JUJUTSU KAISEN: MENOS UNO (JJK FANFICTION) C04


CAPITULO 4. ADVENTUS

18 de Enero del 2017

Kiyotaka Ijichi esperaba a los hechiceros en el aeropuerto Internacional de Haneda, sosteniendo un cartel, estaba ansioso por conocerlos y llevarlos hasta el campus, vestía su habitual traje negro y corbata roja, se acomodaba los lentes con reiteración, los tocó tantas veces que marcó sus huellas en los vidrios, justo cuando se los quitó para limpiarlos, aparecieron frente a él un hombre y una mujer, sonrientes.

Ambos hechiceros saludaron a Kiyotaka inclinando sus cabezas hacia adelante, luego extendieron sus manos para ofrecerle el saludo.
Ijichi se colocó los anteojos rápidamente, sonrió de regreso a los chamanes, mientras sostenía con una mano el cartel con sus nombres.
—Irasshaimase —dijo el hombre de traje, inclinando su torso. Luego les estrechó el saludo.

—Síganme —los instruyó —hizo un gesto para que lo alcanzaran.
—Siempre he querido venir aquí —le comentó Vitoria al hombre —Japón es un país sumamente hermoso y encantador.

—Gracias por tus comentarios —le expresó a la hechicera —Lo realmente interesante están por descubrirlo —decía entusiasmado.

Cassius estaba en silencio absorto, admirando todo a su alrededor. El aeropuerto de Haneda estaba diseñado en una manera exquisita.
Caminaron sin detenerse, pese a los intentos del hechicero por entrar a la pequeña réplica del pueblo dentro del recinto. Llegaron hasta el vehículo y se subieron.

—Por favor —le pidió Vitoria a Kiyotaka —Háblame sobre el Instituto, acerca de los que están allí, díganos algo sobre el hechicero especial, no el director, me refiero al otro —bombardeó de preguntas a Ijichi.

—Vaya, bueno, no sabría por dónde empezar —le contesto a la chaman
—Es posible que te encuentres con una chica llamada Maki, ella es un poco odiosa y ruda, no se preocupen por eso. También hay un chico llamado Inumaki, él es amable, sin embargo su poder maldito tiene que ver con su voz, lo que dificulta la comunicación al principio —Ijichi acomoda sus lentes.

—Panda, es otro estudiante, un ser amable, empático y bromista.
Cassius salió de su abstracción al escuchar la palabra Panda.

—¿Panda?—preguntó con curiosidad.
—¿Es un sobrenombre o algo así? —arqueó la ceja.

Kiyotaka soltó una carcajada.
—No —le contestó a Solomon
—Panda es un ser no humano con forma de Panda. —le explicó al hechicero —Tampoco es un Panda en sí mismo, posee un cuerpo maldito con ese aspecto —Es un sujeto agradable.

Vitoria sintió una sensación de vacío y percibió peligro. «Algo está mal» No podía distinguir lo que pasaría, la información era vaga e imprecisa, su corazón se aceleró y sus pupilas se dilataron, se sintió vulnerable e inquieta, pero no podía hacer nada en ese momento.

—¿Se encuentra bien señorita? —le pregunto Ijichi al percatarse de su expresión.
La hechicera volvió en sí.

—Estoy bien —le respondió —Gracias por preguntar, creo que me maree un poco, es usted muy amable, no se preocupe.

—Por favor —le dijo sonriendo —continúe… El ejemplar del que nos cuenta, parecer ser asombroso.

—Bien, señorita —siguió relatando el hombre —En efecto es un personaje extraordinario. Así mismo hay un chico llamado Yuta, él…—hizo una pausa
—Es un joven tímido de muy buen corazón, no tiene mucho tiempo en el instituto, no obstante, es considerado de categoría especial.

Cassius había advertido la expresión de Vitoria, no le gustó para nada. «Tendré que preguntarle después». Pensó. «Por el momento debo prestarle atención al hombre». Así que siguió escuchando con atención.

—A ver…—repasaba en su mente Kiyotaka
—Sí, claro. Tenemos a Shoko. —el individuo se acaloró al pronunciar su nombre
—Ella es una hechicera y doctora del colegio. Un poco seria y reservada —continuó exponiendo —Entiendo que ya están familiarizados con el director Masamichi Yaga.
La hechicera asintió.

—Bien —manifiesto el hombre.
—Entiendo que existen pocos hechiceros como el que conoceremos —dijo Solomon —Estoy intrigado, supongo que somos afortunados de coincidir.

Kiyotaka asintió.
—Estás en lo correcto —respondió —Satoru Gojo, es de los contados hechiceros de categoría especial que existen —carraspeo un poco —Si me lo permite, es extraño que haya accedido a enseñarles algunas cosas, últimamente ha estado ocupado, bueno, siempre está ajetreado —Kiyotaka se percató de que estaba por comentar demasiado.

—En fin, es igual de bueno que tengamos a dos hechiceros más por aquí, al menos durante algunas semanas —se rio nervioso —Ah, y... —advirtió —Satoru puede ser...complicado.
El teléfono de Ijichi recibió una llamada.
—Discúlpenme un momento —se excusó mientras atendía.

Los ojos del asistente saltaron, tartamudeaba
—H-hola, Satoru, s-si están conmigo, balbuceó
—¿Q-Qué? —se veía alterado, observaba por el retrovisor a los extranjeros.

Al escuchar que platicaban de ellos, los chamanes cruzaron miradas.
—P-pero, Yaga me ordenó —intercambiaba diferencias con el hechicero.
—P-pero el director —seguía cuestionando a Gojo
—Bien —aceptó a regañadientes.
—¿Qué sucede? —preguntó Vitoria. Mientras Cassius esperaba por la misma respuesta.
—Verán —explicó Kiyotaka perturbado —Todavía no iremos al Instituto.

Ambos hechiceros reaccionaron inmediatamente con expresión de incredulidad.
—¿Qué? —¿Por qué? —se escuchó la voz de ambos al unísono.
—No lo sé —declaró el hombre se desviaba del camino —Recibí nuevas instrucciones.
Cassius recordó la expresión de Vitoria. «Maldición.»
—Entonces… ¿A dónde iremos? —cuestionó el hechicero.
Ijichi acomodó sus lentes.

—No se preocupen —carraspeaba —Estamos cerca del sitio.

Los chamanes aceptaron con sospecha los nuevos planes, seguían compartiendo miradas, estaban alerta y visiblemente alterados.


—Jengibre —mencionó Inumaki.
Satoru asintió.
—Es necesario —le explicó el hechicero
—Aprovecharemos ésta misión y así sabremos de que están hechos… nuestros invitados —soltó una risotada.
—Están cerca —le advirtió al adolescente.
—Algas —expresó Toge.
—Me ocuparé de Masamichi después —indicó Gojo sin darle importancia.
Un carro de color negro se estacionó frente a ellos.
—¡Atún, Atún! —anunció el chamán mientras señalaba el auto de Kiyotaka.

El albino se quedó observando el vehículo y agitaba su mano, saludando en dirección a los vidrios. En el interior de éste, Cassius y Vitoria desabrochaban sus cinturones.

—El vendado es Satoru —expuso Ijichi —El chico que viste cuello alto es Inumaki.
Los chamanes se bajaron del vehículo, regresando el saludo a los dos hechiceros. Satoru se aproximó hacia los extranjeros con una sonrisa en la boca. Era casi maliciosa.
—¡BENVENUTI! —enunció el albino mientras extendía sus brazos a los lados.

Cassius se sorprendió, inclino su torso, regresando la cortesía. Vitoria por su parte hizo lo mismo, mientras que le extendía la mano a Satoru.
—Es un placer —saludó al hechicero.
—Il piacere é la mio, bella rosa —le contestó Gojo, tomando su mano e inclinando ligeramente su cuerpo.

Luego soltó la mano de la hechicera y se giró hacia Cassius. Quien se preguntaba porque demonios el chamán estaba hablando en italiano.
—Un gusto conocerlo —decía Solomon extendiendo su brazo. Por alguna razón el excéntrico le generaba animadversión.

Mientras estos se conocían, Vitoria se dirigió hacia Inumaki.
—Algas —saludó Toge.
—Encantada —le dijo sonriendo al joven, ofreciéndole también una reverencia.
Satoru camino hasta el carro para hablar con Ijichi, que estaba recostado del vehículo con una expresión de mortificación, sabía que el director Masamichi tendría unas cuantas cosas para decirle más tarde.
—Gracias por traerlos hasta aquí —le expresó el hechicero
—¡Anímate!

Kiyotaka asintió, sin cambiar la mueca.
—Se preguntarán por qué los he hecho traer hasta aquí —puntualizó Satoru. —Bien, es simple —continuó exponiendo a los extranjeros —A nuestra espalda se encuentra un manicomio abandonado. Asumo que no hace falta explicar porque el lugar está maldito —indagó el chamán, analizando el rostro de los americanos —Tengo entendido que ambos son considerados al otro lado como hechiceros de categoría uno —sonrío.

—Lo que les aguarda allí adentro, no será ningún problema entonces —dijo acercándose a ellos. Luego lo pensó mejor —Entrarás solo tú —señaló a la hechicera.
—Suerte —Le dijo con una sonrisa perversa, indicando la entrada.
Cassius sintió todavía más rechazo hacia el albino. «Arrogante» pensó, girando los ojos.
—Yo me ocuparé del velo —detalló Gojo.

Vitoria notó el mal rostro que tenía Solomon, le impresionó que se viera tan irritado. Caminó hasta la entrada del edificio y sin más reparo entró al lugar.
—Nosotros nos quedaremos por aquí cerca —indicó el vendado al resto.

Satoru se acercó a Cassius y se paró junto a él con los brazos cruzados, a su lado también estaba Inumaki.
—¿Qué sucede? —indagó el albino —¿Acaso crees que no puede cuidarse sola?

Solomon reparó en que su rostro estaba siendo un libro abierto, pero la pregunta del chamán solo lo irritó todavía más.
—Estará bien —le contestó Cassius con las manos en los bolsillos.
—Veremos —continuó molestándolo Gojo.
—Salmón —dijo Inumaki uniéndose a la charla.
Kiyotaka observaba silente todo el desastre.

En el interior del recinto, Vitoria notó rápidamente la presencia de la maldición, su ritual le permitía percibir el flujo del destino, dejándola anticiparse a los movimientos de sus enemigos mientras que reaccionaba con rapidez, a su vez, poseía una gran fuerza física proveniente de un gran león verde, el cual no materializaba con frecuencia, ya que agotaba drásticamente su energía, por lo tanto prefería manipular con audacia la energía maldita encestando golpes certeros a sus contrincantes.

Caminó con cautela por los pasillos, sabiendo que la maldición la atacaría en cualquier instante, desde cualquier ángulo. Activó su visión causal para detectar las posibles rutas, ésta era llamada de esa manera en su linaje, sin embargo Vitoria no podía ver el futuro per se, pero si percibirlo y solo aquel que estuviese relacionado con ella o le afectara directamente.
Se adentró más en los pasillos oscuros, esquivando los restos de muebles médicos. «Aquí estás», advirtió ella. La presencia maligna se encontraba justo encima. Levantó la mirada y descubrió que la criatura la observaba con sus múltiples ojos.

Cambio rápidamente de lugar, anticipando que la maldición le atacaría con sus patas izquierdas, esquivó el filo de las garras, Vitoria acumuló energía en su brazo derecho extendiéndolo hasta su anillo y golpeo con fuerza una de las patas, reventándola. Esto no hizo que el equilibrio de la bestia se comprometiera demasiado, por lo que se movió unos metros más adelante con la intensión de cortar otra extremidad, la criatura reaccionó con velocidad, frustrando los planes de la hechicera.

Vitoria se quedaba sin espacio, la maldición tenía un gran tamaño, así que lo mejor era correr hacia un espacio más amplio, la maldición le siguió el paso mientras que intentaba aplastarla, la chamán esquivaba todos los zarpazos. Llegó hasta el centro del manicomio, ahora contaba con un margen mayor para actuar. Analizó al bicho, era una especie de araña gigante mal formada, algunas patas eran más gruesas que otras, lo que le hizo deducir que tendrían más fuerza, ahora estaban de frente. El maldito bicho le lanzó una telaraña impregnada de baba con la intensión de atraparla, pero Victoria continuaba esquivando los ataques.

Al principio pensó en cortar las extremidades más delgadas, pero la fuerza de las otras le permitiría a la tarántula seguir en pie. Tomó una pata de camilla que estaba medio oxidada y se aventó hacia el rostro, debía ser rápida, de lo contrario le lanzaría otra ráfaga. Esta vez extendió la energía hacia el metal que sostenía, aterrizó en la cabeza de la maldición y le reventó todos los ojos a una velocidad impresionante. «Ahora sí bestia». La tarántula se sacudió lanzando un chillido agudo.

Comenzaron a salir crías de la bestia, estaban por doquier, Vitoria analizaba el flujo, llegarían a ella en cuestión de segundos, no podía atacar uno por uno, la sabandija aprovecharía ese momento para embestir. Las pequeñas replicas se aproximaban, estaban casi encima de la hechicera, logró destruir algunos pero eran demasiados. Corrió a gran velocidad hacia un pasillo largo, lo que le compró algunos segundos de distancia entre ella y las crías.
—¡Al demonio! —gritó.

La gran masa con patas seguía sin visión. Por un segundo pensó en recurrir a su león verde, analizó sus posibilidades, era excesivo.
«Lo más probable es que la maldición se encuentre débil, por esa razón… utilizó la carta de grupo.»

Vitoria tomó otra barra del suelo, estaba completamente furiosa, ni siquiera había dormido bien en el Avión.
Empezó a girar las barras en sus manos, las arañas estaban de nuevo frente a ella. Sin importarle nada, embistió con fuerza todo a su paso, logrando reducir la cantidad de bichos, recibiendo algunos arañazos de vuelta. Ubicó a la gran maldición que también se dirigía hacia la hechicera, tomando impulso desde el otro extremo del lugar.

Se enfrentaría en el centro del hospital, dónde había un espacio abierto entre los pisos. La hechicera se impulsó de una baranda procurando caer encima de la bestia otra vez. Pero la maldición la esquivó. Vitoria quedó debajo de la criatura que procuraría aplastarla.

Satoru sonreía en la parte exterior del edificio.
La hechicera concentró la energía maldita en todo su cuerpo esperando el impacto, posicionó las barras verticalmente.
«¿De verdad?...Ésta es… con diferencia, la manera más estúpida de morir.»
La maldición cayó sobre Vitoria.


Afuera, Cassius perdía la paciencia, observando el edificio inundado de energía maldita. Satoru se estiraba sin preocupaciones. Inumaki estaba recostado del auto junto a Ijichi.
Luego de un momento Solomon vio cómo el edificio dejó de emanar la estela morada.
Gojo miró al chaman americano e hizo un gesto con los hombros, como diciendo: ¿Ves? Eso era todo. Lo cual continuaba sulfurándolo.

Transcurrió un minuto y Vitoria salió del lugar cubierta de una porquería viscosa.
—Eso es todo por hoy —manifestó el albino.
—¿Ah? — Balbuceo el alquimista.
—Es hora de irnos —dijo el vendado dirigiéndose al carro —Vayamos a descansar.

El americano quedó atónito por la actitud de Satoru. «Descansar dice, cretino».
—Mayonesa —le dijo Toge a la hechicera.
—Gracias —contestó Vitoria mientras se subía al vehículo, deseando llegar cuando antes al Instituto.

El extranjero miró a la hechicera confundido.
Al llegar a la academia, los esperaba Masamichi Yaga, quién los recibió amablemente, a primera vista no se notaba el descontento que poseía debido a las acciones de Satoru, sin embargo no era muy diestro al disimular sus expresiones.

—Sean Bienvenidos a nuestra Respetable Institución —dijo a los extranjeros. —Nos congratula recibir a dos hechiceros de su clase —suavizaba el tono
—Espero que su trayecto haya sido confortable —refiriéndose al vuelo.
—En cuanto a su pequeña travesía en nuestra Ciudad. Les ofrezco mis más sinceras disculpas — decía ubicando su mano en el pecho.
—No era mi intensión recibirlos de esa manera.

Los chamanes inclinaron su cabeza agradeciendo la bienvenida y mostrando sus respetos.

—Es un honor conocerle —saludó Vitoria —Magnus me contó mucho sobre usted.
—Señor, es todo un privilegio —dijo Cassius.
Yaga asintió.
—Akari los escoltará hacia sus dormitorios y les enseñará la infraestructura una vez que hayan descansado.

Los hechiceros agradecieron nuevamente a Masamichi por su hospitalidad y se retiraron junto a Nitta. Ya en la oficina del rector, este amonestó a Ijichi.
—Kiyotaka… debes dejar de contravenir mis órdenes en beneficio del profesor Gojo.
Ijichi tragaba saliva, recibiendo en silencio su amonestación.

—En cuanto a ti… Satoru —expresaba inflexiblemente
— ¿Cuál es tu problema? —¿En qué estabas pensando?
—Yaga… Por favor —contestó el vendado, su actitud era indiferente.
—Tenía que indagar cuan fuertes son —explicó —No tenía intenciones de enseñarles algo si resultaban ser unos hechiceros mediocres —decía con petulancia.
—Sólo aproveché la oportunidad.
—Además, nadie salió herido —continuaba exponiendo despreocupado
—Cálmate y confecciona unos peluche o algo.
El rector estaba furioso.
—Maldita sea Satoru —sermoneaba al albino —No te vendría mal dejar de ser tan insolente.

Satoru hacía un gesto de fastidio, suspirando y soltando un ronquido. Le aburría aquella charla.
—¿Y bien? —preguntó Masamichi todavía molesto —Como mínimo dime a que conclusiones llegaste.
Gojo consintió.
—Bueno… —expuso el hechicero —Cassius tiene una personalidad volátil, se irrita con mucha facilidad —se rio el chamán —Todavía no he visto en práctica sus habilidades, espero que esa falta de humor no sea equivalente a sus capacidades de lucha.

—En cuanto a Vitoria —su tono de voz sonaba intrigante —Merece la pena enseñarle algunas cosas —Tiene una habilidad curiosa...creo que percibe con alta sensibilidad el destino, también posee un nivel de fuerza aceptable y conduce eficazmente su energía maldita no obstante necesita mejorar sus técnicas de combate.
—Eso es todo por el momento —finiquitó el vendado caminando hacia la puerta y marchándose.


Vitoria tomaba una larga ducha mientras que Cassius desempacaba sus cosas. Ambos estaban sumamente agotados, tenían la sensación de llevar semanas en aquel lugar, lidiar con las maldiciones era triturador.

La hechicera permaneció un extenso tiempo bajo el agua clarificando sus pensamientos, de cierto modo, le hacía gracia todo lo que había sucedido desde su llegada a Tokio, al fin y al cabo, su vida se resumía en exorcizar maldiciones y aquello no se trataba de un viaje vacacional, por lo tanto concluyó que la introducción no pudo haber sido mejor.

Cayó rendida sobre la cama, apenas poso su cabeza sobre la almohada.
Solomon opinaba diferente, era un tipo simpático pero al mismo tiempo rudo en su línea de pensamiento, dado a las formalidades, protocolos y el estricto seguimiento de lo establecido, por lo que el artilugio improvisado de Satoru lo impacientó. «Este personaje tiene métodos poco convencionales» especuló.
—Como sea —dijo pensando en voz alta.


Al día siguiente, Akari caminaba junto a ellos recorriendo las instalaciones.
—Mientras formen parte de la Entidad, deberán utilizar vestimenta de color negro —les instruyó la joven —En cuanto al uniforme no se preocupen, en su caso no es necesario, sin embargo si deberán portar estos botones con espiral.
Señaló hacia su propio uniforme.

—Les haré entregar unos pines con el botón, de esa forma será más sencillo.
Los hechiceros asintieron.
Continuaron caminando por el extenso campus, atravesando un largo pasillo techado.

—Aquí es dónde por lo general se llevan a cabo las prácticas —señaló hacia afuera.

Se divisaba un espacio abierto, la pista de atletismo y el basto campo multidisciplinario.
—Deberán informarme sobre los detalles respecto a sus preferencias en cuanto al uniforme lo antes posible, para llevar a cabo su confección —instó Akari.
—Por el momento debo retirarme, si tienen alguna otra duda, no duden en preguntarme, estaré atenta a ustedes —dijo la asistente.

Los chamanes agradecieron a Nitta por su tiempo y le indicaron que todo había quedado entendido. Akari se retiró para continuar con sus labores.
—Que chica tan agradable —señaló Cassius —Creo que es la persona que más que cautiva en este lugar.
Vitoria se rio.

Panda apareció detrás de ellos dándoles un tremendo susto. Los extranjeros gritaron de la impresión. La hechicera abrió los ojos expresivamente cuando lo vio, quedando deslumbrada por su aspecto. A Cassius le sudaba la frente,
—Vaya que si eres sorprendente —le dijo al oso.
—Así que ya saben de mí —respondió Panda sonriente.
—Por supuesto —expresó la hechicera
—Le pedimos a Ijichi que nos contara acerca de todos.
Panda asintió.
—En ese caso no debo advertirles sobre Maki —manifestó Panda.

Los hechiceros se vieron entre sí, sonriendo con timidez y nerviosismo.
—Algo hemos escuchado sobre ella —decía Vitoria.
Todos quedaron en silencio.
—¿Sobre quién? —indagó Maki pareciendo de la nada.
Vitoria hizo una mueca.
—Díganme una cosa, todos por aquí acostumbran a hacer apariciones o presentaciones… ¿sorpresivas? —indagó Solomon con la ceja arqueada.
—¿Intentas decir que eres impresionable? —le preguntó Maki con mal genio.
Cassius quedó desconcertado con ella.
—No me refe…. —decía el hechicero mientras se vio interrumpido.
—El profesor Gojo —advirtió Maki.
«Qué carácter». Pensaba Solomon.
Satoru se aproximaba hacia ellos sosteniendo un Yari.
—¿Cómo están hoy mis extranjeros favoritos? ¿Eh? —decía el vendado con una voz aguda.
Cassius volteó los ojos, respiró hondo y le ofreció una mirada cómplice a Vitoria.
Ella levantó sus hombros.
—Como nuevos —respondió el alquimista.
—En ese caso —manifestó el albino —Ten, sostén esto por mí.
Le lanzó el Yari al hechicero.

—Yo me sentaré por allí y observaré como Panda… te patea el trasero — indicó con arrogancia.
Lo trataba como si fuese un estudiante.
—Madeimoselle —se refirió hacia Maki —Mon cheri —le dijo a Vitoria.

El vendado las hizo un gesto para que lo acompañarán y las condujo junto hacia las gradas.
—Ahhhggggg —expresó Maki con cara de disgusto.
Satoru giró su cabeza.
—Panda —ordenó —No te contengas.
Cassius volvía a estallar en cólera.

Panda empezó a dar saltos de un lado a otro preparándose para el combate, sin vacilación cambió su núcleo a Gorila. Solomon se acomodó al otro extremo de la pista, con el Yari en la mano, dibujó un círculo a su alrededor sobre la tierra con el arma y la dejó caer, se agachó y recogió un puño de tierra que luego soltó.

El alquimista levantó la mirada.
Panda se vio sorprendido cuando de la tierra brotaron proyectiles afilados que se dirigían hacia él, lo que lo obligó a moverse en zigzag con rapidez, a medida que el oso avanzaba el alquimista hacia aparecer zanjas y obstáculos del piso. Panda aumentó la velocidad y cambió sus movimientos aleatoriamente para evitar que Solomon supiera dónde iba a pisar, Cassius seguía de pie en el mismo lugar. Panda se acercaba exhalando con fuerza dispuesto a lanzarle el primer golpe pero Solomon hizo brotar una barrera de tierra y energía maldita del círculo, por lo que se protegió, al instante Cassius hizo que la barrera se expandiera, procurando que Panda saliera disparado debido al impacto de la onda.

Al aterrizar, Panda cambió nuevamente su núcleo, a hermana mayor, lo que le permitiría usar técnicas de barrera. Creó una cúpula de energía a su alrededor para protegerse de los ataques de Solomon. El alquimista intentó romper la barrera con sus transmutaciones y disparando más rocas, pero Panda se mantuvo firme salvaguardando su energía. El oso imitó a Solomon y le encestó un golpe lanzando otra onda de choque.

Cassius no pudo evitar el impacto, pero se levantó sin dificultad sacudiéndose la tierra. Se quitó la camisa dejando su perfecta anatomía a la vista, el hombre poseía un abdomen muy bien marcado.

Maki y Vitoria estaban disfrutando de la pelea mientras conversaban con Satoru, quién soltó una carcajada debido a un comentario gracioso que hizo Vitoria. Cassius escuchó la risa y mal interpretó la situación, lo que hizo que se desconcentrara, sin embargo volvió en situación rápidamente cuando notó que Panda se acercaba con rapidez para embestirlo. Solomon expandió su energía dibujando un manto en el piso del área y a su vez incendiándolo, dificultándole el paso al oso. Cassius intensificó el tamaño de las llamas logrando que Panda se apartara sofocado.

A Cassius se le dibujó una media sonrisa en el rostro.
—Tienes un novio temperamental —le susurró Satoru a la extranjera.
—Cassius es un sujeto increíble —respondió Vitoria —¿No te has preguntado si eres tú muy exasperante?
—Me lo dicen con frecuencia, gracias —expresó Gojo como si fuera un halago.

Panda corría ahora sobre el asfalto para intentar acercarse a Solomon, regresando a su núcleo gorila. Fue tomando impulso durante el trayecto, comenzó a tamborilear con su pecho, cuando estuvo lo suficientemente cerca, saltó y le proporcionó, durante la caída, un derechazo en la mandíbula al alquimista, que mientras se alejaba por el bombazo, dibujaba un canalillo en la tierra con su cuerpo. Se levantó una nube densa de polvo en el lugar.

El oso pensó que eso había sido suficiente, pero se equivocó. El alquimista hizo estallar el suelo dónde se encontraba Panda, mientras eso sucedía Cassius se levantó y estiró los brazos. Antes de que el oso cayera al piso, utilizó su energía maldita para fusionarla con la tierra, creando una masa que sirvió como camisa de fuerza, dejándolo suspendido e inmovilizado.

Era una pelea amistosa, claro, pero Solomon estaba sulfúrico por Satoru. Apretaba con fuerza a Panda y solo cuando el oso comenzó a quejarse, el hechicero lo regresó al piso con delicadeza. Se dio cuenta de que había sido excesivo, así que se disculpó con él.

Caminó hacia Panda y le dio la mano para ayudarlo a levantarse.
—¿Te encuentras bien? —Le preguntó Cassius.
—Sí, estoy genial —respondió el Oso —Para la próxima sé que deberé hacerte añicos rápidamente —expresó riendo.
—Así será mi amigo —le aseguró Solomon.
Yuta apareció caminando y se sentó junto a Maki.
—Hola —dijo con timidez.
Ella le respondió el saludo fingiendo entereza.
—¡Yuta! —saludó el profesor Gojo —Ven —le indicó.
—Mi buen amigo Okkotsu —expresó el vendado —Ella es Vitoria, una hechicera del otro lado del mundo —El que está allá con cara de amargado es un alquimista, vienen a pasar unas semanas por aquí —Quieren aprender algunas cuantas cosas del gran profe Gojo.
—Un placer Okkotsu —dijo la chaman ofreciéndole una expresión amistosa.
Se dieron la mano.
—¡Wau! —manifestó Yuta —Me gustaría viajar a América algún día.
—¡Perfecto! —respondió Vitoria —Cuando vayas tendrás un lugar a dónde llegar.
Yuta asintió, sonriendo un poco.

—Lo mismo para todos —dijo la hechicera extendiendo la invitación.

Satoru advirtió que la hechicera, de hecho, era una mujer agradable, aquella revelación le hizo cuestionarse si los había tratado con rudeza, debido a la bienvenida que les ofreció, pero eso ya no importaba, después de todo y lo importante era saber si los hechiceros eran lo suficientemente fuertes.

—¿Dónde está Inumaki? —preguntó Okkotsu.
—Fue enviado a una misión —explicó el vendado
—La de ayer la exorcizó… nuestra nueva amiga —comunicó el albino.

Cassius se acercó a ellos junto a Panda.

—Yuta, amigo —le habló el Oso —Te perdiste una buena pelea —relató Panda dando brincos a los lados y soltando puños al aire.
—El alquimista tendrá que agendar una visita al dentista, después del puñetazo que le di en la mandíbula —dijo con entusiasmo.
Solomon se reía.

—Así fue amigo —Secundó lo que dijo Panda —Todavía me duele.
Soltaron carcajadas.

Satoru se despidió de todos y se retiró, tenía asuntos que atender. El resto quedó conversando un rato, hasta que resolvieron ir a comer juntos, los estudiantes estaban interesados en los hechiceros extranjeros.

CHAPTER 4. ADVENTUS

January 18, 2017

Kiyotaka Ijichi was waiting for the sorcerers at the Haneda International Airport, holding a sign, he was eager to meet them and take them to the campus, he was wearing his usual black suit and red tie, he adjusted his glasses repeatedly, he touched them so many times that he marked his fingerprints on the glass, just when he took it off to clean it, a man and a woman appeared in front of him, smiling.

Both sorcerers greeted Kiyotaka by bowing their heads forward, then extended their hands to offer him the greeting.
Ijichi quickly put on his glasses, smiled back at the shamans, while holding the sign with their names in one hand.
“Irasshaimase,” the man in the suit said, leaning his torso. Then he shook their greetings.

"Follow me," he instructed them. He gestured for them to catch up.
"I've always wanted to come here," Vitoria commented to the man. "Japan is an extremely beautiful and charming country."
"Thank you for your comments ," he said to the sorceress. "The really interesting thing is yet to be discovered," he said enthusiastically.

Cassius was silently absorbed, admiring everything around him. Haneda Airport was designed in an exquisite manner.

They walked without stopping, despite the sorcerer's attempts to enter the small replica of the town within the enclosure. They reached the vehicle and got in:
"Please," Vitoria asked Kiyotaka, "Tell me about the Institute, about those who are there, tell us something about the special sorcerer, not the director, I mean the other one," she bombarded Ijichi with questions.
"Wow, well, I wouldn't know where to start," I answer to the shaman.
—You might meet a girl named Maki, she's a little obnoxious and rude, don't worry about that. There is also a boy named Inumaki, he is kind, however his cursed power has to do with his voice, which makes communication difficult at first —Ijichi adjusts his glasses.

—Panda, he is another student, a kind, empathetic and joking being.
Cassius came out of his abstraction upon hearing the word Panda.

"Panda?" he asked curiously.
—Is it a nickname or something? —He raised his eyebrow.
Kiyotaka laughed.
"No," he answered Solomon.
—Panda is a non-human being in the shape of a Panda. —he explained to the sorcerer —He's not a Panda himself, he has a body cursed with that appearance —He's a nice guy.

Vitoria felt a sensation of emptiness and perceived danger. «Something is wrong» She couldn't make out what would happen, the information was vague and imprecise, her heart raced and her pupils dilated, she felt vulnerable and uneasy, but she couldn't do anything at that moment.

—Are you okay, miss? —Ijichi asked him when he noticed his expression.
The sorceress came to her senses.
"I'm fine," he replied. "Thank you for asking, I think I'm a little dizzy, you're very kind, don't worry."
"Please," he said smiling, "continue... The specimen you are telling us about seems to be amazing."

"Well, miss," the man continued, "He is indeed an extraordinary character." Likewise there is a boy named Yuta, he...—he paused.
—He is a shy young man with a very good heart, he has not been in school for long, however, he is considered a special category.

Cassius had noticed Vitoria's expression, he didn't like it at all. "I'll have to ask him later." Thought. "For the moment I must pay attention to the man." So he continued listening carefully.
"Let's see..." Kiyotaka reviewed in his mind.
-Yes of course. We have Shoko. —The individual became heated when pronouncing his name
—She is a sorceress and doctor at the school. A little serious and reserved,” she continued, “I understand that you are already familiar with the director Masamichi Yaga.

The sorceress nodded.
"Good," said the man.
"I understand that there are few sorcerers like the one we will meet," Solomon said. "I'm intrigued, I guess we're lucky to see each other."

Kiyotaka nodded.
"You're right," he replied, "Satoru Gojo, he's one of the few special category sorcerers that exist," I clear my throat a little. “Hectic,” Kiyotaka realized he was about to comment too much.
"Well, it's just as good that we have two more sorcerers here, at least for a few weeks," he laughed nervously. "Oh, and..." he warned, "Satoru can be... complicated."
Ijichi's phone received a call.
"Excuse me for a moment," he excused himself as he answered.
The assistant's eyes jumped, he stuttered
—H-hello, Satoru, y-yes you are with me, he stammered.
—W-What? —He looked upset, he looked at the foreigners in the rearview mirror.

Hearing them talking about them, the shamans exchanged glances.
"B-but, Yaga ordered me," he exchanged differences with the sorcerer.
"B-but the director," Gojo continued questioning.
"Fine," he agreed reluctantly.
-What's going on? —Vitoria asked. While Cassius waited for the same answer.
"You see," Kiyotaka explained perturbed, "We're not going to the Institute yet."

Both sorcerers immediately reacted with expressions of disbelief.
-That? -Because? —the voices of both were heard in unison.
"I don't know," the man declared as he strayed from the path. "I received new instructions."
Cassius remembered Vitoria's expression. "Curse."
—So... where are we going? —the sorcerer questioned.
Ijichi adjusted his glasses.
"Don't worry," he cleared his throat. "We're close to the site."

The shamans suspiciously accepted the new plans, they continued to share glances, they were alert and visibly upset.


"Ginger," Inumaki mentioned.
Satoru nodded.
"It is necessary," the sorcerer explained.
"We will take advantage of this mission and thus we will know what... our guests are made of," he laughed.
"They're close," he warned the teenager.
"Seaweed," Toge said.
"I'll deal with Masamichi later," Gojo said casually.
A black car parked in front of them.
—Tuna, Tuna! —the shaman announced as he pointed to Kiyotaka's car.

The albino stared at the vehicle and waved his hand, saluting in the direction of the windows. Inside it, Cassius and Vitoria unbuckled their belts.
"The blindfolded one is Satoru," Ijichi explained. "The boy who wears a turtleneck is Inumaki."

The shamans got out of the vehicle, returning the greeting to the two sorcerers. Satoru approached the foreigners with a smile on his mouth. It was almost malicious.
— BENVENUTI! —said the albino as he extended his arms to his sides.

Cassius was surprised , bowed his torso, returning the courtesy. Vitoria, for her part, did the same, while extending her hand to Satoru.
"It's a pleasure," he greeted the sorcerer.
"Il piacere é la mio, bella rosa ," Gojo answered, taking her hand and slightly tilting his body.

Then he let go of the sorceress's hand and turned to Cassius. Who was wondering why the hell the shaman was speaking in Italian.
"Nice to meet you," Solomon said, extending his arm. For some reason he disliked the eccentric.

While they got to know each other, Vitoria headed towards Inumaki.
“Seaweed,” Toge greeted.
"Delighted," she said smiling to the young man, also offering him a bow.
Satoru walked to the car to talk to Ijichi, who was leaning back from the vehicle with a mortified expression, he knew that Director Masamichi would have a few things to tell him later.
"Thank you for bringing them here," the sorcerer said.
—Cheer up!

Kiyotaka nodded, his grimace unchanged.
"You'll wonder why I brought you here," Satoru pointed out. —Well, it's simple—he continued explaining to the foreigners—Behind us is an abandoned asylum. I assume that there is no need to explain why the place is cursed - the shaman inquired, analyzing the faces of the Americans - I understand that both are considered to the other side as category one sorcerers - I smile.

"What awaits you in there won't be any problem then," he said, approaching them. Then he thought better of it. "Only you will enter," he pointed to the sorceress.
"Luck," he said with a wicked smile, indicating the entrance.
Cassius felt even more rejection towards the albino. Arrogant, he thought, rolling his eyes.
"I'll take care of the veil," Gojo explained.

Vitoria noticed the bad face that Solomon had, she was impressed that he looked so irritated. He walked to the entrance of the building and without further hesitation entered the place.
"We will stay nearby," the blindfolded man indicated to the rest.

Satoru approached Cassius and stood next to him with his arms crossed, next to him was also Inumaki.
-What's going on? -asked the albino -Do you think she can't take care of herself?

Solomon realized that his face was being an open book, but the shaman's question only irritated him more.
"It will be fine," Cassius replied with his hands in his pockets.
"We'll see," Gojo continued, bothering him.
"Salmon," Inumaki said, joining the conversation.
Kiyotaka silently observed the entire disaster.

Inside the enclosure, Vitoria quickly noticed the presence of the curse, her ritual allowed her to perceive the flow of destiny, letting her anticipate the movements of her enemies while reacting quickly, in turn, she possessed great physical strength coming from a large green lion, which he did not materialize frequently, since it drastically exhausted his energy, therefore he preferred to boldly manipulate the cursed energy by delivering accurate blows to his opponents.

She walked cautiously through the hallways, knowing that the curse would attack her at any moment, from any angle. She activated her causal vision to detect possible routes, this was called that way in her lineage, however Vitoria could not see the future per se , but she could perceive it and only that which was related to her or directly affected her.
He walked deeper into the dark hallways, dodging the remains of medical furniture. "Here you are," she warned. The evil presence was right above. She looked up and discovered that the creature was watching her with its many eyes.

He quickly changed places, anticipating that the curse would attack him with his left paws, he dodged the edge of the claws, Vitoria accumulated energy in his right arm, extending it to his ring and hit one of the paws hard, bursting it. This did not compromise the beast's balance too much, so it moved a few meters further forward with the intention of cutting off another limb. The creature reacted quickly, frustrating the sorceress's plans.

Vitoria was running out of space, the curse was large, so the best thing was to run towards a larger space, the curse kept pace with her while she tried to crush her, the shaman dodged all the claws. He reached the center of the asylum, now he had a greater margin to act. He analyzed the bug, it was a kind of poorly formed giant spider, some legs were thicker than others, which made him deduce that they would have more strength, now they were facing each other. The damn bug threw a slime-soaked web at her with the intention of catching her, but Victoria continued to dodge the attacks.

At first he thought of cutting off the thinnest limbs, but the strength of the others would allow the tarantula to continue standing. She took a stretcher leg that was half rusty and threw it at his face, she had to be quick, otherwise she would launch another blast. This time he extended the energy towards the metal he was holding, landing on the curse's head and blasting out all of its eyes at an impressive speed. "Now it's a beast." The tarantula shook with a high-pitched screech.

The beast's babies began to emerge, they were everywhere, Vitoria analyzed the flow, they would reach her in a matter of seconds, she couldn't attack one by one, the vermin would take advantage of that moment to attack. The small replicas were approaching, they were almost on top of the sorceress, she managed to destroy some but there were too many. She ran at high speed into a long hallway, which bought her a few seconds of distance between her and the hatchlings.
—To hell! -shout.

The great mass with legs was still without vision. For a second he thought about resorting to his green lion, he analyzed his possibilities, it was excessive.
"The curse is most likely weak, for that reason... he used the group card."

Vitoria grabbed another bar from the floor, she was completely furious, she hadn't even slept well on the Plane.

She began to spin the bars in her hands, the spiders were in front of her again. Without caring about anything, he attacked everything in his path with force, managing to reduce the number of bugs, receiving some scratches in return. He located the great curse that was also heading towards the sorceress, gaining momentum from the other end of the place.

He would face each other in the center of the hospital, where there was an open space between the floors. The sorceress pushed herself off a railing, trying to fall on top of the beast again. But the curse eluded her. Vitoria remained beneath the creature that would try to crush her.

Satoru was smiling outside the building.
The sorceress concentrated the cursed energy throughout her body waiting for the impact, she positioned the bars vertically.
"Really?...This is... by far the stupidest way to die."
The curse fell on Vitoria.


Outside, Cassius was losing his patience, watching the building flooded with cursed energy. Satoru stretched without worries. Inumaki was leaning out of the car next to Ijichi.

After a moment Solomon saw how the building stopped emanating the purple trail.
Gojo looked at the American shaman and gestured with his shoulders, as if to say: See? That was all . Which continued to irritate him.

A minute passed and Vitoria left the place covered in a slimy mess.
"That's all for today," said the albino.
—Oh? —The alchemist stammered.
"It's time to go," said the bandaged man, heading to the car. "Let's go rest."

The American was stunned by Satoru's attitude. "Rest he says, cretin."
"Mayonnaise," Toge said to the sorceress.
"Thank you," Vitoria replied as she got into the vehicle, wanting to get to the Institute as soon as possible.

The foreigner looked at the sorceress in confusion.
Upon arriving at the academy, Masamichi Yaga was waiting for them, who received them kindly. At first glance, the discontent he had due to Satoru's actions was not noticeable, however, he was not very skilled at hiding his expressions.

"Welcome to our Respectable Institution," he said to the foreigners. "We are pleased to receive two sorcerers of your kind," he softened his tone.
—I hope your journey was comfortable—referring to the flight.
—As for your little journey in our City. “I offer you my most sincere apologies,” he said, placing his hand on his chest.
—It was not my intention to receive them that way.

The shamans bowed their heads in gratitude for the welcome and showing their respects.
"It's an honor to meet you," Vitoria greeted. "Magnus told me a lot about you."
"Sir, it is a privilege," Cassius said.

Yaga nodded.
—Akari will escort you to your dormitories and show you the infrastructure once you have rested.
The sorcerers thanked Masamichi again for his hospitality and retired with Nitta. Already in the rector's office, he admonished Ijichi.
— Kiyotaka… you must stop contravening my orders for the benefit of Professor Gojo.
Ijichi swallowed, silently receiving his admonishment.
"As for you... Satoru," he said inflexibly.

"What is your problem? —What were you thinking?
"Yaga... Please," answered the blindfolded man, his attitude was indifferent.
"I had to find out how strong they are," he explained. "I had no intention of teaching them anything if they turned out to be mediocre sorcerers," he said petulantly.

—I just took advantage of the opportunity.
"Besides, no one was hurt," he continued nonchalantly.
—Calm down and make some stuffed animals or something.
The rector was furious.

"Damn Satoru," he lectured the albino. "It wouldn't hurt you to stop being so insolent."
Satoru made a face of annoyance, sighing and letting out a snore. That talk bored him.

-And good? —Masamichi asked, still annoyed. —At least tell me what conclusions you reached.
Gojo agreed.

—Well… —explained the sorcerer —Cassius has a volatile personality, he gets irritated very easily —the shaman laughed —I have not yet seen his skills in practice, I hope that this lack of humor is not equivalent to his fighting abilities.

—As for Vitoria —his tone of voice sounded intriguing —Some things are worth teaching her —She has a curious ability...I think she perceives destiny with high sensitivity, she also has an acceptable level of strength and effectively conducts her cursed energy. However, he needs to improve his combat techniques.

"That's all for the moment," the blindfolded man concluded, walking towards the door and leaving.


Vitoria took a long shower while Cassius unpacked his things. They were both extremely exhausted, they had the feeling of having been in that place for weeks, dealing with the curses was crushing.

The sorceress spent a long time underwater clarifying her thoughts. In a way, she was amused by everything that had happened since her arrival in Tokyo. After all, her life was summed up in exorcising curses and that was not about a vacation trip, therefore he concluded that the introduction could not have been better.
She fell exhausted onto the bed, barely placing her head on the pillow.
Solomon had a different opinion, he was a nice guy but at the same time rude in his line of thought, given to formalities, protocols and strict following of what was established, so Satoru's improvised contraption made him impatient. "This character has unconventional methods," he speculated.
"Whatever," he said, thinking out loud.


The next day, Akari walked with them touring the facilities.
"While they are part of the Entity, they must wear black clothing," the young woman instructed them. "As for the uniform, don't worry, in your case it is not necessary, however you must wear these spiral buttons."

He gestured towards his own uniform.
—I'll have them deliver some pins with the button, that way it will be easier.
The sorcerers nodded.

They continued walking through the extensive campus, crossing a long covered hallway.

"This is where practices usually take place," he pointed outside.
An open space could be seen, the athletics track and the vast multidisciplinary field.

"You should inform me of the details regarding your uniform preferences as soon as possible so that I can tailor them," Akari urged.
—For the moment I must leave, if you have any other questions, do not hesitate to ask me, I will be attentive to you,” said the assistant.

The shamans thanked Nitta for his time and indicated that everything had been understood. Akari retired to continue her work.

"What a nice girl," Cassius pointed out. "I think she is the most captivating person in this place."

Vitoria laughed.
Panda appeared behind them, giving them a tremendous scare. The foreigners screamed in shock. The sorceress opened her eyes expressively when she saw him, being dazzled by his appearance. Cassius's brow was sweating,
"Wow, you're amazing," he said to the bear.
"So you already know about me," Panda replied, smiling.
"Of course," said the sorceress.
—We asked Ijichi to tell us about everyone.

Panda nodded.
"In that case I shouldn't warn you about Maki," Panda said.

The sorcerers looked at each other, smiling shyly and nervously.
"We've heard something about her," Vitoria said.
Everyone remained silent.
-About who? —Maki inquired, seeming out of nowhere.

Vitoria grimaced.
—Tell me something, everyone around here usually makes appearances or presentations... surprises? Solomon asked with an arched eyebrow.
"Are you trying to say you're impressionable?" —Maki asked him with a bad temper.
Cassius was taken aback by her.

—I didn't mean… —said the sorcerer while he was interrupted.
"Professor Gojo," Maki warned.
"What a character." Solomon thought.

Satoru was approaching them holding a Yari.
—How are my favorite foreigners today? Hey? —said the blindfolded man with a high-pitched voice.

Cassius rolled his eyes, took a deep breath, and offered Vitoria a knowing look.
She raised her shoulders.
"Like new," answered the alchemist.
"In that case," said the albino, "Here, hold this for me."
He threw the Yari at the sorcerer.

" I'll sit over there and watch Panda... kick your ass," he said arrogantly.
He treated him as if he were a student.
“ Madeimoselle ,” he referred to Maki. “ Mon cheri ,” he said to Vitoria.

The blindfolded man gestured for them to come with him and led them together towards the stands.
"Ahhhggggg," Maki said with a disgusted face.
Satoru turned his head.
"Panda," he ordered, "Don't hold back."
Cassius was bursting into anger again.

Panda began to jump from side to side preparing for combat, without hesitation he changed his core to Gorilla. Solomon settled at the other end of the court, with the Yari in his hand, he drew a circle around him on the earth with the weapon and dropped it, he crouched down and picked up a fistful of earth, which he then dropped.

The alchemist looked up.
Panda was surprised when sharp projectiles sprouted from the ground and were heading towards him, forcing him to move in a zigzag pattern quickly, as the bear moved towards the alchemist towards ditches and obstacles appearing on the floor. Panda increased his speed and changed his movements randomly to prevent Solomon from knowing where he was going to step, Cassius was still standing in the same place. Panda approached, exhaling hard, ready to launch the first blow, but Solomon made a barrier of earth and cursed energy emerge from the circle, so he protected himself. Cassius instantly made the barrier expand, causing Panda to be thrown away due to the impact. of the wave.

Upon landing, Panda changed his core again, to big sister, which would allow him to use barrier techniques. He created an energy dome around himself to protect himself from Solomon's attacks. The alchemist tried to break the barrier with his transmutations and shooting more rocks, but Panda stood firm, safeguarding his energy. The bear imitated Solomon and hit him with another shock wave.
Cassius couldn't avoid the impact, but he got up without difficulty, shaking off the dirt. He took off his shirt, revealing his perfect anatomy, the man had a very well marked abdomen.

Maki and Vitoria were enjoying the fight while talking with Satoru, who laughed due to a funny comment Vitoria made. Cassius heard the laughter and misinterpreted the situation, which caused him to lose focus, however he quickly regained consciousness when he noticed that Panda was approaching quickly to attack him. Solomon expanded his energy by drawing a blanket on the floor of the area and in turn setting it on fire, making it difficult for the bear to pass. Cassius intensified the size of the flames, causing Panda to move away, suffocating.

A half smile appeared on Cassius's face.
"You have a temperamental boyfriend," Satoru whispered to the foreigner.
"Cassius is an incredible guy," Vitoria responded. "Haven't you asked yourself if you are very infuriating?"
"They tell me that often, thank you," Gojo said as if it were a compliment.

Panda was now running on the asphalt to try to get closer to Solomon, returning to his gorilla core. He gained momentum during the journey, he began to drum with his chest, when he was close enough, he jumped and, during the fall, delivered a right blow to the alchemist's jaw, who, as he moved away from the bomb, drew a channel in his jaw. earth with his body. A dense cloud of dust arose in the area.

The bear thought that was enough, but he was wrong. The alchemist blew up the ground where Panda was, while that was happening Cassius stood up and stretched his arms. Before the bear fell to the ground, he used his cursed energy to fuse with the earth, creating a mass that served as a straitjacket, leaving him suspended and immobilized.

It was a friendly fight, sure, but Solomon was sulfurous for Satoru. He squeezed Panda tightly and only when the bear began to complain did the sorcerer gently return him to the ground. She realized that she had been excessive, so she apologized to him.

He walked over to Panda and gave him his hand to help him up.
-Are you okay? —Cassius asked him.
"Yes, I'm great," replied the Bear. "Next time I know I'll have to tear you to pieces quickly," he said, laughing.
"So it will be my friend," Solomon assured him.
Yuta walked up and sat next to Maki.
"Hello," he said shyly.

She returned his greeting, feigning integrity.
—Yuta! —Professor Gojo greeted. “Come,” he indicated.
—My good friend Okkotsu —said the blindfolded man —This is Vitoria, a sorceress from the other side of the world —The one who is there with a bitter face is an alchemist, they come to spend a few weeks here —They want to learn a few things from the great professor Gojo.
"A pleasure, Okkotsu," the shaman said, offering him a friendly expression.

They shook hands.
—Wow! —Yuta said—I would like to travel to America one day.
-Perfect! —Vitoria responded —When you go you will have a place to go.
Yuta nodded, smiling a little.

"The same for everyone ," said the sorceress, extending the invitation.

Satoru realized that the sorceress was, in fact, a nice woman, that revelation made him question whether she had treated them rudely, due to the welcome she offered them, but that no longer mattered, after all, and the important thing was to know if the Sorcerers were strong enough.

—Where is Inumaki? Okkotsu asked.
"He was sent on a mission," the blindfolded man explained.
"Yesterday was exorcised by... our new friend," the albino reported.

Cassius approached them alongside Panda.

"Yuta, friend," the Bear spoke to him. "You missed a good fight," Panda said, jumping to the sides and throwing his fists in the air.
"The alchemist will have to schedule a visit to the dentist, after the punch I gave him in the jaw," he said enthusiastically.
Solomon laughed.
—That's how it was, friend —He seconded what Panda said —It still hurts me.

They burst out laughing.

Satoru said goodbye to everyone and left, he had matters to attend to. The rest stayed talking for a while, until they decided to go eat together; the students were interested in foreign sorcerers.


Imagen: Composición Pixabay.com | Incavas.com | Wallpaper.mob.com Fanfiction inspirado en Jujutsu Kaisen Versión exclusiva para HIVE | @agvdrummer


Image: Composition Pixabay.com | Incavas.com | Wallpaper.mob.com Jujutsu Kaisen inspired fanfiction Exclusive version for HIVE | @agvdrummer


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