Para unos más, para otros menos, pero todos tenemos problemas, algunos son de los que podemos resolver fácilmente en poco tiempo y también están los que toman tiempo y algunas estrategias o acciones para resolver el asunto en cuestión, no recuerdo ver o evaluar los problemas de la forma en la que lo ha planteado @damarysvibra, en la publicación en la que nos invita a valorar nuestra manera de redimensionar para afrontar los problemas de la manera correcta.

Lo primero que debo decir es que me considero afortunada porque pocas veces a lo largo de mis 48 años he vivido grandes problemas o así lo he percibido, pero de manera reciente estoy viviendo una situación, que aunque ha mejorado no ha sido fácil de sobrellevar, no se las comparto con mayor detalle porque es algo muy personal y como mencione esta aún en proceso.

Fue muy interesante para mí leer o mejor dicho conocer que podemos tener tres maneras en las que ver el problema al evaluarlo obviamente siempre estará presente la subjetividad, en muchos exagerada, pues siempre son las víctimas, pero considero que desde la niñez fui guiada para ser una persona ecuánime, en mi casa estaban prácticamente prohibidas las tragedias y los dramas, tanto mi abuela como madre al vernos o escucharnos haciéndonos las víctimas, nos leían rápidamente la cartilla y nos animaban a reconocer nuestros errores y sobre todo a asumirlos, así que suelo ver los problemas de manera ecuánime y a veces cometo el error de minimizar no siempre, pero ha pasado.

Con esta situación reciente y latente considero he sido ecuánime, pero sé que como en todo conflicto hay dos posesiones, versiones, opiniones y maneras de ver la situación, como es algo que me ha afectado y llego a moverme el piso reconociendo que la solución del problema no depende de mí sola, pero tiendo a ser controladora y muchas veces creo que puedo resolver todo sola, sé que es mentira, pero tratándose de cosas pequeñas es probable que alguien resuelva solo, pero esta no es la situación.

Así que he recurrido a algunas de las estrategias que menciona @damarysvibra, como por ejemplo conversar con personas de confianza que se pueden aportar luces en el asunto, siendo sinceros conmigo y diciendo lo que necesito escuchar, no lo quiero escuchar y que al mismo tiempo como mencione me han recordado mis limitaciones, errores y el cómo puedo abordar esta situación desde otro ángulo.

Por mi parte, como suelo hacer, en muchas ocasiones he asumido mis fallas y reconocer lo que sí puedo hacer, es decir, lo que depende de mí, para mantener la situación a raya, o avanzar a la solución, que no se trata de dejar de decir, es la manera en la que lo digo, es pocas palabras ser más inteligente de manera emocional y asertiva a la hora de actuar y hablar.

El hecho de sentarme a sincerarme conmigo misma y el escuchar a esas personas sinceras que conocen a todos los involucrados en el problema, me ha ayudado y el cambiar mi manera de manejar la situación, esto ha permitido que baje la marea, quedan detalles, esos detalles del diario que pueden enloquecer si son de los que nos hacen ruido, pero allí voy como decimos los venezolanos a Dios rogando y con el mazo dando.

En resumen, no sé si ustedes, ya habían escuchado del redimensionar los conflictos, yo no, pero de manera inconsciente lo hacía, tal vez con limitaciones, pero ahora el tener claro esta posibilidad que nos ayuda a ver los problemas con otra óptica porque nos permite sincerarnos con nosotros mismos y reconocer que parte de problema nos toca a nosotros atacar o afrontar y puede que la otra parte al ver un cambio en nuestra actitud haga su parte para lograr dar un final adecuado al problema en cuestión.