-for destiny since his heart declared it so. Two diadems of the color that adorned his neck were his light and welcome to what he had long sought and finally found.

Because it was in the gaze of a beautiful princess where this adventurous bird discovered his paradise, and between verses and sighs at last this enamored sparrow managed to land. And so it was that the softness of tender hands were extended to receive this prince of the skies who always knew where he had to fly, because his dreams always flew more than with his wings, with his desire to make them come true and reach a goal he never doubted he could reach.

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Thank you for adding value to this publication with your time and attention.

See you soon.