Mis padres me regalaron una dulce infancia (Es-En)

Feliz tarde, amigos de Hive. Les extiendo un cordial saludo a cada uno de ustedes y también a cada uno de los miembros de su familia. De corazón espero que se encuentren bien. En esta oportunidad, quiero compartir con ustedes algunas anécdotas que viví durante mi infancia, junto a mis padres y hermanos. Recuerdos que guardo con mucho amor en mi corazón. Espero que puedan leer esta publicación y mejor aún sacarle provecho.

Happy afternoon, friends of Hive. I extend warm greetings to each of you and also to each of your family members. I sincerely hope you are well. In this opportunity, I want to share with you some anecdotes that I lived during my childhood, together with my parents and siblings. Memories that I keep with much love in my heart. I hope you can read this publication and even better take advantage of it.

Particularmente, considero que la infancia es la etapa más bonita que experimenta el ser humano. Y es que, cuando somos niños, vemos la vida con mucha inocencia y amor. Cuando era niña, mis padres se preocuparon mucho por brindarme el ambiente idóneo para crecer. En primer lugar, me sentía protegida en casa. Por ser la primera de cuatro hermanos, tuve el privilegio de estar sola con mis padres durante cuatro años. En el transcurso de ese período me apegué mucho a mis padres, tanto que luego me costó ir al colegio como comenté en una publicación anterior.

Sin embargo, el estar tanto tiempo a solas con mi mamá y mi papá hizo que me compenetrara mucho con ellos y por ende sintiera la protección que precisa un niño. Con alegría recuerdo que cada día era una aventura. Mis días eran para jugar con algunas primitas y para ver comiquitas. Claro, mi mamá me pedía que la acompañará a realizar algunas tareas en el hogar, pero solo era para tenerme a su lado y cuidarme; pero con cuatro años yo creía que realmente estaba ayudando y eso me hacía sentir feliz.

Cuando llegaba la tarde, me bañaba y me vestía con ropa muy bonita para esperar que llegara mi papá del trabajo. Era demasiado emocionante cuando mi papá llegaba, él me abrazaba y me pedía que le contara lo que había hecho durante el día. Mientras mi mamá preparaba la cena yo estaba hablando con mi papá y en muchas ocasiones jugábamos con un juego de té que me habían regalado. Ese juego era espectacular; tenía tacitas, platicos, jarritas, cubiertos, en fin, la pasaba genial con mi papá.

I particularly consider childhood to be the most beautiful stage that human beings experience. When we are children, we see life with a lot of innocence and love. When I was a child, my parents took great care to provide me with the ideal environment in which to grow up. First of all, I felt protected at home. As the first of four siblings, I had the privilege of being alone with my parents for four years. During that time, I became very attached to my parents, so much so that I later found it difficult to go to school as I discussed in a previous post.

However, spending so much time alone with my mom and dad made me feel very close to them and therefore I felt the protection that a child needs. I happily remember that every day was an adventure. My days were spent playing with some little cousins and watching cartoons. Sure, my mom would ask me to go with her to do some chores around the house, but it was just to have me by her side and take care of me; but at four years old I thought I was really helping and that made me feel happy.

When the afternoon came, I would take a bath and dress up in nice clothes to wait for my dad to come home from work. It was so exciting when my dad came home, he would hug me and ask me to tell him what I had done during the day. While my mom was preparing dinner I was talking to my dad and on many occasions we would play with a tea set that I had been given. That set was spectacular; it had little cups, saucers, pitchers, cutlery, in short, I had a great time with my dad.

Los fines de semana salíamos a pasear, generalmente íbamos a la plaza y comíamos perro caliente, la verdad es que yo solo me comía la salchicha, mis padres si se comían sus perros calientes. Mi mamá siempre pedía el de ella, sin papitas y sin mostaza, por el contrario, mi papá lo pedía con todo y yo pedía solo la salchicha. Era genial estar en la plaza con mis padres, yo aprovechaba de correr y correr en la plaza. A veces les llevábamos arroz a las palomitas y eso me generaba mucha emoción.

Cuando casi tenía cinco años, nació mi hermanito y nuestra rutina continuó igual, ahora con un bebé yo me sentía más feliz. Era mi compañero y lo recibí en mi vida como el regalo más bonito que mis padres podrían darme. Junto a mi hermanito pasé momentos hermosos que atesoro en mi corazón. Mi papá y mi mamá se encargaron de que entre nosotros no hubiera rivalidades. En ningún momento me sentí desplazada, mi papá y mi mamá me explicaron que mi hermano era un bebé y necesitaba que lo cuidaramos, así que me sentí muy involucrada con el cuidado del bebé.

Con seis años de edad, tuve la dicha de tener otro hermanito. Ya éramos tres niños en casa y en todo momento mi mamá tenía muchos quehaceres en el hogar. Sin embargo, siempre nos dedicó mucho tiempo y se encargó de asegurarse de que fuéramos felices. Hubieron algunos momentos de tensión, porque no hay familias perfectas, pero en definitiva fueron más momentos de alegría que de tensión. Esto se lo agradezco encarecidamente q mis padres. El hecho de amarnos tanto y demostrarlo con hechos, hicieron que mi infancia fuera dulce y hermosa.

On weekends we would go out for a walk, we usually went to the plaza and ate hot dogs, the truth is that I only ate the sausage, my parents ate their hot dogs. My mom always ordered hers, without chips and mustard, on the other hand, my dad would order it with everything and I would order just the sausage. It was great to be in the square with my parents, I used to run and run in the square. Sometimes we would bring them rice for the popcorn and that generated a lot of excitement for me.

When I was almost five years old, my little brother was born and our routine continued the same, now with a baby I felt happier. He was my companion and I received him in my life as the most beautiful gift my parents could give me. Together with my little brother I spent beautiful moments that I treasure in my heart. My mom and dad made sure that there were no rivalries between us. At no time did I feel displaced, my dad and mom explained to me that my brother was a baby and needed to be taken care of, so I felt very involved with the baby's care.

When I was six years old, I had the joy of having another baby brother. We were already three children at home and at all times my mom had a lot of chores at home. However, she always spent a lot of time with us and made sure we were happy. There were some tense moments, because there are no perfect families, but all in all they were more moments of joy than tension. I am very grateful to my parents for this. The fact that they loved us so much and showed it with deeds, made my childhood sweet and beautiful.

Mis días más felices fueron cuando cumplí diez años, en ese tiempo llegó mi hermana a mi vida y junto a ella un tsunami de felicidad. Ella se convirtió en el centro de mi atención, de corazón sostengo que su infancia fue la etapa más bonita de mi infancia. A veces quisiera regresar el tiempo y tenerla nuevamente junto a mí, como esa bebé que con tanta dulzura hizo que yo fuera tan feliz. La agradezco a Jehová mi Dios por darme unos padres maravillosos, que pese a las adversidades, jamás se rindieron por hacernos felices y por regalarme tres hermanos excepcionales a quienes amo con mi vida entera. Me encantaría que todos los niños tengan una bonita infancia.

My happiest days were when I turned ten years old, at that time my sister came into my life and along with her a tsunami of happiness. She became the center of my attention, from the bottom of my heart I maintain that her childhood was the most beautiful stage of my childhood. Sometimes I would like to go back in time and have her next to me again, as that baby that so sweetly made me so happy. I thank Jehovah my God for giving me wonderful parents, who despite the adversities, never gave up to make us happy and for giving me three exceptional brothers whom I love with my whole life. I would love for all children to have a beautiful childhood.