¡Hola a todos! Estuve un poco ausente de la escritura por motivos de enfermedad, pero aquí estoy tratando de ponerme al día con mi actividad favorita. Hace días, mi amiga @actioncats me hizo una valiosa invitación para una iniciativa que cuando quise participar ya había terminado, pero gracias a la gentileza de su creadora, nuestra amiga @purpleglitter que me permitió desarrollarla fuera de concurso, estoy aquí escribiendo acerca de este interesante tema. La iniciativa lleva por nombre: “Mis sentimientos ante la comida y el peso”, y en mi caso particular, este tema ha sido mi mayor dolor de cabeza desde la adolescencia hasta la actualidad. Desde que leí a Cristina, y posteriormente a Diana y a Marcia que también trataron el tema, entendí y acepté que era el momento adecuado para hablar de esto, que no podía evadir más la situación.

Les cuento que no sabía que existía un Día Mundial de la Obesidad, me enteré gracias al post de nuestra amiga @purpleglitter y como dice una frase muy popular: “Se tenía que decir, y se dijo”. De este tema que para muchas mujeres resulta incómodo abordar, era necesario no sólo hablar, sino tratar, analizar, reflexionar, asumir y solucionar, porque más allá de una situación de estética y belleza, o de aceptación y autoestima, es un tema de salud que se puede convertir en una bomba de tiempo, más aun cuando nos absorbe a cierta edad.

Sin proponérnoslo, muchas hemos vivido bajo la sombra de la tóxica relación Gordura Vs. Belleza, y este conflicto mental nos distrae tanto hasta el punto de desviarnos de la verdadera confrontación que es, Gordura Vs. Salud. Ya no se trata de la típica frase: “El que me quiere de verdad me tiene que aceptar gordita”, o “Si yo me acepto tal como soy, gordita, eso es amor propio”. ¡No señora, qué va! Por el contrario, si nos aceptamos gorditas eso es lo más lejano al amor propio porque el amor a nosotras mismas no sólo abarca la parte exterior de nuestro cuerpo, lo que se refleja, sino la parte interna, lo que no tenemos idea que puede estar sucediendo dentro de nosotras y que a eso me refiero cuando hablo de la bomba de tiempo. Estoy de acuerdo con el punto de la autoestima y el amor propio, por supuesto, pero con respecto al sobrepeso, no, porque la salud es la principal muestra de amor hacia nosotras.

MI HISTORIA CON EL SOBREPESO

Desde niña fui delgada, realmente en esa época de mi vida no tuve problemas con mi peso a pesar de que podía comer cualquier cantidad de cosas. La situación comenzó en la adolescencia, justo durante y después del desarrollo. Pero aunado a este descontrol en mi peso, se agregaban las burlas y discriminaciones de varios en la familia y algunos vecinos, era algo increíble que por ser la única gordita se armaran tremendas polémicas por prejuicios fuera de contexto. Mi madre sofocada con las críticas, y en medio de su falta de conocimientos sobre el tema, me colocaba dietas extrañas que le recomendaban sin saber si eso me podía crear algún trastorno. Y así fui creciendo entre dietas y ejercicios, fueron aproximadamente 3 años de mi adolescencia con esa presión sobre mí, hasta que yo misma decidí ejercitar a mi manera, y solía trotar dos veces al día por una avenida cercana a mi casa. A mis 16 años ya la gordura había desaparecido y yo me sentía muy cómoda con mi cuerpo.

Durante mis embarazos llegaba a adelgazar muchísimo porque pasaba los primeros meses con el estómago descompuesto, pero la gordura regresaba a mí después de los partos, sin embargo, logré adelgazar muchísimo después del segundo embarazo gracias a unas pastillas naturistas. Fue cuando vino el efecto rebote, al dejar de tomarlas, y por no hacer una rutina de ejercicios y dieta después de este proceso, volví a engordar de igual manera. De ahí en adelante ha sido un subibaja constante con respecto al sobrepeso que me ha afectado más en lo emocional que en lo físico.

Cuando la ansiedad entró a formar parte de mi vida inició otra batalla diferente, cómo controlar sus niveles con respecto a la comida. En ese momento yo no sabía que sufría de este trastorno emocional, y por ende comía sin pensar en el mundo porque en ese momento mi único mundo, era la comida, ella era la que me calmaba las angustias, los nervios, el miedo, la impotencia, y cualquier otro sentimiento encontrado que se apoderaba de mí. Muchas veces era mayor la satisfacción que me proporcionaba lo que estaba comiendo que el simple hecho de comer porque correspondía y era una necesidad básica de cada día. Por esta razón lo hacía muchas veces al día, y a veces hasta con intervalos de una hora. Los problemas comenzaron a reflejarse en mi organismo y la primera en colapsar fue la vesícula, por lo que tuve que operarme.

Pero la operación de la vesícula no fue el proceso más simple, al menos no en este país. Entre entrar a una lista infinita para operarme en el hospital general y hacer una dieta obligatoria porque los dolores eran espantosos, y pasando por una hospitalización de 15 días por infección e inflamación, adelgacé casi 50 kilos, quedando más delgada que en mis años mosos. La operación se logró después de dar tumbos de un lado a otro, y los meses siguientes fueron de comidas suaves porque seguía delicada.

Fue hasta dos años después, con la llegada de la dichosa pandemia, que con su encierro y su paranoia reactivó mi ansiedad y volví a los malos hábitos alimenticios. La locura vino cuando el emprendimiento de comidas y postres estaba en su apogeo, prácticamente la ingesta de comida chatarra del entorno más lo que se preparaba en el emprendimiento, competían a diario en mi consumo. Cuando pude darme cuenta de las consecuencias, ya era tarde para evitarlo. Había subido más de lo que había logrado adelgazar hacía apenas un par de años atrás. Nuevamente se comenzaron a reflejar los primeros síntomas del exceso; irritación del colon, hígado graso, inflamación abdominal, cansancio, asma, hipertensión, en fin, paren de contar.

CÓMO HE ABORDADO EL SOBREPESO EN LA ACTUALIDAD

Hoy por hoy, no he podido llegar al peso deseado, o mejor dicho, al peso apropiado, pero sí he mejorado inmensamente mis hábitos alimenticios y mis actividades físicas.

Comencé por eliminar cosas de mi dieta diaria y agregar otras, desde el año pasado inicié una rutina guiada de ejercicios y yoga que interrumpo por tiempo y dinero, pero cuando no puedo asistir busco el tiempo y el espacio para realizarlas en mi casa.

1.- ELEMENTOS QUE ELIMINÉ DE MI DIETA:

-Las grasas saturadas, comidas fritas, salsas, cremas, y otros alimentos con mucha grasa fueron eliminados casi en su totalidad.
-Bebidas gaseosas por completo
-Carbohidratos parcialmente porque me ha costado erradicar el pan aunque lo consumo con menos frecuencia
-Los dulces también los he ido apartando y los consumos con muy poca frecuencia aunque ha sido lo que más me ha costado porque no tolero un café sin azúcar y yo consumo café muchas veces al día.

2.- ELEMENTOS QUE AGREGUÉ A MI DIETA:

-Frutas en grandes cantidades con algunas que específicamente me señalaron que debía consumir en poca cantidad por su alto nivel de azúcar.
-Vegetales y verduras, incluso muchas que anteriormente ni toleraba ya he aprendido a consumirlas como el calabacín, el brócoli, la espinaca, la berenjena, entre otras.
-Té negro y té verde.
-Mucha agua.
-Comidas a la plancha
-Ensaladas sin mayonesa, algo que para mí ha sido forzado porque una ensalada sin mayonesa es como un huevo sin sal, y me sabe horrible, jajaja.
-Jugos sin azúcar, éstos los he tolerado un poco más.

3.- ACTIVIDADES FÍSICAS QUE PRACTICO:

-Caminatas cortas en la mañana
-Yoga, cuando puedo asistir o cuando tengo chance en mi casa. Para estas rutinas estoy reorganizando mi tiempo.
-Ejercicios funcionales, que era el tipo de actividad física que realizaba en el gimnasio; esto integra calentamiento, estiramiento, un poco de pesas, flexiones, sentadillas, abdominales, y un trabajo conjunto y ordenado de parte superior, tronco, y parte inferior en cada jornada. Sin exceder la cantidad en cada sector del cuerpo.

El progreso ha sido lento, pero no he dejado de trabajarlo. Lo más importante es que mi mente ya haya aceptado y comprendido que es necesario asumir con seriedad este proceso ya que mi salud integral depende totalmente de éste.

Hello everyone! I've been a bit absent from writing due to illness, but here I am trying to catch up with my favorite activity. Days ago, my friend @actioncats made me a valuable invitation for an initiative that when I wanted to participate was already finished, but thanks to the kindness of its creator, our friend @purpleglitter who allowed me to develop it out of contest, I'm here writing about this interesting topic. The initiative is called: "My feelings about food and weight", and in my particular case, this topic has been my biggest headache since I was a teenager until today. Since I read Cristina, and later Diana and Marcia who also dealt with the subject, I understood and accepted that it was the right time to talk about this, that I could no longer avoid the situation.

I tell you that I did not know that there was a World Obesity Day, I found out thanks to the post of our friend @purpleglitter and as a popular phrase says: "It had to be said, and it was said". It was necessary not only to talk about this topic, which is uncomfortable for many women to address, but to discuss, analyze, reflect, assume and solve, because beyond a situation of aesthetics and beauty, or acceptance and self-esteem, it is a health issue that can become a time bomb, even more so when it absorbs us at a certain age.

Without intending to, many of us have lived under the shadow of the toxic Fat vs. Beauty relationship, and this mental conflict distracts us so much to the point of diverting us from the real confrontation that is, Fat vs. Health. It is no longer about the typical phrase: "Whoever really loves me has to accept me chubby", or "If I accept myself as I am, chubby, that is self-love". On the contrary, if we accept ourselves as chubby, that is the farthest thing from self-love because self-love does not only include the external part of our body, what is reflected, but also the internal part, what we have no idea that may be happening inside us and that is what I mean when I talk about the time bomb. I agree with the point of self-esteem and self-love, of course, but regarding overweight, no, because health is the main sign of love towards us.

MY HISTORY WITH BEING OVERWEIGHT

Since I was a child I was thin, actually at that time of my life I had no problems with my weight even though I could eat any amount of things. The situation began in adolescence, just during and after the development. But in addition to this lack of control in my weight, there was also the mockery and discrimination from several family members and some neighbors, it was unbelievable that because I was the only chubby girl there were tremendous controversies due to out-of-context prejudices. My mother, suffocated with the criticism, and in the midst of her lack of knowledge on the subject, put me on strange diets that were recommended to her without knowing if that could create some disorder in me. And so I grew up between diets and exercises, I spent about 3 years of my adolescence with that pressure on me, until I decided to exercise in my own way, and I used to jog twice a day along an avenue near my house. By the time I was 16, the fat was gone and I felt very comfortable with my body.

During my pregnancies I lost a lot of weight because I spent the first months with an upset stomach, but the fat came back to me after the births, however, I managed to lose a lot of weight after the second pregnancy thanks to some natural pills. It was when the rebound effect came, when I stopped taking them, and for not doing an exercise and diet routine after this process, I got fat again in the same way. From then on it has been a constant seesaw with respect to overweight that has affected me more emotionally than physically.

When anxiety became part of my life a different battle began, how to control its levels with respect to food. At that time I did not know that I suffered from this emotional disorder, and therefore I ate without thinking about the world because at that time my only world was food, it was the one that calmed my anxieties, nerves, fear, helplessness, and any other feeling I found that took hold of me. Many times the satisfaction that what I was eating gave me was greater than the simple fact of eating because it was a basic daily need. For this reason I did it many times a day, and sometimes even at hourly intervals. The problems began to show in my organism and the first to collapse was the gall bladder, so I had to have an operation.

But the gallbladder operation was not the simplest process, at least not in this country. Between going on an endless list for surgery at the general hospital and going on a compulsory diet because the pain was terrible, and going through a 15-day hospitalization due to infection and inflammation, I lost almost 50 kilos, becoming thinner than I had been in my twenties. The operation was achieved after stumbling from one side to the other, and the following months were of soft foods because I was still delicate.

It was only two years later, with the arrival of the pandemic, that with its confinement and paranoia, my anxiety was reactivated and I returned to bad eating habits. The madness came when the food and dessert business was at its peak, practically the intake of junk food from the environment plus what was prepared in the business, competed daily in my consumption. By the time I realized the consequences, it was too late to avoid it. I had gained more weight than I had managed to lose just a couple of years ago. Once again, the first symptoms of excess began to show; colon irritation, fatty liver, abdominal inflammation, fatigue, asthma, hypertension, and so on and so forth.

HOW I HAVE DEALT WITH MY CURRENT OVERWEIGHT PROBLEM

As of today, I have not been able to reach my desired weight, or rather, the appropriate weight, but I have improved my eating habits and physical activities immensely.

I started by eliminating things from my daily diet and adding others, since last year I started a guided exercise and yoga routine that I interrupt for time and money, but when I can't attend I look for the time and space to do them at home.

1.- ELEMENTS THAT I ELIMINATED FROM MY DIET:

-Saturated fats, fried foods, sauces, creams, and other high fat foods were eliminated almost entirely.
-Carbonated beverages completely
-Carbohydrates partially because it has been difficult to eradicate bread although I consume it less frequently.
-Sweets I have also been putting them aside and I consume them very infrequently although it has been what has cost me the most because I cannot tolerate a coffee without sugar and I consume coffee many times a day.

2.- ELEMENTS THAT I ADDED TO MY DIET:

-Fruits in large quantities with some that specifically pointed out to me that I should consume in small quantities because of their high sugar level.
-Vegetables and greens, even many that I did not even tolerate before, I have learned to eat them, such as zucchini, broccoli, spinach, eggplant, among others.
-Black and green tea.
-Lots of water.
-Grilled foods
-Salads without mayonnaise, something that for me has been forced because a salad without mayonnaise is like an egg without salt, and it tastes horrible to me, hahaha.
-Juices without sugar, these I have tolerated a little more.

3.- PHYSICAL ACTIVITIES I PRACTICE:

-Short walks in the morning.
-Yoga, when I can attend or when I have the chance at home. For these routines I am reorganizing my time.
Functional exercises, which was the type of physical activity I used to do at the gym; this integrates warm-up, stretching, some weights, push-ups, squats, sit-ups, crunches, and a joint and orderly work of upper body, trunk, and lower body in each day. Without exceeding the amount in each sector of the body.

Progress has been slow, but I have not stopped working on it. The most important thing is that my mind has already accepted and understood that it is necessary to take this process seriously, since my overall health depends totally on it.

FUENTES DE IMÁGENES - IMAGE SOURCES:

-Comida - Food: Pixabay
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