Los cumplí feliz ¡Cumplí 24 años!

Siempre tendremos historias que contar, somos seres humanos que enfrentamos situaciones difíciles y más en un país como Venezuela. He escuchado a muchos venezolanos decir "yo morí ese 28 de Julio", sin embargo yo volví a nacer ese día y me hice más fuerte.

Mi vida no terminó el 28 de Julio, como defensora del voto y ser una info ciudadana en denunciar las irregularidades que se cometió ese día, como no dejarnos pasar a contar los votos y que gracias al yo grabar y subirlo a las redes sociales, llegó Televen a entrevistarme.

Veo mucha gente desesperada, los entiendo, sin embargo, hay que calmarse porque como Fisioterapeuta puedo decir que así con rabia y estrés es lo que causa un ACV.

Aquí hay dos mujeres valientes y con una historia que contar. Mirna, fue mi suegra y dónde me recibió en su casa, dicha casa iba siempre. La primera vez que la conocí dije que belleza de mujer, alta, elegante y educada siempre. Sentía en la casa que cada quien estaba por su lado y que no era una familia que se sentaban hablar sobre sus problemas sino que se callaba. Importaba más ir por lo material que hablar sobre sus sentimientos. A pesar que veía a Mirna como una mujer bella y elegante, ella tenía sus inseguridades sobre su cuerpo como yo también los tengo. Un día le conté mi historia a ella, de como sobreviví hace 21 años atrás en Caracas, en el hospital de niños JM de los Ríos ubicado en la avenida Vollmer y le dije que mi mamá me robó del hospital de aquí de Cumaná y me llevó a Caracas. Le dije que mamá siempre fue una señora de fé y de esperanza, que siempre confió en Dios y que me lo inculcó a mi también. Ella quedó sorprendida.

Ha pasado un año donde su hijo y yo terminamos, donde lo perdoné y dónde me encontré a mi misma. De repente, en enero de este año 2024 le diagnosticaron cáncer de estómago a Mirna y empezó a recaudar fondos para su tratamiento. Ella me buscó, me escribió y me contó lo que le pasó, que cuando le dió una hemorragia y la llevaron al hospital y se descompensó tanto que no podía moverse, se acordó de mi, de mi historia de vida y de mi profesión en ayudar a las personas a moverse y que yo la podía ayudar en ese momento que yo estaba distanciada de ellos sin saber lo que pasó. Mirna siempre fue una mujer de fé desde antes de la enfermedad y ahora más, que terminó su última quimioterapia satisfactoriamente. La terminó justamente el día donde vivimos un segundo apagón nacional, donde tocó la campana con éxito.

Agradecí a la vida, agradecí cumplir un año más, agradecí poder quemar una etapa donde dudo de mi misma y de mis inseguridades. Entendiendo que un político no me da 6 años para cumplir mis sueños sino Dios. Ella ue nada es eterno, nada dura para siempre, que así como Dios pone también quita. Me recordó por lo que yo pasé y hay que seguir luchando por nuestros sueños.

Ser mujer significa eso, tener certeza y coraje para enfrentar las dificultades.