[ESP-ING] Tom, el gato. Cuento infantil // Tom, the cat. Children's story


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Generado con Leonardo.ai

Era una tibia y soleada mañana cuando Tom, un gatito de pelo negro, salió de casa en busca de aventuras. Había llovido la noche anterior y Tom estaba deseando explorar los alrededores ya que ahora todo está limpio y seco.

Primero, olió las flores que florecían en el jardín de la cas. ¡Huelen tan bien! Luego se subió al tronco de un gran roble y se sentó en la rama, mirando a los pajaritos volar de árbol en árbol. De repente, una ardilla marrón pasó justo debajo de él.

-¡Una ardilla! - gritó con entusiasmo -¡Quiero jugar con la ardilla! exclamó Tom. Bajó del árbol lo más rápido que pudo y corrió tras la ardilla, pero sus diminutas patitas no podían igualar la velocidad de la ardilla y muy pronto la perdió de vista.

Triste por no poder jugar con a ardilla, Tom siguió su camino. De repente vio un arbusto que se balanceaba. Se acercó y vio un pajarito amarillo construyendo un nido. Tom seguía sus movimientos como hipnotizado, viendo como el pequeño pájaro iba y venía cargando pequeñas ramas y hojas.

-¡Quiero ayudar al pajarito a hacer un nido! gritó Tom.

Así que también empezó a buscar ramitas y hojas y se las llevó al pajarito. Pero cada vez que se acercaba al arbusto, el pequeño pájaro se alejaba asustado.

-No tengas miedo, pajarito, solo quiero ayudarte,- maulló Tom suavemente. Pero el pequeño pájaro no le entendió.

Después de intentarlo muchas veces, Tom se dio por vencido.

“Supongo que el pajarito prefiere hacer su propio nido”, pensó Tom.

Y siguió explorando. Caminando por el patio de una granja cercana. Muy pronto, Tom vio gallinas picoteando el suelo en busca de gusanos y semillas. De repente, una idea traviesa cruzó por su mente. Tom se agachó lo más cerca posible de las gallinas, silencioso y de un saltó cayó gritando "¡Buu!"

Los pollos se asustaron y batieron sus alas. Tom se rió mientras rodaba por la hierba. Pero su risa fue interrumpida por un ladrido feroz. Un gran perro marrón corría hacia él.

-¡Ay!- Tom maulló y salió corriendo lo más rápido que pudo. El perro lo persiguió muy de cerca con sus afilados dientes; afortunadamente, Tom pasó por un pequeño agujero que vio tras una cerca. El perro enojado ladró todo lo que pudo, del otro lado, pero no pudo alcanzarlo.

-¡Por poco! Tom sollozó, tratando de calmar los alocados latidos de su pequeño corazón. Cuando se sintió seguro de nuevo, siguió su camino. Al pasar por un estanque, vio unos patitos nadando con los junto a su madre. Los patitos rebotaban alegremente en el agua. A Tom se le ocurrió hacer otra broma. Se deslizó en silencio entre los arbustos y se inclinó hacia el estanque justo cuando los patitos nadaban hacia donde estaba.

-¡Miau! Maulló tan fuerte como pudo. Los patitos se asustaron y nadaron hacia la mamá pato, escondiéndose debajo de sus alas. La mamá pato chilló con enojo y corrió hacia Tom, batiendo sus alas. Tom se escapó de nuevo.

-¡Oh, creo que es suficiente por hoy! Tom pensó con tristeza. Solo quería jugar, pero supongo que los asusté demasiado.

Mientras caminaba, pensó en lo que había hecho. De repente, sin darse cuenta, Tom se encontró perdido. Nada parecía familiar. Empezó a preocuparse.

-¡Miau! ¿Dónde estoy? gimió.

El sol comenzó a ponerse y las sombras se alargaron. Los sonidos del bosque, antes amistosos, ahora sonaban amenazantes. Entonces Tom escuchó crujidos en los arbustos detrás de él. Se volvió temeroso y vio dos grandes ojos amarillos que lo miraban desde la oscuridad.

-¡Un lobo!- gritó horrorizado y trepó rápidamente a la copa del árbol, sus garras se clavaron en la corteza. El lobo corrió alrededor del árbol, gruñendo y enseñando los dientes. Tom pidió ayuda pero estaban lejos de casa.

Se aferró al árbol toda la noche, temblando de miedo cada vez que escuchaba al lobo aullar abajo. Finalmente, el sol comenzó a salir y el lobo se fue, frustrado por alcanzar a Tom. Tan pronto como se fue, Tom descendió del árbol; estaba exhausto y hambriento.

-Necesito encontrar mi camino de regreso.

Caminó y caminó sin darse cuenta de nada a su alrededor. Comenzó a perder la esperanza cuando de repente escuchó un maullido familiar.

-¡Tom! ¿Dónde estás? Era su mama gata buscándolo.

Tom corrió hacia su voz, maullando de felicidad. Pronto estuvieron juntos, frotándose y gimiendo de placer. Mama gata lo llevó a casa, donde Tom tomó un sorbo de leche tibia antes de acurrucarse en su pequeña cesta.

Esa noche, Tom soñó con su día de aventuras. Se dio cuenta de lo afortunado que es de tener un hogar cómodo y una madre que lo cuide. También entiende que no es agradable asustar a otros animales solo por diversión. A la mañana siguiente, al despertar en su camita segura, Tom decidió que de ahora en adelante sería más amable y considerado con todas las criaturas del bosque. Y nunca más se alejaría demasiado de su hogar.

Fin

Gracias por leer mi cuento :)


[English]

It was a warm, sunny morning when Tom, a black-haired kitten, left the house in search of adventure. It had rained the night before and Tom was eager to explore the surroundings as everything was now clean and dry.

First, he smelled the flowers blooming in the cottage garden - they smell so good! Then he climbed up the trunk of a large oak tree and sat on the branch, watching the little birds fly from tree to tree. Suddenly, a brown squirrel passed right under him.

-A squirrel! - he shouted excitedly, "I want to play with the squirrel!" exclaimed Tom. He jumped down from the tree as fast as he could and ran after the squirrel, but his tiny little paws couldn't match the squirrel's speed and he soon lost sight of it.

Sad that he couldn't play with the squirrel, Tom continued on his way. Suddenly he saw a swaying bush. He approached it and saw a little yellow bird building a nest. Tom followed its movements as if mesmerized, watching as the little bird went back and forth carrying small branches and leaves.

-I want to help the little bird make a nest! shouted Tom.

So he also began to look for twigs and leaves and brought them to the little bird. But every time he approached the bush, the little bird flew away in fright.

-Don't be afraid, little bird, I just want to help you," Tom meowed softly. But the little bird did not understand him.

After trying many times, Tom gave up.

"I guess the little bird prefers to make its own nest," thought Tom.

And he continued to explore. Walking through the yard of a nearby farm. Soon, Tom saw chickens pecking the ground for worms and seeds. Suddenly, a mischievous idea crossed his mind. Tom crouched as close as possible to the chickens, silent and with a jump he fell down shouting "Boo!"

The chickens were startled and flapped their wings. Tom laughed as he rolled in the grass. But his laughter was interrupted by a fierce bark. A big brown dog was running toward him.

-Ouch!- Tom meowed and ran off as fast as he could. The dog chased him closely with his sharp teeth; fortunately, Tom passed through a small hole he saw behind a fence. The angry dog barked as much as he could, on the other side, but couldn't catch up.

-Close!- Tom sobbed, trying to calm the maddened beating of his little heart. When he felt safe again, he continued on his way. As he passed a pond, he saw some ducklings swimming with the ducklings next to their mother. The ducklings bounced merrily in the water. It occurred to Tom to play another prank. He slipped quietly through the bushes and leaned into the pond just as the ducklings swam toward him.

-Meeau! Maulled as strong as he could. The ducklings panicked and swam toward the mama duck, hiding under her wings. The mama duck squealed angrily and ran toward Tom, flapping her wings. Tom escaped again.

-Oh, I think that's enough for today! Tom thought sadly. I just wanted to play, but I guess I scared them too much.

As he walked, he thought about what he had done. Suddenly, without realizing it, Tom found himself lost. Nothing seemed familiar. He began to worry.

-Meow! Where am I? he groaned.

The sun began to set and the shadows lengthened. The sounds of the forest, once friendly, now sounded threatening. Then Tom heard rustling in the bushes behind him. He turned fearfully and saw two large yellow eyes peering at him from the darkness.

-A wolf!- he cried out in horror and quickly climbed to the top of the tree, his claws digging into the bark. The wolf ran around the tree, growling and baring its teeth. Tom called for help but they were far from home.

He clung to the tree all night, trembling with fear every time he heard the wolf howl below. Finally, the sun began to rise and the wolf left, frustrated at reaching Tom. As soon as it was gone, Tom climbed down from the tree; he was exhausted and hungry.

-I need to find my way back.

He walked and walked without noticing anything around him. He began to lose hope when suddenly he heard a familiar meow.

-Tom! Where are you? It was his mama cat looking for him.

Tom ran to her voice, mewling in bliss. Soon they were together, rubbing and moaning in pleasure. Mama cat took him home, where Tom took a sip of warm milk before snuggling into his little basket.

That night, Tom dreamed of his day's adventures. He realized how lucky he is to have a comfortable home and a mother to take care of him. He also understands that it's not nice to scare other animals just for fun. The next morning, waking up in his safe little bed, Tom decided that from now on he would be kinder and more considerate to all the creatures of the forest. And he would never stray too far from home again.

The End

Thanks for reading my story :)



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3 comments
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Es una ternura, me encanto la inocencia de Tom y de su aventura.😽💖

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