Crónicas de lo cotidiano 122: "Resiliencia. La costumbre de ver siempre el vaso medio lleno", por bonzopoe

Varias personas me han dicho alguna vez que les parezco una persona muy resiliente, pero nunca tomé sus comentarios muy en serio. Yo siento que cuando las cosas no me van bien, no siempre lo tomo de la mejor manera, hago coraje y demás, lo que creo que nos pasa a todos en mayor o menor medida, pero en lo que no me había fijado mucho es en lo que hago después.

Por lo general después de sacar de mi sistema la situación, la acepto, doy vuelta a la página, y a lo que sigue. No soy de estar recordando y lamentándome de nuevo lo que pasó. Me pasa de repente en mi familia que alguien saca el tema de algún descalabro mío y yo por lo general corto la conversación. Especular sobre "que hubiera pasado si…" no resuelve nada, lo que pasó, pasó, y punto, lo demás es echarle sal a la herida.

Esto no quiere decir que no reflexione al respecto, porque si lo hago, quiere decir que no me atormento pensando en los hubiera, porque los hubiera no existen. Esta actitud, que incluso algunos familiares cercanos me reclaman diciendo que soy muy 'frío', es una expresión de resiliencia, o al menos así lo veo yo, y no me había dado cuenta de ello hasta hace poco.

Otra cosa en la que caí en cuenta recientemente es que siempre trato de ver mis desgracias desde una perspectiva más amplia. En vez de quejarme por lo que me pasó, me doy cuenta de que me pudo haber ido peor, y agradezco que no haya sido así. Otra cosa que mi familia no siempre entiende, porque según ellos a veces hasta pareciera que celebro; aunque nada más alejado de la realdad.

Un ejemplo de todo esto es mi estado de salud reciente, y actual. Al enfermarme hace poco bajé de peso, en parte por la enfermedad, y en parte por el cambio que tuve que hacer a mi dieta para recuperarme y evitar una recaída. Al dejar atrás la enfermedad decidí sacarle provecho a que me había acostumbrado a los cambios en mi dieta, y decidí conservarlos para seguir bajando de peso.

Cosas que no había podido dejar atrás como las gaseosas (coca-cola, pepsi, etc), las frituras, dulces, postres, pan y comida chatarra en general, ahora ya no son parte de mis opciones de alimentación, y he dejado casi del todo de pedir comida a domicilio, cocinando más que antes, y además cosas más sanas.

El resultado es que he seguido bajando de peso, aunque ahora a un ritmo más lento, pero como mi meta no se reduce a la disminución de peso, sino que lo que me interesa es tener una vida más sana, no tengo problema con ello. La verdad es que estoy disfrutando comer más sano que antes, y estoy aprendiendo a comer rico a la vez en el proceso.

Ver el lado bueno de las cosas, incluso las más difíciles, es una forma sencilla de ser resilientes, tal vez la más sencilla. Toda moneda tiene dos caras, solo que tenemos que aprender a mirarlas ambas, lo que hay que reconocer que no siempre es fácil, pero siempre es posible. Esto puede ser incluso una estrategia para superar problemas a una mayor velocidad, y si nos vamos más lejos una que nos permite valorar y apreciar aún más lo que tenemos.

Ver siempre el vaso medio lleno, en vez de medio vacío, puede ser un elección, una manera de enfrentar los pequeños y grandes problemas de la vida, y creo que vale la pena considerarla, a mi me ha funcionado, y puede que a ti también. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.