JUJUTSU KAISEN: MENOS UNO (JJK FANFICTION) C03


**CAPITULO 3. EVULGATIO**

1

14 de Enero de 2017.

Del otro lado del mundo, durante altas horas de la noche el famélico entró a su oficina. Dejó su chaqueta en una silla, se sentó en su escritorio y tomó el teléfono.
Sonaron pitidos de espera… Alguien abrió la llamada:

—Enviarán dos chamanes a Tokio —comunicó la voz sombría.
Colgó.

**2**

—¡Abuela! —saludó Vitoria a Naiara. Se acercó a ella y le dio un abrazo.
—Siéntate querida —invitó la anciana —Cuéntame ¿Cómo has estado?

Naiara le extendió una taza de café, sus ojitos grises observaban con detalle a su nieta, acarició con su mano temblorosa el cabello largo de ella —Hijita —le dijo con su voz desgastada por los años.

—Lo sé —le contestó Vitoria —No tienes de que preocuparte. Estaré bien.

—He cuidado de ti los últimos veinticinco años —le susurro su abuela

—Mientras siga con vida… continuaré haciéndolo.

Naiara seguía observando a Vitoria, como si quisiera grabar en su memoria todos los detalles de su rostro. La anciana sabía cosas que no podía desvelar, lo único que podía hacer era disfrutar del tiempo de calidad junto a sus seres amados y éste, nunca era suficiente:

—Pronto tendrás que irte —informó a su nieta —Irás acompañada de Cassius Solomon —Ese es el otro hechicero elegido, domina la Alquimia y proviene de un buen linaje.

—Por otro lado existen dos hechiceros de categoría especial en el Metropolitano de Tokio, accedieron a recibirlos durante algunas semanas.

—Magnus me contó que conoció a Masamichi Yaga, el director del Colegio Técnico, hace unos…veinte años atrás, cuando todavía era un joven, así como tú.

Vitoria escuchaba atentamente a su abuela. Sin embargo, percibía la melancolía en ella y no podía evitar preguntarse «¿Qué la afligía tanto?»

—Te amo abuela —le dijo.

La veterana abrazó con fuerza a su nieta. Tomó sus manos y la miró a los ojos
—Sé inquebrantable como siempre

—Tus ancestros te acompañan.

**3**

El edificio al que acudía Magnus para resolver los asuntos cotidianos era una estructura imponente, uno de los rascacielos más altos de la capital, revestido de mármol negro, ventanales de cristal oscuro, las paredes del lobby también eran de grandes proporciones, midiendo aproximadamente dos pisos de alto, cubierto del mismo canto que el exterior, piso ajedrezado, doce columnas corintias en piedra tallada, capiteles ornamentados con hojas y flores de acanto. Los elevadores oscuros eran casi imperceptibles, casi diáfano, los únicos muebles en el lugar eran los majestuosos escritorios de la recepción. El ambiente estaba impregnado de estoraque, la temperatura fría hacia que todo el que entrara distinguiera un clima misterioso.

—Dominus espera por ustedes —dijo una voz gruesa en el fondo.

Se abrió la puerta de un elevador, en el interior se encontraba un hombres vestido con uniforme de botones color negro y boina.

—Adelante —los invitó a pasar.

Vitoria y Cassius entraron en la cabina. El hombre junto a ellos llevaba un pin insignia de dos espadas cruzadas. Marcó el piso treinta y dos y las puertas se cerraron.

Los dos hechiceros sabían algunas cosas sobre el otro pero no habían tenido la oportunidad de coincidir puesto que provenían de países diferentes.

Se miraban de reojo, Cassius se balanceaba de un lado a otro con pequeños movimientos. Tenía el pelo negro y tan largo como el de Vitoria, su espalda era ancha, brazos fornidos, definitivamente se veía fuerte, vestía un conjunto de lino holgado color crema y una actitud despreocupada con las manos metidas en los bolsillos. Vitoria usaba un traje en color negro. Quién los viera pensaría que son parientes.

Las puertas del elevador se abrieron en la oficina de Magnus. El anciano se encontraba fumando tabaco frente a la ventana. Se giró cuando los escucho llegar y se acercó a ellos.

—¡Hija! —exclamó al ver a Vitoria.

Él no era su padre, pero era muy cercano a Naiara y por lo tanto como su familia. La abrazó y luego saludó a Cassius inmediatamente, le extendió la mano y se dieron un apretón.

—Bienvenido —le dijo Dominus —Por favor tomen asiento.

Los dirigió frente al escritorio.

Magnus era un anciano que en su juventud fue un tipo curioso, amable y considerado con los demás. Siempre guardaba una actitud solemne pero también era jocoso, todo un personaje.

—Helos aquí. Hermanos míos —enunció —Me congratula que sean ustedes los que viajen a conocer a Masamichi Yaga y al otro muchacho de clase especial —dijo con entusiasmo

—Es importante que aprendan todo lo posible, puesto que, la situación se ha tornado… infortunada —hizo una mueca de pena y luego aplaudió. —Pero bueno, saldremos victoriosos de estas circunstancias —expresó optando un semblante más optimista.
Ambos hechiceros escuchaban respetuosos al veterano.

—Así sea —respondió Vitoria. Luego desvió la vista hacia Cassius y le ofreció una sonrisa.

Dominus se dio cuenta de inmediato.
—Lo siento —se disculpó —Sé que llegaron al mismo tiempo y no se ha dado la oportunidad de presentarse.

Los tres rieron y se relajaron.

—Bien —expresó Magnus. Señalando hacia el hechicero

—Cassius Solomon, chaman que nació con el ritual alquímico —decía el anciano como si se tratara de una subasta. —Proveniente de un linaje poderoso, con una tremenda fuerza física y la habilidad de transformar los elementos.

—Sin duda alguna uno de los mejores en su categoría.

Cassius soltaba carcajadas mientras que se ruborizaba y llevaba su mano al pecho.

—Muchas gracias, Gran Maestro, por esa introducción de mi persona —respondió el hechicero.

—He escuchado sobre ti Vitoria —continuó hablando el alquimista —Admiro mucho la historia de tus antepasados, he escuchado que… en tú árbol dominan de diferentes formas la técnica de visión causal.

El anciano arqueó la ceja.

—Vaya, alguien hizo la tarea —bromeó con el joven.

—Gracias —contestó la hechicera

—La alquimia suena muy interesante —reía con la voz y con la mirada, luego levanto ambas cejas sonriendo e hizo un gesto para avecinar una pregunta.

Solomon volteo los ojos dejándolos en blanco, leyó su rostro, levantó los hombros y subió su brazo, movió los dedos de su mano como cuando retas al contrincante.

—Ya se lo que dirás —dijo riendo.

—¿Conviertes el agua en vino? —preguntó bromeando con él.

Ambos soltaron una carcajada.

—Bueno, mis queridos chamanes —concluyó Magnus con un aplauso para redirigir la reunión.

Magnus se veía más serio.

—Me agrada que se comiencen a llevar bien, es fundamental que estén sincronizados —exponía el anciano.

—Verán… La razón de su viaje hasta Tokio, ya la conocen. Pero he de decidles que hay un segundo motivo —afirmó Dominus —Nuestra honorable institución se encuentra en estos momentos sobre arenas movedizas… estoy indagando e intentado encontrar respuestas a algunas de las muertes de nuestros hermanos —su voz se quebraba.

—No quisiera apresurarme pero los indicios que hemos seguido, indican que varios de ellos fueron asesinados. —el anciano escrutaba el gesto de los chamanes. —De algo sí estoy seguro…—indicó —El aumento de las muertes por maldiciones está siendo provocado.

—Dichos incitadores se encuentran dentro de nuestra organización. —les reveló sin más.
Los dos hechiceros estaban atónitos:

—¿Quieres decir que tenemos una guerra interna? —indagó Vitoria.

—Pero… ¿Por qué?

—Una de nuestras hipótesis sugiere que en nuestra estructura están obrando Usuarios Malditos, pero no están actuando solos, por lo tanto no se ha encontrado un rastro claro. — respondió el anciano. — Siempre han existido brujos que por diferentes razones dejan de luchar contra maldiciones y por el bien de la humanidad. La situación actual es delicada. Ya no se trata de una rebelión puntual…de un individuo o grupo pequeño —Estamos frente a una conspiración que intenta socavarnos desde los cimientos.

Cassius cayó en cuenta de todo lo que estaba oyendo y por un momento entró en pánico.

—¿Entonces cuál es nuestra verdadera misión en Tokio? —preguntó nervioso.

Dominus asintió.

—Informarme —manifestó —Hemos rastreado llamadas, su ida a Tokio fue mencionada, así que tengan cuidado

—Mientras tanto, seguiré investigando desde aquí.

—Espera ¿Qué? —replicó la hechicera —¿Saben de quién se trata?

—Esa información la reservaremos por ahora, es importante que la comunicación continúe. Tal vez de esa forma, suelte más prendas o datos que nos ayude con la pesquisa —explicó Dominus.

La velada se alargó un poco más y conversaron sobre los preparativos del viaje.

**CHAPTER 3 . EVULGATIO**
**1**

January 14, 2017.

On the other side of the world, late at night, the starving man entered his office. He left his jacket on a chair, sat at his desk and picked up the phone.
Waiting beeps sounded... Someone opened the call:
"Two shamans will be sent to Tokyo," the dark voice said.
He hung up.

**2**

-Grandmother! —Vitoria greeted Naiara. He approached her and gave her a hug.
"Sit down, dear," the old woman invited. "Tell me, how have you been?"

Naiara handed her a cup of coffee, her little gray eyes observed her granddaughter in detail, she caressed her long hair with her trembling hand. “Daughter,” she said with her voice worn by the years.

"I know," Vitoria answered. "You don't have to worry." I'll be fine.

"I've taken care of you for the last twenty-five years," his grandmother whispered.
—As long as I'm alive... I'll continue doing it.

Naiara continued observing Vitoria, as if she wanted to record all the details of her face in her memory. The old woman knew things that she could not reveal, the only thing she could do was enjoy quality time with her loved ones and this was never enough:
"You will soon have to leave," she informed her granddaughter. "You will be accompanied by Cassius Solomon." That is the other sorcerer chosen, he masters Alchemy and comes from a good lineage.

— On the other hand, there are two special category sorcerers at the Tokyo Metropolitan, they agreed to receive them for a few weeks.

—Magnus told me that he met Masamichi Yaga, the director of the Technical College, about…twenty years ago, when he was still a young man, just like you.

Vitoria listened attentively to her grandmother. However, he sensed the melancholy in her and couldn't help but ask himself, "What distressed her so much?"

"I love you, grandma," he told her.
The veteran hugged her granddaughter tightly. He took her hands and looked into her eyes.

—Be unbreakable as always

—Your ancestors accompany you.

**3**

The building where Magnus went to resolve daily affairs was an imposing structure, one of the tallest skyscrapers in the capital, covered in black marble, dark glass windows, the walls of the lobby were also of large proportions, measuring approximately two floors. high, covered with the same edge as the exterior, checkered floor, twelve Corinthian columns in carved stone, capitals decorated with acanthus leaves and flowers. The dark elevators were almost imperceptible, almost diaphanous, the only furniture in the place were the majestic reception desks. The atmosphere was impregnated with storax, the cold temperature made everyone who entered distinguish a mysterious climate.

"Dominus is waiting for you," said a thick voice in the background.

The door of an elevator opened, inside was a man dressed in a black button uniform and a beret.

"Come in," he invited them in.

Vitoria and Cassius entered the cabin. The man next to them wore a badge pin of two crossed swords. He marked the thirty-second floor and the doors closed.

The two sorcerers knew some things about each other but had not had the opportunity to meet since they came from different countries.
They looked at each other out of the corner of their eyes, Cassius swaying from side to side with small movements. He had black hair as long as Vitoria's, his back was broad, his arms were strong, he definitely looked strong, he was wearing a loose cream colored linen outfit and a carefree attitude with his hands stuck in his pockets. Vitoria wore a black suit. Anyone who saw them would think they were related.

The elevator doors opened in Magnus' office. The old man was smoking tobacco in front of the window. He turned when he heard them arrive and approached them.
-Daughter! —he exclaimed when he saw Vitoria.

He was not her father, but he was very close to Naiara and therefore like her family. He hugged her and then greeted Cassius immediately, extending his hand and they shook.

"Welcome," Dominus said. "Please take a seat."

He directed them in front of the desk.

Magnus was an old man who in his youth was a curious guy, kind and considerate of others. He always had a solemn attitude but he was also humorous, quite a character.
—Here they are. "My brothers," he said. "I am pleased that you are the ones traveling to meet Masamichi Yaga and the other special class boy," he said enthusiastically.
"It is important that they learn as much as possible, since the situation has become... unfortunate." He made a sad face and then applauded. "But hey, we will emerge victorious from these circumstances," he expressed, opting for a more optimistic face.
Both sorcerers listened respectfully to the veteran.

"So be it," Vitoria responded. He then glanced at Cassius and offered him a smile.

Dominus noticed immediately.
"I'm sorry," he apologized. "I know you arrived at the same time and you haven't had the opportunity to introduce yourself."

The three of them laughed and relaxed.

"Good," Magnus said. Pointing towards the sorcerer
"Cassius Solomon, shaman who was born with the alchemical ritual," the old man said as if it were an auction. —Coming from a powerful lineage, with tremendous physical strength and the ability to transform the elements.

—Without a doubt one of the best in its category.

Cassius laughed while blushing and putting his hand on his chest.

"Thank you very much, Grand Master, for that introduction of me," the sorcerer responded.

— I have heard about you Vitoria — the alchemist continued speaking — I greatly admire the history of your ancestors, I have heard that... in your tree they master the technique of causal vision in different ways.

The old man raised his eyebrow.

"Wow, someone did the homework," he joked with the young man.
"Thank you," the sorceress replied.

"Alchemy sounds very interesting," he laughed with his voice and with his eyes, then he raised both eyebrows smiling and made a gesture to pose a question.

Solomon rolled his eyes, leaving them blank, he read her face, raised his shoulders and raised his arm, moving the fingers of his hand like when you challenge your opponent.
"I know what you're going to say," he said, laughing.

—Do you turn water into wine? —he asked, joking with him.

They both burst out laughing.

"Well, my dear shamans," Magnus concluded with a clap to redirect the meeting.
Magnus looked more serious.

—I like that they are starting to get along well, it is essential that they are synchronized —explained the old man.

—You see... The reason for your trip to Tokyo, you already know. But I have to tell you that there is a second reason," Dominus stated. "Our honorable institution is currently on quicksand... I am investigating and trying to find answers to some of the deaths of our brothers." His voice broke.

—I wouldn't want to rush it but the indications we have followed indicate that several of them were murdered. —The old man scrutinized the gesture of the shamans. —Of one thing I am sure…—he indicated —The increase in deaths due to curses is being caused.
—These inciters are found within our organization. —he revealed to them without further ado.

The two sorcerers were stunned:

—Do you mean that we have an internal war? —Vitoria inquired.
-But why?

Cursed Users are operating in our structure , but they are not acting alone, therefore no clear trace has been found. - answered the old man. —There have always been witches who, for different reasons, stop fighting against curses and for the good of humanity. The current situation is delicate. It is no longer a case of a specific rebellion…of an individual or small group—We are facing a conspiracy that tries to undermine us from the foundations.

Cassius realized everything he was hearing and for a moment he panicked.
—So what is our real mission in Tokyo? —he asked nervously.

Dominus nodded.

"Inform me," he said. "We have traced calls, your going to Tokyo was mentioned, so be careful."

—In the meantime, I will continue investigating from here.

-Wait to? —replied the sorceress —Do you know who it is?

—We will reserve that information for now, it is important that communication continues. Maybe that way, he will release more information or information that will help us with the investigation,” Dominus explained.

The evening continued a little longer and they talked about the preparations for the trip.


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