Hello to all the beautiful people of @motherhood. In this week that begins and on the eve of the day that pays tribute to many mothers in the world, I want to talk a little of those feelings that we experience mothers - grandmothers who have to learn to live with the absence of them for whatever reasons.

Being a mother is a moment in life that accumulates many feelings and sensations together; tension, excitement, joy, fear, expectation, happiness, anxiety, in short, the list is long because we as mothers are the ones who are living the process in the flesh, from pregnancy to infinity. But in life there is another similar moment, and doubly charged with feelings and sensations, and although it does not fully compare with the moment of childbirth, it is the emotion of seeing the birth of a new being and that it comes from our children; for me it is being a mother once again, but now with experience, wisdom and knowledge that float inside us with the desire to give them to our children so that they can reinforce their own experience. And how nice it is when they come to us and ask us for advice in the middle of their process.

When my granddaughter Amy was born, my children were in Venezuela. I had the pleasure of experiencing beautiful moments with her since her birth. With my second grandson it was not the same, Liam was born when they had already left the country, and I still have not been able to meet him physically, but I live day by day his evolution, his antics, his illnesses, his games, his healthy and beautiful growth with his parents and his little sister, thanks to the fact that my children have never excluded me from this process in spite of the distance. In the same way I have enjoyed the wonderful evolution of my granddaughter, her achievements, her changes, her close connection with her little brother, and that magical day by day that parents live during the formation of their children. This magical relationship with our grandchildren allows us to conceive a love that is difficult to describe because the adjectives grow as we search for them in our minds.

Today is my little prince's birthday, and in the midst of the infinite blessings I wish for him, there is my desire to have them soon by my side, which I know is reciprocal, to merge in a huge hug that will repair all the seconds of absence of these 6 long years away from Venezuela. Because being a grandmother is being a mother once again, and my greatest happiness is to have all my children and grandchildren close to me. Happy Birthday, Baby Liam... grandma loves you bigger than the Universe!

Hola a toda la gente bella de @motherhood . En esta semana que inicia y en vísperas del día en que se rinde homenaje a muchas madres en el mundo, quiero hablar un poco de esas sensaciones que experimentamos las madres – abuelas que tenemos que aprender a vivir con la ausencia de ellos por las razones que sean.

Ser madre es un momento de la vida que acumula muchos sentimientos y sensaciones juntos; tensión, emoción, alegría, miedo, expectativa, felicidad, inquietud, en fin, la lista es larga porque somos nosotras como madres las que estamos viviendo el proceso en carne propia, desde el embarazo hasta el infinito. Pero en la vida hay otro momento parecido, y doblemente cargado de sentimientos y sensaciones, y aunque no se compara totalmente con el momento de un parto, es la emoción de ver nacer a un nuevo ser y que venga de nuestros hijos; para mí es ser madre una vez más, pero ahora con experiencia, sabiduría y conocimientos que flotan en nuestro interior con el deseo de brindárselos a nuestros hijos para que ellos refuercen su propia experiencia. Y qué bonito es cuando ellos vienen hacia nosotras y nos piden un consejo en medio de su proceso.

Cuando mi nieta Amy nació, mis hijos estaban en Venezuela. Tuve el placer de experimentar con ella hermosos momentos desde su nacimiento. Con mi segundo nieto no fue igual, Liam nació cuando ellos ya se habían ido del país, y aún no he podido conocerlo físicamente, pero vivo día a día su evolución, sus travesuras, sus enfermedades, sus juegos, su crecimiento sano y hermoso junto a sus padres y su hermanita, gracias a que mis hijos no me han excluido jamás de ese proceso a pesar de la distancia. De igual manera he disfrutado la maravillosa evolución de mi nieta, sus logros, sus cambios, su estrecha conexión con su hermanito, y ese mágico día a día que viven los padres de familia durante la formación de sus hijos. Esta relación mágica con nuestros nietos nos permite concebir un amor difícil de describir porque los calificativos crecen a medida que los buscamos en nuestra mente.

Hoy mi principito está de cumpleaños, y en medio de las infinitas bendiciones que deseo para él, está mi deseo de poder tenerlos pronto a mi lado que sé que es recíproca, para fundirnos en un abrazo inmenso que nos repare todos los segundos de ausencia de estos 6 largos años lejos de Venezuela. Porque ser abuela, es ser madre una vez más, y mi mayor felicidad es tener a todos mis hijos y nietos cerca de mí. ¡Feliz Cumpleaños, Baby Liam... la abuelita te ama más grande que el Universo!