Karla and Life's Setbacks (En/ Es)
Karla looked at her day, without much encouragement, because there was a sadness and melancholy that invaded her; because when she thought she had everything under control, it was a cruel lie of life, that was when things got out of control. She was no longer a child, she already knew where to scare, she already knew what was good and what was bad, she had reached that age when she knew what she wanted, how she wanted it and how she could have it, at least that was what she believed....
She thought that as long as she was a good mother, wife, daughter, friend, good worker, everything would be fine in addition, but she was realizing that one thing was what she thought, another was what others thought... and that, in spite of wanting to do her best, it was not enough. She sat down to think and try to understand what she had done wrong, and the answers, as she reflected, soon came.
Then, she began to analyze all her surroundings and the things she did for others... as a daughter, she always tried to be obedient, not to contradict, to do what was asked of her... Karla, now understood the reason for her frustration in many things with her parents and the reason for her. Once she realized she had a voice and set boundaries, she started to be the bad daughter, to her parents and to anyone who looked in from the outside. But this was known only to her and all that it was costing her to stand firm in her decisions and still keep trying to be present for her parents.
On the other hand, Karla began to remember the day she decided to get married happy, in love. From the beginning she tried to be a support for her partner, a friend, a good lover, a good companion and in this process she realized that many times she put her own things aside to try to help her partner and be that unconditional person for him.... It was here, where she realized her mistake; she had given her happiness in the hands of someone else, when her happiness should come from herself and others should only complement her, I mean I am happy alone with my life and if you decide to accompany me great, but I can also go on without you....
It was a great reality that was just now dawning on her and that she was beginning to understand through the disappointments she had received. Because she had understood that only she could make herself happy, doing what she liked, pampering herself, enjoying herself and the rest was optional. Thinking from that perspective, she thought that she would definitely do better, because the time of the walking princes, long ago, was over in her life, we would see....
As for being a mother, that is unconditional love and Karla knew it, but she also understood that as in any relationship there should be limits, she had set them, but her children each one was different, if there was a manual for each child how easy it would be and how these limits were shaky, with these relationships, she knew she had to keep trying, teach, guide, because she wanted to leave a mark of love in her children. This was out of the question.
Karla at this point in her life, has not yet finished learning things, what she does know is that it is a constant struggle, that sometimes, as it weighs, but that in the end, all this has confirmed and confessed to her that she has lived and that she will never stop learning until the end of her days, with the hope that maybe someday she would come to understand the setbacks of life ....
Karla miraba su día, sin muchos ánimos, pues había una tristeza y una melancolía que la invadía; porque cuando creía que tenía todo en control, era una cruel mentira de la vida, ahí era cuando más se descontrolaban las cosas. Ya no era una niña, ya sabía por dónde asustaban, ya tenía claro que era lo bueno y que era lo malo, Había llegado a esa edad en que se sabe lo que se quiere, cómo lo quiere y cómo lo puede tener, por lo menos eso era lo que ella creía...
Ella pensaba en tanto fuera buena madre, esposa, hija, amiga, buena trabajadora, todo iba a estar bien por añadidura, pero se estaba dando cuenta de que una cosa era lo que pensaba ella, otra los demás... y que, a pesar de querer hacer lo mejor, esto como que si no era suficiente. Se sentó a pensar y a tratar de entender ¿qué había hecho mal?, y las respuestas, a medida que iba reflexionando, no tardaron en llegar.
Entonces, empezó a analizar todo su entorno y las cosas que hacía por los demás... como hija, siempre trató de ser obediente, de no llevar la contraria, de hacer lo que se le pedía... Karla, ahora entendió el porqué de su frustración en muchas cosas con sus padres y el porqué de ella. Una vez que se dio cuenta de que tenía una voz y puso límites, empezó a ser la mala hija, para sus padres y para todo aquel que mirara desde afuera. Pero esto solo lo sabía ella y todo lo que le estaba costando mantenerse firme en sus decisiones y, aun así, seguir tratando de estar presente para sus padres.
Por otro lado, Karla empezó a recordar el día en que decidió casarse feliz, enamorada. Desde un inicio trato de ser un apoyo para su pareja, una amiga, una buena amante, buena compañera y en este proceso se dio cuenta de que muchas veces, dejaba sus propias cosas de lado para tratar de ayudar a su pareja y ser esa persona incondicional para él... fue aquí, donde se dio cuenta de su error; había entregado su felicidad en manos de alguien más, cuando su felicidad debía venir de ella misma y los demás solo debían complementarla, es decir soy feliz sola con mi vida y si decides acompañarme genial, pero también puedo seguir sin ti...
Era una gran realidad que ahora mismo se le estaba asomando y que estaba empezando a comprender a través de las decepciones que había recibido. Porque había comprendido que solo ella podía hacerse feliz, haciendo lo que le gustaba, consintiéndose, disfrutándose y lo demás era opcional. Pensando desde esa perspectiva, pensaba que le iría mejor definitivamente , pues el tiempo de los príncipes andantes, hace mucho tiempo, había acabado en su vida, ya veríamos...
En cuanto a lo de ser mamá, ese si es que es un amor incondicional y Karla lo sabía, pero también entendía, que como en toda relación debían existir límites, ella los había puesto, pero sus hijos cada uno era diferente, si existiera un manual para cada hijo que fácil sería y como se tambaleaban estos límites, con estas relaciones, sabía que debía seguir intentándolo, enseñar, guiar, pues quería dejar una huella en ellos de amor en sus hijos. Esto no tenía discusión.
Karla a estas alturas de su vida, aún no ha terminado de aprender cosas, lo que si sabe es que es una constante lucha, que a veces, como pesa, pero que al final, todo esto le ha confirmado y le ha confesado que ha vivido y que nunca dejara de aprender hasta el final de sus días, con la esperanza de que tal vez algún día llegaría a entender los reveses de la vida...
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