Historias en su tinta 076: "Viaje peligroso", por bonzopoe [cuento]

Miro por la ventana mientras pasamos por un puente, y no puedo evitar imaginarme al autobús saliendo despedido, surcando el aire como en una película de Bruce Willis o Arnold Schwarzenegger.

Es un pensamiento fatalista, lo sé, pero a la vez es estimulante, hasta intoxicante cuando me imagino los detalles del accidente y todos los periplos posteriores.

Llegar al día siguiente al trabajo con algunos moretones y unas banditas, y contarle a todos mi historia de sobrevivencia, y como salve la vida a varios pasajeros antes de que el autobús estallara.

Decir con una falsa modestia sumamente convincente: "Solo hice lo que hubiera hecho cualquiera en mi lugar", y escuchar los suspiros contenidos y comentarios de admiración en voz baja de todas las secretarías de la oficina.

Y ver como Juanita la más hermosa y deseada por todos, incluyéndome, me trata distinto a partir de entonces, ya no evitando encontrarse conmigo sino procurando hacerlo todo el tiempo, casi pidiéndome qué la invite a salir.

Me veo con Juanita ya a mi lado, ante la envidia de todas y la sorpresa de todos, pero como era de esperarse, entre los celos y los acercamientos, y a veces algo más, de sus compañeras, la relación no resulta.

Pasamos luego junto a un tráiler lleno de maquinaria pesada, y no puedo evitar imaginar que una de las amarras qué la sostiene se rompe, provocando la liberación de la carga y un pandemónium de vehículos estrellándose en una carambola espectacular.

Cuando se disipa todo el polvo, y llegan los primeros auxilios al lugar, se ve la magnitud de la masacre, y la desolación invade a todos hasta que sucede un milagro.

Más tarde un agente de policía con los ojos llorosos lo cuenta, y describe como me encontró entre un montón de hierro retorcido, sin magulladura alguna, y lo que es más increíble, protegiendo con mi cuerpo a un par de niños que lloran desconsolados.

Los medios se vuelven locos con la noticia, y no se diga las redes sociales. Me invitan a programas de televisión por todo el mundo, así como a los podcast más populares.

Al final entre reconocimientos al valor y la fama bien aprovechada qué me trae el suceso, tengo la vida resuelta, con todo y Juanita y una que otra amante ocasional qué se siente seducida por mi heroísmo.

En esos pensamiento estoy cuando pasamos finalmente por el retén de migración a la entrada de la cuidad, y como a veces suele suceder, se suben algunos militares a pedir identificaciones a los pasajeros para asegurarse de que no haya emigrantes ilegales en el autobús.

No puedo evitar imaginarme todo tipo de escenarios, pero el más inmediato es que el camión es secuestrado, con todo y militares, por un grupo personas que venían en la parte trasera, y que resultaron ser terroristas disfrazados de migrantes centroamericanos.

En poco tiempo estamos rodeados de más militares, helicópteros y cuanta fuerza de seguridad existe en la zona. Se desata una persecución espectacular que se transmite en vivo a todo el mundo. ¡Somos noticia mundial! Aferrado a mi asiento, mientras miro por la ventana, en el reflejo veo que su líder se descuida, y aprovecho para quitarle la pistola y sujetarlo por detrás.

Mis clases de defensa personal vienen en mi ayuda, y contra todos los pronósticos, logro inmovilizarlo, lo que distrae al que maneja, provocando que choque contra un auto estacionado, y crea una ventana de oportunidad para que los militares en el autobús tomen el control de la situación y nos rodeen más vehículos de los que puedo contar.

En eso estoy cuando a lo lejos veo la estación de autobuses. Gracias a Dios, a pesar de todos los peligros, llegamos con bien... me pregunto que estará haciendo Juanita en este momento, tal vez sea momento de armarme de valor y finalmente invitarla a salir.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.