A pesar de no haber podido entrenar en la mañana como había planeado, decidí no dejar que eso me desanimara. Adaptarse es clave, así que tomé la decisión de hacer mi rutina por la tarde. ¡Y vaya que fue una elección acertada! Entrenar en este entorno urbano me brindó la calma que necesitaba y me permitió concentrarme en cada ejercicio. Mientras realizaba mis repeticiones, me di cuenta de lo mucho que disfruto de este tiempo para mí mismo. Es un momento de desconexión, de dejar atrás el estrés y las preocupaciones del día. La sensación de superación personal al completar cada serie es incomparable. Además, me encanta capturar estos momentos, así que aproveché la oportunidad para hacer algunas fotos. Verme en acción, disfrutando del entrenamiento, me motiva a seguir adelante. La verdad es que cada sesión es un paso más hacia mis metas, y tener recuerdos visuales de esos logros es simplemente maravilloso. Así que, aunque mis planes iniciales cambiaron, lo importante es que seguí adelante con mi semana de entrenamiento. A veces, hay que recordar que no todo sale como esperamos, pero eso no significa que no podamos disfrutar del camino💪✨. Espero que ustedes también encuentren la manera de adaptarse a los cambios y sigan persiguiendo sus propias metas.