Recientemente realicé en mi trabajo un taller que me pareció muy nutritivo, hoy quisiera compartir con ustedes algunas notas que me parecieron interesantes y útiles, básicamente sobre el manejo de las crisis o la atención psicoemocional en las mismas.

Todos hemos pasado por crisis de todo tipo, económicas, emocionales, psicológicas, a nivel país, y si bien dependiendo del afrontamiento de las mismas, han podido ser dolorosas, al final también habremos concluido que todas las crisis vienen de la mano del cambio, y el cambio hay que verlo como evolución, ya sabemos aquello que pasa con lo que se estanca.

En el taller nos comentaron sobre los Primeros Auxilios Psicológicos, recomendaciones para fomentar la observación y la escucha para finalmente conectar con una persona que esté entrando en algún tipo de crisis.

Cultivar la empatía, la compasión y el respeto hacia el otro es indispensable a fines de lograr el objetivo que es procurar la calma de la otra persona, brindar alivio y contención mientras dura el episodio.

Todos tenemos un conocido que entra en pánico ante cualquier eventualidad, ante cualquier circunstancia que lo saque de su status quo, y en todo evento siempre hay alguien que mantiene la calma, alguien que sostiene, acompaña y escucha mientras la otra persona va recobrando el equilibrio. Esa persona está aplicando primeros auxilios psicológicos a la otra.

¿Pero qué pasa si la persona que está entrando en crisis somos nosotros mismos?

¿Qué sucede si entro en crisis y no hay nadie para que me contenga y calme?

Pues toca aplicarnos a nosotros mismos todas las herramientas que en el transcurso de la vida hemos leído o aprendido. Por eso es de suma importancia el autoconocimiento, el autoanálisis, el observarnos e ir a dentro, porque a final de cuentas con la única persona que podemos contar siempre en cualquier circunstancia es con nosotros mismos.

• Respirar:

No es cliché ni new age, respirar básicamente es lo primero que realmente ayuda en cualquier situación de estrés, pánico, ansiedad o crisis. Respirar de forma consciente, por supuesto. La vida comienza así, respirando. Concentrarnos solo en la respiración también servirá para apagar el “radio loco”. (Radio loco = mente 😆)

Esa vocecita súper negativa e inclemente que va diciendo “Y si pasa esto” “Y si pasa lo otro” . Usted se pone a hacer una respiración de forma consciente y a la susodicha no le quedará otra que silenciarse. Ayuda contar las respiraciones, por ejemplo: 1, 2, 3, mientras inhalo lenta y profundamente, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 reteniendo, 1, 2, 3, 4, 5, 6 y boto el aire despacio. Poco a poco se va el organismo impregnando de calma.

• Autoempatía:

La empatía con nosotros mismos, la autocompasión también resultan útiles en esos momentos. Porque, a veces la vocecita aquella no solo atormenta con los “Y si esto y si lo otro” A veces también se convierte en juez, y entonces viene el autoseñalamiento, el látigo al saberse en crisis, el “Pero porqué te pones así”, olvidando por segundos que todos tenemos altibajos en el camino y que parte de nuestro crecimiento es justamente por esas situaciones en las que hemos luego descubierto cómo salir a flote. En esos momentos hay que pensar, ¿Qué le diría a un amigo, a un ser querido que esté pasando por esta situación?¿ Lo juzgaría y señalaría? No, le brindaría afecto y comprensión. Abrazar al niño interno en esos momentos y decirle, todo está bien, no pasa nada, estás bien, y todas las frases que cada quien tenga identificada para automotivarse.

Respirando conscientemente y llenándonos de amor por nosotros mismos puede ser más que suficiente como un auto auxilio psicológico en momentos de crisis, por lo menos es lo que en mi caso he descubierto me funciona. Me encantaría leer sus estrategias y que nos retroalimentemos con tips y herramientas que nos devuelvan dentro del menor tiempo posible a nuestro centro, en caso de ser necesario.

Gracias por leer, tengan excelente fin de semana.

Y para los que irán, nos vemos mañana en sonidos de bienestar 😍