Un descanso mágico en Patronus [ESP/ENG]

      El pasado miércoles, junto a mis compañeras de la universidad, Sachenka y María, nos embarcamos en una misión fotográfica para un trabajo de la materia Comunicación Gráfica. El profesor nos había encargado crear un abecedario fotográfico, encontrando objetos o estructuras que formaran cada letra y también nos pidió una foto artística, documental y cinematográfica. Salimos de nuestra única clase del día y decidimos recorrer el Área de Ciencias Económicas y Sociales, donde estudiamos, en busca de nuestras fotos. Pasamos unas tres horas caminando y capturando imágenes sin parar.

      Después de un buen rato, nos dirigimos al centro de San Juan de los Morros con la idea de encontrar un centro comercial donde tomar la foto artística, que aún nos faltaba. Para entonces, ya eran la una de la tarde y el hambre empezó a notarse, así que decidimos almorzar. Por casualidad, descubrimos un restaurante temático de Harry Potter llamado Patronus, del cual no sabíamos de su existencia.

      Aunque no soy el mayor fan de la saga, disfruto mucho las películas y me sé casi todos los nombres de los personajes. Al entrar al restaurante, me sentí como un auténtico nerd admirando cada adorno. Lo que más me impresionó fue la decoración de las Reliquias de la Muerte. Nos sentamos y pedimos cinco porciones de takoyaki para cada uno. Nunca había probado este plato japonés y la verdad, me encantó. Antes de irnos, compré cuatro minis donas que estaban deliciosas.

      A pesar de que ese miércoles fue un día agotador, caminando bastante para conseguir las fotografías del abecedario, el momento que compartimos en el Patronus fue muy agradable y perfecto para cerrar el día.

      Esa jornada no solo cumplimos con la tarea asignada, sino que también descubrimos un nuevo lugar para disfrutar y compartimos una experiencia divertida y memorable. La combinación del trabajo académico y el descubrimiento de nuevos rincones en la ciudad hizo que todo el esfuerzo valiera la pena.

      Esa combinación de trabajo y ocio nos permitió disfrutar de un día completo y enriquecedor, descubriendo lugares y sabores nuevos, mientras avanzábamos en nuestros proyectos académicos. Fue un balance perfecto entre la dedicación al estudio y el disfrute de momentos especiales.

ENGLISH VERSION (click here!)

      Last Wednesday, together with my university classmates, Sachenka and Maria, we embarked on a photographic mission for a project for the Graphic Communication course. The professor had tasked us with creating a photographic alphabet, finding objects or structures that formed each letter, and also asked us for an artistic, documentary and cinematic photo. We left our only class of the day and decided to walk around the Economic and Social Sciences Area, where we studied, in search of our photos. We spent about three hours walking around and capturing images non-stop.

      After a while, we headed to the center of San Juan de los Morros with the idea of finding a shopping mall where we could take the artistic photo, which we were still missing. By then, it was already one o'clock in the afternoon and the hunger started to show, so we decided to have lunch. By chance, we discovered a Harry Potter themed restaurant called Patronus, which we didn't know about.

      Although I'm not the biggest fan of the saga, I really enjoy the movies and know almost all the characters' names. Upon entering the restaurant, I felt like a real nerd admiring every decoration. I was most impressed by the Deathly Hallows decorations. We sat down and ordered five servings of takoyaki each. I had never tried this Japanese dish before and to tell you the truth, I loved it. Before we left, I bought four mini donuts that were delicious.

      Although that Wednesday was an exhausting day, walking quite a bit to get the alphabet pictures, the time we shared at the Patronus was very pleasant and perfect to close the day.

      That day we not only accomplished the assigned task, but also discovered a new place to enjoy and shared a fun and memorable experience. The combination of academic work and discovering new corners of the city made all the effort worthwhile.

      That combination of work and leisure allowed us to enjoy a full and enriching day, discovering new places and flavors, while advancing our academic projects. It was a perfect balance between dedication to study and enjoyment of special moments.

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