Amistad de Colores. Relato realizado en el Marco de la Iniciativa de: Días ECENCYales #21 "Entre Reflejos y colores" [ES // EN]

Saludos afectuosos!

Con gran entusiasmo me sumo a esta iniciativa de Días ECENCYales #21: “Entre reflejos y colores”. Gracias por la oportunidad.

Era una hermosa mañana en las Playas de Paraguachí, en la Isla de Margarita- Venezuela, llamada también "La Perla del Caribe" cuando Alex y Vivian se conocieron caminando por la arena de la playa. Ambos apreciaban el hermoso espectáculo de luz y color que ofrecía el amanecer, con el sol vibrando sobre las olas del mar, observando a la gente pasar mientras recibían los cálidos rayos del sol naciente. Ya se habían visto otros días en el mismo recorrido, pero hoy se miraron el uno al otro y sonrieron al mismo tiempo. Así comenzó una amistad que floreció rápidamente.

Alex y Vivian tenían personalidades muy diferentes, pero se complementaban perfectamente. Alex era extrovertido y siempre estaba de buen humor, mientras que Vivian era más reservada e introspectiva. Sin embargo, juntos, creaban una energía vibrante y contagiosa.

Cada vez que estaban juntos, todo parecía adquirir un color diferente. Las risas eran más fuertes, las conversaciones más profundas y los abrazos más cálidos. La amistad entre Alex y Vivian era como una burbuja de alegría, paz y armonía donde todo lo que importaba era disfrutar del momento presente. Eran como un arcoiris donde cada uno aportaba sus colores para completar el bello arco de luz.

Un día, Alex invitó a Vivian a un concierto de música clásica en el teatro del centro de la ciudad, en la Asunción. Aunque nunca antes había mostrado interés por la música clásica, Vivian aceptó la invitación. Durante la presentación, cerró los ojos y se dejó llevar por la belleza de la música. Cuando finalizó el último acorde, abrió los ojos y se encontró con la sonrisa radiante de Alex. Había descubierto algo nuevo gracias a su amigo y lo disfrutó ese día intensamente.

La amistad entre Alex y Vivian floreció durante los siguientes meses. Se aventuraron a nuevas experiencias y descubrieron más cosas el uno del otro. Sin embargo, como todo en la vida, la amistad tenía altibajos.

Una tarde, Vivian recibió una llamada telefónica con malas noticias, uno de sus hermanos había fallecido en manos del hampa y la tristeza se apoderó de ella. Alex estaba allí para ella, ofreciendo su hombro para llorar y sus palabras reconfortantes. Estuvo en todo momento para ella, consolándola y apoyándola en tan duro momento. A partir de entonces, su amistad se fortaleció aún más.

Los años pasaron y Alex y Vivian siguieron siendo amigos inseparables. Compartieron muchas aventuras, risas y lágrimas, y siempre estuvieron allí el uno para el otro. La amistad entre ellos era como un caleidoscopio de reflejos y colores, siempre cambiante pero siempre hermoso.

Su historia nos demuestra que la amistad es asi, sencilla, vibrante, seres que se complementan entre reflejos y colores, aportando cada uno sus luces que se entremezclan e iluminan a quienes la experimentan.