¿Corremos contra el tiempo o contra nosotros mismos?

¿Tienes una carrera constante en contra del tiempo? ¿ Crees que la vas a ganar? es algo que veo muy frecuentemente, no sólo en los otros, si no en mí mismo, y estas preguntas se las dejo para la reflexión, pero sé que debo hacérmelas porque parece que estuviera en ese ejercicio constante competir con algo a lo que no podré ganar.

La vida de hoy en día, con tantos pendientes, nos hace muchas veces querer estar en una carrera constante que no siempre nos lleva más allá de un agotamiento y una "carencia de disfrute" por la misma prisa con la que vivimos, ¿tiene esto alguna lógica?, si y no, porque si bien es cierto que tenemos metas, estas no deberían estar por encima del hecho de que nos demos ese permiso de disfrutar de lo que hacemos, de la gente que queremos o de, simplemente, disfrutar del silencio, de la soledad.

¿Recuerdas cuando fue la última vez que disfrutaste de ti en tu soledad?, parece que el silencio aturde en algún momento, porque te invaden pensamientos, te obliga a conversar contigo mismo, y a acercarte a ti, ¿y que más que eso para conocerte y fortalecerte?

A medida que pasa el tiempo nos deberíamos dar cuenta de que las cosas tal como las llevamos no siempre es la ideal, tener que cumplir horarios, mismos que nos inculcan desde la edad más temprana posible, cumplir con las tareas escolares, y con un sin fin de actividades para "llenar/aprovechar el tiempo", esto no es muy sano. Entiendo que vivir en sociedad implica que debemos tener rutinas, cumplir horarios, aprender cosas, pero a veces esa rigurosidad con la que se forma al ciudadano es como si fuera entrenar a máquinas, que actúen de forma determinada, que encaje con el resto, ¿estoy exagerando o también lo perciben así?.

Sólo cuando nos reunimos con personas que andan en otra onda, en una que te invita a reflexionar sobre temas que la mayoría no lo hace, es que caes en cuenta de que estas sumergido en una cotidianidad que, si bien encuadra muy bien con el colectivo, hay ciertas cosas que no cuadran contigo mismo, y en ese momento percibes que algo debe mejorar, que hay más opciones que andar en una carrera todo el día.

Insistiré en el hecho de que debemos ser responsables de nosotros, como adultos, como seres humanos, como parte de una sociedad, pero que eso no implique que debamos dejarnos a un lado, que sacrifiquemos nuestra salud por cumplir con expectativas que, muchas veces, no son las nuestras. Esto afecta nuestra mente con el pasar del tiempo, porque implica que estamos enfocando nuestra atención más en lo externo que en lo interno, y ya sabemos que eso no lleva a nada bueno.

Por eso, entre otras maneras de contactar con nosotros mismos, regalarnos momentos de tranquilidad, de respiro, suele ser una buena manera de encontrarnos. Pero hacerlo de manera consciente, pensar en positivo y no centrar la atención en esos momentos de soledad en sólo los problemas, sino recordar cosas que hicimos y nos generaron placer, tranquilidad, disfrute y gozo, porque es mejor revivir esos momentos que sumergirnos en problemas y preocupaciones que, al final, no nos dejan nada bueno.

Podemos estar mejor, no hablo sólo de lo material, que también es importante, sino desde lo interno, porque si esa parte tan importante de nosotros no está bien, es imposible que (por mucho dinero que alguien pueda llegar a tener) se sienta bien. Que tengan todos un bonito día.