[Eng./Esp.] ᖇᕮᑎᕮᗯᗩᒪ ᗩᑎᗪ ᕮ᙭ᑭᕮᖇIᗰᕮᑎTᗩᒪ SᑭIᖇIT. || ᕮSᑭÍᖇITᑌ ᖇᕮᑎOᐯᗩᗪOᖇ Y ᕮ᙭ᑭᕮᖇIᗰᕮᑎTᗩᒪ.
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ᖇᕮᑎᕮᗯᗩᒪ ᗩᑎᗪ ᕮ᙭ᑭᕮᖇIᗰᕮᑎTᗩᒪ SᑭIᖇIT
Since my youth, back in the 1960s-70s, the artistic avant-gardes have exerted an incomparable fascination on me. These currents, which emerged in the early 20th century, represented a radical break with established norms in art. Their purpose was not simply to innovate, but to question and redefine what was considered art at the time. Reflecting on how these avant-gardes have challenged established norms, it is clear that their influence continues to resonate in modern and critical thinking.
The artistic avant-gardes were born in a context of profound social, political and technological change. Movements such as Cubism, Futurism, Dadaism and Surrealism, among others, arose in response to a changing world. Rather than adhering to traditional forms and techniques, these movements fostered a rejection of convention. Cubism, for example, deconstructed traditional perspective to represent reality from multiple angles simultaneously, challenging the one-dimensional perception of space.
Dadaism was perhaps one of the most radical movements in its defiance of norms. Emerging during the First World War, it was characterised by its total rejection of logic and reason, promoting instead absurdity and irrationality. Marcel Duchamp, with his work ‘The Fountain’, a urinal signed with a pseudonym, questioned the very foundations of art, challenging the public to reconsider what constitutes a work of art.
The influence of these avant-gardes extends beyond the artistic sphere. They have left an indelible mark on modern critical thought, encouraging the questioning and challenging of power structures and dominant narratives. Contemporary philosophy and the social sciences have adopted this critical attitude, exploring new ways of understanding and representing reality. Movements such as postmodernism draw on this avant-garde heritage, questioning objectivity and proposing a multiplicity of perspectives.
In today's context, the legacy of the avant-garde remains relevant. Contemporary art continues to explore new frontiers and challenge established norms. Today's artists not only experiment with new techniques and media, but also use art as a tool for social and political critique. The avant-garde taught us that art can be a powerful vehicle for change, capable of questioning and transforming our view of the world.
Moreover, in an era marked by globalisation and interconnectedness, the critical thinking promoted by the avant-garde is more necessary than ever. The avant-gardes remind us of the importance of questioning official narratives and seeking new forms of expression and representation. In a world where images and information are consumed at a dizzying pace, the legacy of the avant-garde urges us to stop and reflect on the meaning and impact of what we see.
The avant-garde has also influenced the way we understand the role of the artist. Rather than being mere producers of beauty, artists have become agents of change, challenging norms and proposing new ways of seeing and understanding the world. This critical and reflexive vision of art is one of the most valuable legacies of the avant-garde.
You are cordially invited to participate. A theme for each day. It is a proposal of the #humanitas Community. In the following links you will find all the necessary information. We are waiting for you… @silher, @chironga67, and @atreyuserver.
INITIATIVE: A theme for everч dαч (November 2024)
CREDITS:
Dedicɑted to ɑll those poets who contɾibute, dɑγ bγ dɑγ, to mɑke ouɾ plɑnet ɑ betteɾ woɾld.
ᕮSᑭÍᖇITᑌ ᖇᕮᑎOᐯᗩᗪOᖇ Y ᕮ᙭ᑭᕮᖇIᗰᕮᑎTᗩᒪ
Desde mi juventud, por allá en los 1960-70, las vanguardias artísticas han ejercido una fascinación incomparable sobre mí. Estas corrientes, que surgieron a principios del siglo XX, representaron una ruptura radical con las normas establecidas en el arte. Su propósito no era simplemente innovar, sino cuestionar y redefinir lo que se consideraba arte en su época. Al reflexionar sobre cómo estas vanguardias han desafiado las normas establecidas, es evidente que su influencia sigue resonando en el pensamiento moderno y crítico.
Las vanguardias artísticas nacieron en un contexto de profundos cambios sociales, políticos y tecnológicos. Movimientos como el cubismo, el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, entre otros, se levantaron como respuesta a un mundo en transformación. En lugar de adherirse a las formas y técnicas tradicionales, estos movimientos fomentan una actitud de rechazo hacia las convenciones. El cubismo, por ejemplo, deconstruyó la perspectiva tradicional para representar la realidad desde múltiples ángulos simultáneamente, desafiando la percepción unidimensional del espacio.
El dadaísmo fue quizás uno de los movimientos más radicales en su desafío a las normas. Surgido durante la Primera Guerra Mundial, se caracterizó por su rechazo total de la lógica y la razón, promoviendo, en cambio, el absurdo y la irracionalidad. Marcel Duchamp, con su obra “La Fuente”, un urinario firmado con un seudónimo, cuestionó los fundamentos mismos del arte, desafiando al público a reconsiderar lo que constituye una obra de arte.
La influencia de estas vanguardias se extiende más allá del ámbito artístico. Han dejado una huella indeleble en el pensamiento crítico moderno, alentando a cuestionar y desafiar las estructuras de poder y las narrativas dominantes. La filosofía contemporánea y las ciencias sociales han adoptado esta actitud crítica, explorando nuevas formas de entender y representar la realidad. Movimientos como el posmodernismo se alimentan de esta herencia vanguardista, cuestionando la objetividad y proponiendo una multiplicidad de perspectivas.
En el contexto actual, el legado de las vanguardias sigue siendo relevante. El arte contemporáneo continúa explorando nuevas fronteras y desafiando las normas establecidas. Los artistas actuales no solo experimentan con nuevas técnicas y medios, sino que también utilizan el arte como una herramienta de crítica social y política. Las vanguardias nos enseñaron que el arte puede ser un vehículo poderoso para el cambio, capaz de cuestionar y transformar nuestra visión del mundo.
Además, en una era marcada por la globalización y la interconexión, el pensamiento crítico promovido por las vanguardias es más necesario que nunca. Las vanguardias nos recuerdan la importancia de cuestionar las narrativas oficiales y de buscar nuevas formas de expresión y representación. En un mundo donde las imágenes y la información se consumen a un ritmo vertiginoso, el legado de las vanguardias nos insta a detenernos y reflexionar sobre el significado y el impacto de lo que vemos.
Las vanguardias también han influido en la manera en que entendemos el papel del artista. En lugar de ser meros productores de belleza, los artistas se han convertido en agentes de cambio, desafiando las normas y proponiendo nuevas formas de ver y entender el mundo. Esta visión crítica y reflexiva del arte es uno de los legados más valiosos de las vanguardias.
Estás cordialmente invitado a participar. Un tema para cada día. Es una propuesta de la Comunidad #humanitas. En el siguiente enlaces encontrarás toda la información necesaria. Te esperamos… @cirangela, @felpach, y @lauril.
INICIATIVA: Un temα pαrα cαdα dı́α (Noviembre 2024)
Dedicɑdo ɑ todos ɑquellos que contɾibuγen, díɑ ɑ díɑ, ɑ hɑceɾ de nuestɾo plɑnetɑ, un mundo mejoɾ.
Dedicɑdo ɑ todos ɑquellos que contɾibuγen, díɑ ɑ díɑ, ɑ hɑceɾ de nuestɾo plɑnetɑ, un mundo mejoɾ.
Para mí el Vanguardismo fue un movimiento que llegó para romper los esquemas y nosotros los jóvenes de hoy somos rebeldes antes los esquemas, jejeje.
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